Lo miro y sé a qué se refiere.

──Ya parece que tengamos algo, desastre.

──Que lo parezca más.

Le sonrío justo antes de que se incline a darme un beso. Se lo sigo un par de segundos hasta que siento las arcadas de Mark y Trevor a nuestras espaldas.

──No sabía que teníamos una pareja en el grupito ──comenta Trevor──. Me alegra que hayas olvidado finalmente a Regina, hombre ──agrega palmeando el hombro de Jason.

Conque eran ciertas las sospechas de Leo... Jason lo mira mal efímeramente, pero pronto pone su atención de nuevo en mí, y veo el horror reflejado en su rostro. Es raro, pero me parece tierno que tema mi reacción.

──No me mires así, desastre ──le digo──, no tengo ningún problema ──añado mientras le doy un breve beso──. Y, ya que ahora sé tu secreto...

──¿Qué? ──cuestiona al ver que no continúo.

Mark y Trevor continuaron caminando, pero nosotros nos paramos. Me acerco a su oreja izquierda para decirle mi recién inventado secreto, con el único fin de ver su reacción.

──Soy prostituta ──le susurro para después alejarme a paso rápido mientras contengo la risa.

Su cara es un poema. Debería haber tenido la cámara del móvil preparada, joder.

──¡Era broma, cariño! ──grito cuando estoy considerablemente cerca del estudiante misterioso──. ¡Esto es sólo tuyo! ──añado recorriendo mi cuerpo con mis manos.

Me doy la vuelta dirigiéndome a mi coche sintiendo los ojos de alguien siguiendo todos mis movimientos. No me hace falta girarme para saber de quién se trata.

Una vez al lado de mi coche, Jason rodea mi cintura desde atrás.

──Muy buena broma, mi pequeña O ──deposita un beso en mi cuello──. ¿Crees que sigue mirando?

Me giro para quedar cara a cara con él.

──Me da igual.

Lo beso, esta vez porque me apetece. Una parte de mí se convence de que es porque sé que el objetivo está mirando, pero Jason es una droga en la que no me importa caer. Me atrae y nos llevamos bien, sólo estoy siguiendo el consejo de uno de mis profesores.

──¿De dónde has sacado este cochazo? ──pregunta mientras yo arranco el auto.

──No lo quieres saber ──respondo sincera.

──¿Lo has robado? ──cuestiona temeroso.

──No, idiota ──digo entre risas──. Me lo ha regalado Leonardo.

Su mirada vuelve al frente, y no vuelve a abrir la boca hasta que llegamos al restaurante.

Cuando llegamos, Mark y Trevor están con Josh, y, tras saludar a mi mejor amigo e indicarle con la mirada que ya le explicaré luego, nos adentramos en el restaurante. La comida transcurre con normalidad, y, al poco de haber terminado todos, recibo un mensaje.

Florence (Dreamers):

A las 8 todos aquí. Polly quiere una cena de equipo antes del estreno de Olivia.

Dreamers era el nombre del grupo en el que mis compañeros de trabajo me habían metido. Bueno, me había metido Polly, para ser exacta.

Miro el reloj, que marca las 15:30, y decido pasarme a ver a Leo para contarle mi mañana.

──¿Nos vamos? Quiero hacer algunas cosas antes del curro.

Con un asentimiento de cabeza por parte de mis acompañantes, pedimos la cuenta, cada uno paga lo suyo y nos dirigimos a la salida.

La chica nuevaWhere stories live. Discover now