Capítulo 30

2K 257 55
                                    

Cuando llegaron a una de las tantas residencias que Rusia tenía, se estacionó y tomó en brazos al alemán, quién había dejado de hablar porque la fiebre que traía no se la calmaba nadie.

Abrió como pudo la puerta y guío al tricolor a la primera habitación que había, para luego recostarlo suavemente en la cama matrimonial, fué a dónde el armario en busca de ropa y mantas. Tomó una pijama que el mismo utilizaba para dormir y se dirigió hacia la cocina, cuando encontró lo necesario, se dirigió otra vez hacia donde el Alemán.

Con mucho cuidado, terminó de desabrochar la camisa del alemán y se la quitó, lo mismo hizo con sus pantalones, hasta el momento estaba bien pero había un problema, ¿Cómo se deshaceria del boxer?, mientras se preparaba mentalmente para ello, fue hacia el baño y juntó agua en la ducha, una vez lista.

Se dirigió a enfrentar su nuevo miedo, no quería tocar indebidamente al alemán pero debía bañarlo, de esa forma apaciguaria su fiebre y limpiaria la sangre y el sudor que esté poseía.

Volvió a tomar en brazos al alemán y cuando iba a dejarlo en el agua de la ducha, rápidamente le quitó su ropa interior. Observó con un notable sonrojo el miembro del contrario, negó repetidamente con su cabeza y siguió con su labor de bañar al alemán. El agua había quedado roja a más no poder.

Trató de hacerlo lo más suave posible, puesto que cada vez que lo tocaba éste soltaba un quejido algo bajo.

Una vez limpio, lo envolvió en una toalla y lo guío hacia la cama nuevamente, fue en busca de un secador de pelo y un peine.

El pelo del más bajo, estaba hecho un desastre, tuvo que aplicar un poco de fuerza para desenredarlo, cosa que le puso de mal humor al ruso.

¿Estaba enojado?, claro que estaba enojado, el estado del contrario era replorable, ya se imaginaba las cosas que le habían hecho y lo que más se cuestionaba era si lo habían tocado, con la ropa rota y los chupetones en el cuello, era más que obvio que había sido abusado pero, ¿Había existido algún tipo de penetración?.

Alemania se había dormido mientras era bañado pero, al parecer tuvo ciertas pesadillas, pues no dejaba de moverse. Le fue imposible ponerle los pantalones por los constantes movimientos y no quería aplicar más fuerza en la anatomía del otro, así que decidió ponerle solo la camiseta y lo cubrió con la sábana de la cama.

El ponerle boxers no era una opción, puesto que para su mala suerte no tenía en la casa. Tomó el paño que había recogido de la cocina y lo remojó en agua fría, para luego ponerlo en la frente del alemán.

Ahora, tenía que cocinar la sopa, afortunadamente los ingredientes estaban, solo había que recogerlos de la huerta. Con manos a la obra, se quitó el abrigo y subió sus mangas. Sería un día atareado.

El olor a comida hizo que el olfato del alemán se despertará, realmente olía delicioso, siguió el olor, intentando encontrar el lugar donde provenía

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El olor a comida hizo que el olfato del alemán se despertará, realmente olía delicioso, siguió el olor, intentando encontrar el lugar donde provenía

-Bingo.- exclamó, cuando vió a Rusia servir la comida a los platos.- se ve delicioso.

-¿Ya te sientes mejor?.

-Si, aunque debo admitir que me sigue doliendo el cuerpo un poco.

-Algo es algo, siéntate.

-Gracias y gracias por venir a rescatarme.

-De nada. Mañana iremos a hablar con ONU.

-¿Puede ser hoy?

-Mmm... Si te comes toda la comida, lo pensaré.

-No me trates como niño pequeño.- río un poco, pero su sonrisa se desvaneció al ver las manos cortadas de Rusia.- tus manos.

-No es nada.

-Dejame ver.- el alemán se levantó y tomó ambas manos, observando sus heridas.- ¿Cómo?

-Me corté cortando los vegetales, soy algo bruto. No llores.

-Agradece que me preocupó por tí.

-Gracias, pero deja de llorar.

-Es solo que ... pensé que no ibas a venir.- su nariz sonó.- tenía miedo.

El ruso se dispuso a abrazar al otro tricolor, lo sentó en sus piernas y posicionó la cabeza del alemán en su pecho.

-¿Dónde te tocó?.

-Aquí.- indicó su cintura y pecho.- y aquí .- está vez apuntó a sus labios mirando fijamente al ruso.-

Cómo ambos esperaban, se volvieron a unir en un beso.

¿Igual a el? RusGerWhere stories live. Discover now