𝐘𝐚𝐧𝐝𝐞𝐫𝐞 𝐌𝐞𝐣𝐨𝐫 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐨 𝐗 𝐋𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐚

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Cuando llegaron a la casa de la (C/c), está dejo la mochila en el sofá individual que tenía su sala como solía hacer al llegar.

—¿Cómo te fue hoy pequeña?— preguntó su padre con una sonrisa mientras ayudaba a su esposa a pelar las papas para el almuerzo.

—Bien, mamá ¿Usagi puede venir a comer hoy?— preguntó la (C/c) con una sonrisa mientras buscaba una manzana del refrigerador.

—Claro, me parece excelente. — habló su madre mientras terminaba de lavar unas verduras, la chica asintio y subió a su habitación.

—¡Usagi!— lo llamó en un grito lo suficientemente alto para que el de hebras azules saliera por la ventana.

—¿Dime?— preguntó con una sonrisa.

—Puedes venir a comer. — habló la chica mientras desviaba la mirada de su amigo, ya que su amigo estaba con el pecho descubierto.

Y siempre le sorprendia lo en buena forma que se encontraba, porque tenía una apariencia un poco afeminada.

—Iré dentro de un rato. — aviso el de hebras azuladas antes de entrar por la ventana, la chica (C/c) asintio y volvió adentro miró su habitación y caminó hasta su armario donde saco su cambio de ropa y lo dejó en la cama para luego ir al baño y tomar una ducha. Cuando terminó con está miró hacía su ventana revisando que de su mejor amigo no estuviera viendo ni en su habitación. Se quitó la toalla y empezó a vestirse adivinen de quién esa hora era su favorita, sí, del de hebras azuladas quien suspiró al ver la hermosa figura de su amada.

El de hebras azules le tomó una fotografía a la (C/c) y sonrió viéndola en la cámara, era tan hermosa que tenía que ser solo de él y no iba a permitir que nadie se metiera en su camino.

Paso el rato y el chico llegó a la casa de su mejor amiga siendo recibido por la madre quien revolvió sus cabellos ya que era muy querido por ella y el padre de la (C/c).

—[Nombre], Usagi ya llegó. — avisó su madre antes de volver a la cocina para así terminar de poner la comida en la mesa.

La chica (C/c) bajó las escaleras y vió a su mejor amigo con una sonrisa acto que fue devuelto con una del hebras azules.

—Vamos. — habló y ambos caminaron hasta el comedor donde los esperaban el padre y la madre de la (C/c).

Todos empezaron a comer con risas y conversaciones animadas, cuando se terminó la comida en los platos, las mujeres se levantaron y fueron lavar los platos.

El de hebras azules se había propuesto como siempre a ayudar pero ningún integrante de la familia lo dejó siquiera levantar el plato.

—Dime, ¿Algún chico molesta a mi pequeña?— preguntó el padre de la (C/c) con un semblante serio.

—No, y me encargaré que sea así, no quiero que ningún idiota le rompa el corazón. — respondió con decisión y seriedad.

—Te la encargó. — habló el padre antes de levantarse de la mesa para así ir hasta donde estaba su mujer y abrazarla por la espalda.

Porque sí, ambos hombres se llevaban bien porque tenían varias cosas en común y una de ellas eran sus celos enfermizos.

Llegó la noche a la ciudad y era hora del que hebras azules volviera a su casa más está era solo una fachada, entró y salió de su casa en media hora, sabía dónde vivía el joven que se había confesado a su amada y bien, era hora de que su cabeza se separará de su cuerpo.

Espero hasta que fuera de madrugada para así entrar en la casa del chico dónde con un cuchillo corto su garganta de forma limpia, casi profesional.

Escuchar el sonido de como el joven se ahogaba con su propia sangre le daba escalofríos en el cuerpo, le encantaba ver a sus rivales volverse sus víctimas.

Volvió a su casa sin una mancha de sangre en sus ropas y con el cuchillo usado en una bolsa, se desharía de el en la mañana siguiente camino a la preparatoria.

( .  .  . )

Pasaron los días y la (C/c) había decidido confesarle sus sentimientos al chico que le gustaba, que sí, era su mejor amigo, simplemente había robado su corazón y no podía dar marcha atrás fuera recíproco o no.

—Usagi. — lo llamó con una sonrisa nerviosa.

—Dime. — habló éste mirándola fijamente, la chica trago y desvío la mirada.

—Me gustas. — confesó y antes de que pudiera realizar cualquier acción su boca era besada por los labios del nipon.

—Tu también me gustas. — confesó el de hebras azules después de separarse del beso.

Había comenzado una relación, que era esperado por muchos y odiada por muchos por igual.

Pero el de hebras azules era tan celoso como lo era el padre de la (C/c) quién al enterarse de su relación sólo lo miró y asintió, no tenía que decir nada más porque ya esperaba esa relación.

—Te amo.

—Yo te amo mucho más. . .— habló el de hebras azules acariciando los cabellos de la (C/c) quién reposaba en su regazo, siempre que la (C/c) le decía que lo amaba, su pecho y sus mejillas se volvía un desastre,y le encantaba que fuera así pero jamás dejaría que nadie tomará siquiera un poco de ese sentimiento que causaba la (C/c) en él.

Ya nadie iba a separarlos y de eso se encargaría él, después de todo, el destino la trajo para estar a su lado.

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¿𝐺𝑜𝑜𝑑 𝑒𝑛𝑑𝑖𝑛𝑔?

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¡Hola, hola! ¿Cómo están? Bien, aquí ya cumplí con mi primer pedido y perdón por la larga tardanza que te hice pasar, es que siempre que lo escribía no me gustaba y la verdad lo rescribí como 6 veces, bien dejándo eso de lado, ¡Espero que te haya gustado!

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🥀;;; ¡No se les olvide votar y comentar, gracias por leer!

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⏰ Última actualización: Jan 22, 2021 ⏰

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