Persecution | KNJ+MYG

siete; final.

Cuando los sonidos de aullidos y gritos llegaron a la casa, Yoongi quería nada más que salir corriendo a ayudar a Namjoon y Eunsuk.

Solo sabiendo que su prima y compañero estaban por ahí luchando, y posiblemente muriendo por su cuenta puso a Yoongi enfermo del estómago.

― Deberíamos estar ahí luchando. No sentados aquí en nuestros culo, ―Yoongi soltó.

Taehyung suspiró―. Nam hyung no te quería en medio de la batalla. No sólo no estás todavía totalmente curado, sino que serías el blanco número uno de Yoonsuk.

― Estoy harto de la gente que piensa que soy débil e indefenso.

Lo cual sonaba un poco irónico ya que, hasta hace poco, Yoongi había pensado lo mismo sobre sí mismo. Pero, ya que esta batalla fue sobre él, debería ser capaz de conseguir un bocado de la acción. Claro, eso sólo podría ser un solo bocado, pero sería mejor que nada.

Taehyung le dio unas palmaditas en el hombro de Yoongi.

― Aquí nadie piensa de esa manera. Namjoon está siendo simplemente súper protector, por todo lo que significas para él. Una parte de él moriría si algo llegara a sucederte.

Eso calmó a Yoongi un poco. Todavía no llevaría por completo el aguijón fuera del hecho de que él no estaba allí abajo contra una manada que lo había herido y humillado tanto.

― Voy a salir muy rápido para asegurarme de que nadie está acechando la casa. Prométeme que te quedarás aquí hasta que yo vuelva, hyung, ―dijo Taehyung.

― Bien. Simplemente me quedaré aquí y nos haré unos batidos mientras espero. Demonios, puedo incluso añadir alguna nata montada y batida de vacaciones, simplemente para que todos podamos entrar en el espíritu de las cosas, ―Yoongi respondió con sarcasmo.

― Creo que vas a encajar en esta familia a la perfección, hyung.

Taehyung salió a través de la puerta trasera. Pocos minutos pasaron antes de que el fuerte sonido de disparos llenara el aire.

Fue seguido por un mortal, silencio ominoso.

Levantándose lentamente, Yoongi tomó el cuchillo más grande del bloque de carnicero. Sus manos estaban tan sudorosas; que solo esperaba que el mango no se deslizara de su agarre.

Su corazón empezó a latir tan fuerte que podía escucharlo haciendo eco en sus oídos. Sus respiraciones eran cortas y tartamudeantes y quería desesperadamente llamar el nombre de Taehyung.

Lo único que lo detuvo fue el hecho de que si Taehyung estaba en una pelea, él no quería distraerlo.

El horror y el pánico lo llenaron cuando Yoonhyo entró por la puerta.

Su gran figura se elevó sobre Yoongi. Yoonhyo estaba cubierto de sangre, sudor, fusionado con aguanieve y barro. Había varias cuchilladas en su camisa, mostrando que había sido golpeado con una pala, pero las heridas no parecían tener efecto en su hermano mayor.

― Tú estás en tanta mierda de problemas, ―dijo Yoonhyo, su labio superior encrespándose en un gruñido―. Yoonsuk está cabreado contigo y cuando lleguemos a casa, no te va a gustar. Si pensabas que la última vez fue mala, esta vez vamos a hacer tu vida en una pesadilla viviente.

― ¿Dónde está Taehyung? ―Yoongi exigió.

― Él está indispuesto en este momento.

Por primera vez en la historia, Yoongi gruñó a su hermano―. Si lo lastimaste, voy a matarte.

Yoonhyo abrió los brazos.

― Entonces es mejor tomar tu mejor tiro para darme, porque el tal Taehyung está herido y cada gota de sangre que él derrama fue por culpa tuya.