- Espero que estés preparada para una sesión intensa de contenido hetero básico.

- No me creo que tú te vayas a conformar con simple contenido hetero básico, por más que sea eso lo que te pidan...

- Me encanta que me conozcas tanto – se mordió el labio inferior, para evitar la tentación de hacer lo mismo con el de la modelo-. Algo trataré de inventarme.

- Ahí viene mi Romeo – se puso la mano en el pecho Natalia, en un gesto cómico que Alba recriminó con un sutil codazo.

- Natalia, sei bellissima - admiró Marco lo guapa que estaba la modelo.

Sii bilissimi.

Alba inspiró y expiró tratando de armarse de paciencia para lo que les esperaba a las dos con la presencia de ese latin lover.

- Tú también - le contestó la morena al italiano, batiendo las pestañas exageradamente.

- Bueno, empezamos - cortó el rollo la fotógrafa, empujando suavemente a Marco hacia los focos y haciendo lo mismo con Natalia, no sin antes retenerla para susurrarle-. Así me gusta, que te metas en el papel desde el principio. Tira, Julieta.

Las órdenes de Alba a los modelos no se hicieron esperar. Sugiriendo posiciones y expresiones, pidiendo dinamismo, cambiando la música del set, y disparando el flash como una loca, tratando de capturar una química apenas incipiente.

Muy a su pesar, Alba necesitaba mucho más que esa interacción tan artificial que le estaban dando.

- Marco, acércate más. Lo que tratamos de conseguir aquí es que el que vea esas fotos sienta que está invadiendo vuestra intimidad de alguna manera. Necesitamos más compromiso, más implicación. Que no os de miedo tocaros, miraros... ¿Entendido?

Ambos asintieron a sus órdenes en inglés y le faltó tiempo a Marco para aferrarse a la cintura de Natalia y pasear sus manos por sus costados. La morena, tras comprobar la determinación en la mirada de la fotógrafa, atrapó con sus dedos la pajarita que llevaba el italiano, para recolocarla y después recorrer su torso, llegando a unos más que trabajados abdominales.

- ¿Te gusta Natalia, Marco? - empezó Alba su interrogatorio, la modelo se mordió el labio para no reírse.

Ya están aquí las preguntitas marca Reche. Esto es surrealista.

- Yo... - se trabó, ante la pregunta tan directa-. Natalia è bellissima.

- Sí, Natalia es bellísima, preciosa. Lo sabemos. Lo que quiero saber es si a ti te gusta.

- Bueno... Sí, sí que mi piace – le dedicó a la morena una mirada seductora.

- Bien. ¿Y a ti, Natalia, te gusta Marco?

Más me gustas tú, trató de decirle con la mirada y una sonrisa traviesa.

Céntrate, la fulminó Alba con la mirada.

- Me encanta Marco - exageró la efusividad en su respuesta.

El italiano sonrió mostrando una hilera de dientes perfectos y blanquísimos. También aprovechó esa información para tomarse un poco más de confianzas y bajar la posición de sus manos a una más peligrosa, entre la espalda y el culo.

Las manos donde pueda verlas, Romeo.

- Vamos a hacer un ejercicio, necesito que os soltéis y os pongáis frente a frente - reaccionó la rubia, tratando de evitar contactos innecesarios por parte del chico.

Natalia la miró alzando las cejas, vacilándola por el poco aguante y la manera tan obvia de cortar el avance de las manos curiosas de Marco. Alba negó con la cabeza, exculpándose.

desnudArte | AlbaliaWhere stories live. Discover now