Capítulo 33

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El alemán algo nervioso posicionó la ushanka en su cabeza y rió al ver que le quedaba más grande que al Ruso.

-Para ser sincero, es bastante cómoda. Podría utilizarla como almohada.

-Es multiusos.

Ambos rieron, se habían sacado un gran peso de encima pero no todo estaba terminado. Alemania sobre todo seguía preocupado por los países que estaban ahí, si él apenas soportó unos días, ¿Qué les esperaba a aquellos que han estado años o incluso décadas?

-¿Sucede algo?, Tu cara cambió derrepente.

-Estoy bien, no te preocupes Rusia.

-Perfecto, nos quedaremos en el mismo alquiler. Podríamos ir a mi país pero siento que alguien podría vernos.

-Esta bien, es mejor prevenir que lamentar.

-¿Tienes hambre?, te dejaré en la casa e iré a comprar alimentos. Cómo no suelo quedarme aquí, no hay casi nada.

-Esta bien, yo cocino está vez.

-A algunos kilómetros hay un almacén

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-A algunos kilómetros hay un almacén. Espérame aquí, no salgas.

-Te espero.

Mientras que el Ruso se volvió a dirigir hacia la camioneta, el alemán cerró la puerta con seguro, lo mismo hizo con las ventanas y cortinas. Tal vez era exagerado pero no quería arrepentirse. Una vez seguro el hogar, fue a inspeccionar el lugar. En el piso de abajo estaba la cocina, el comedor, un dormitorio y el baño. Subió y solo había un baño y un dormitorio más grande que el de abajo y de paso había un balcón. Casi corriendo cerró las dos grandes ventanas que daban pasó hacia éste y se dirigió hacia el dormitorio. La cama matrimonial que había era bastante grande, muy cómoda según el alemán.

El tricolor llegó y se lanzó hacia la acolchonada cama y vaya que no se equivocó, las sábanas y almohadas eran demasiado suaves.

-Estoy pensando seriamente en dormir aquí y expulsar a Rusia abajo.- rió de tan solo pensarlo.- supongo que puedo dormir mientras espero.

Cerró sus ojos, pasaron algunos segundos y para su sorpresa escucho ciertas pisadas afuera y sintió como la puerta se abría.

-¿Tan rápido llegó?.- se levantó de la cama y bajó por las escaleras. La puerta efectivamente estaba abierta y cuando iba a terminar de bajar casi le da un paro cardíaco al ver a otros países en el comedor. Con cierta sorpresa retrocedió su caminata y metiendo un par de ruidos terminó por correr hacia el segundo piso, con el corazón en la mano cerró la puerta del dormitorio, ya le dió igual si metió ruidos. Desesperado totalmente, miró dónde esconderse, terminó optando por debajo de la cama.

Escuchó pasos subiendo las escaleras y la puerta fue abierta.

-Se fue por aquí.- una voz que no alcanzó a reconocer se escuchó y vió como unos zapatos revisaba toda la habitación.-

Alemania sabía que lo iban a descubrir, es más estaba por seguro que lo habían visto, cuando vió como esos pasos se iban de ahí, con cierta inseguridad salió de su escondite, tomó una almohada y abrió la ventana, trataba de no hacer mucho ruido. Cuando sintió nuevamente los pasos, lanzó la almohada por la ventana y se volvió a esconder debajo de la cama. Alcanzó a meterse en ese lugar justo cuando nuevamente el país regresó a la habitación.

-Se fue por la ventana.

El tricolor se quedó en silencio, rezaba para que Rusia llegará.

-Alemania, ya regresé

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-Alemania, ya regresé.- dejó las bolsas en la mesa del comedor y se dirigió hacia el dormitorio pensando que el alemán estaba dormido, se extrañó al no verlo ahí. Subió las escaleras y volvió a llamar su nombre, al no verlo se asustó pensando que se había ido.- ¡Alemania!

-¿Rusia?.- la suave voz del alemán se escuchó debajo de la cama.-

-¿Alemania? ¿Porqué estás ahí?.- iba a seguir preguntando pero el alemán literalmente se lanzó encima del ruso.-

-Rusia...-apretó su "abrazo".-

El nombrado tomó la cintura del alemán y correspondió al abrazo.

-Se nota que me extrañaste.- comenzó a reír pero dejó de hacerlo cuando no escuchó la risa del contrario.- ¿Alemania?.

-Alguien vino, Rusia.

-¿Aquí?.

-Si...tuve que esconderme y no llegabas, creí que le atraparían.

-Alemania, la puerta estaba cerrada con llave.

-Lo se, yo mismo la cerré pero escuché ruidos en el patio, pensé que eras tú y bajé pero habían varios países.

-¿Quiénes?.

-No alcanze a ver muy bien porque corrí a esconderme, uno de ellos me siguió y revisó toda la casa.

-Maldita sea.- maldijo rusia.- ¿Estás bien?.

-Si pero por poco no me salvo.

-Cambiaré las cerraduras y pondré protección a las ventanas. No te preocupes, no volverá a pasar. Pondré varios teléfonos en la casa, si vuelve a suceder. Llámame ¿Bueno?.

-Ajá...

El ruso suspiro y acarició el cabello en busca de calmarlo.- estaré contigo ¿recuerdas?, solo estarás solo en las reuniones, por tanto, nadie puede dañarte. Yo te protegeré.

-Rusia...

-¿Sí?

-No estoy seguro pero de los países que ví.- se bajó de los brazos de Rusia y lo observó fijamente.- creo que uno era Chile.

¿Igual a el? RusGerWhere stories live. Discover now