Lo miré, un poco rendida.
—¿No te cansas de ser tan lindo conmigo?
—Nunca — respondió, y me besó.
La puerta se abrió de golpe.
—¡Sí están vestidos! — gritó Jake hacia el pasillo.
Liam y yo nos quedamos en silencio un segundo, confundidos.
Octavia apareció detrás de él, señalándolo con la mirada.
—Perdón... pensamos que tal vez ustedes ya... — dijo, y Jake levantó las manos en señal de inocencia.
Rodé los ojos. Liam solo sonrió, divertido.
Bajamos las escaleras, aseguramos puertas y ventanas, y salimos. El aire afuera era fresco. La familia de Octavia estaba reunida frente a sus cabañas.
—Buenos días — dije acercándome a su mamá.
—Buenos días — respondió ella, con una sonrisa cálida.
Liam me tomó la mano.
Y el bosque, enorme y lleno de caminos, nos esperaba.
(...)
Había pasado ya más de una hora desde que comenzamos a caminar. El bosque era hermoso, sí... pero también enorme. Los árboles formaban una sombra fresca, el aire olía a tierra húmeda y madera, y el canto de los pájaros se escuchaba como eco desde distintas direcciones. Sin embargo, mis piernas ya estaban empezando a quejarse. No sabía exactamente qué estábamos buscando o hacia dónde íbamos. Solo caminábamos, siguiendo a la mamá de Octavia, como si ella tuviera un mapa invisible en la cabeza.
—Mamá, ¿cuánto falta? — preguntó Octavia, respirando un poco más agitada.
—Ya mero llegamos — respondió Amy, sin detener el paso.
Jake dejó salir un suspiro dramático y Liam solo me apretó suavemente la mano, como diciendo ya casi. Yo sonreí un poco cansada, pero seguí avanzando.
Después de unos 25 minutos más, finalmente se abrió el bosque frente a nosotros. Entre el espacio de los árboles, apareció una cabaña grande, de madera ancha y color miel, y detrás de ella, un lago que brillaba como espejo bajo la luz. El agua estaba quieta, reflejando el cielo gris azulado.
—¡Qué bonito! — exclamó una de las tías, llevando una mano al pecho.
—¡Vamos! — gritaron los niños, y salieron corriendo hacia el agua.
Jake también comenzó a correr con ellos, como si tuviera cinco años.
—¡Los niños, Jake! — lo detuvo Octavia jalándole la manga.
Jake se detuvo, la miró con cara de te lo juro que no le estoy haciendo nada a nadie, frunció el ceño y simplemente volvió a caminar junto al grupo.
Yo solté una risa pequeña. Liam también.
Eran alrededor de las tres de la tarde cuando ya estábamos dentro de la cabaña. El interior era acogedor: paredes de madera, ventanas enormes que dejaban entrar la luz y una mesa larga donde comenzamos a acomodar lo que habíamos traído.
Originalmente, la idea era hacer picnic afuera junto al lago... pero el viento estaba demasiado frío y uno de los niños se había caído al agua a los dos minutos. Así que mejor todo se movió adentro.
Dos de los tíos se quedaron afuera vigilando a los chicos mientras jugaban cerca de la orilla, ahora más calmados.
Los demás comenzamos a servir la comida. Y qué comida. Había pan recién horneado, carne con especias, verduras cocinadas de alguna forma que no entendía, pero sabía deliciosa, frutas frescas y un postre que olía a vainilla.
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My Only One 3 •Editando•
Novela Juvenil"Siempre serás tu" Liam tendrá que tomar una decisión, la decisión de quedarse con Hailey en N.Y.... o aceptar y seguir sus sueños de ser un jugador profesional.
Capitulo 25
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