14

319 23 0
                                    

Joseph al tener abajo al superviviente se percato de que de la cara de este salían lagrimas aunque pocas fueran, al igual que sus bajos gemidos. Se sentía extrañamente mas atraído, no podía dejar de ver esa cara, una parte de el quería parar pero otra quería seguir nada mas para seguir viendo esa cara y escuchando sus gemidos. 

Sin darse cuenta ya había terminado, pero se quedo viendo al superviviente, el cual estaba rojo con los ojos hinchados y tratando de cubrirse.

Joseph: porque tu?... porque un hombre? -dijo con tono de confusión-.

Aesop:.......

Joseph: porque , porque -se repetía a el varias veces mientras se sobaba la cabeza-.

Aesop: ...ahora.. vas a ..matarme? 

Joseph solo deslizo su mano por los cachetes de Aesop.

Joseph: yo..no puedo -dijo separándose de la mesa-.

Aesop: .....

Joseph: no quiero lastimarte, antes quería tu dolor, ahora quiero algo que no me puedes dar.

Aesop: ...tienes razón no puedo dártelo.

Joseph se aproximo hacia Aesop y le dio un beso apasionado, para luego soltarlo sintiendo su corazón romperse otra vez.

Joseph: me engañe a mi mismo, quise ser duro, decidí ser alguien que no soy, esta persona que estas viendo ahora es la verdadera -dijo mientras ayudaba al embalsamador a abrochar su suéter-.

Aesop: nunca lo imagine -dijo serio-.

Joseph: estuve equivocado, se el miedo que me tienes,  no quiero volver a verte, aunque se que eso es imposible, pero si lo hago no podre controlar mis sentimientos. 

Aesop agarro todo y se fue hacia la salida con su mente llena de tantas preguntas y confusión. Pero si de algo estaba seguro era que no quería ver a ese cazador mas tiempo. 

⭐En la mansión⭐

Aesop al llegar se topo en el comedor no Ema Freddie y Eli.

Eli: Aes pensé que ya no regresarías! -dijo mientras corría a abrazarlo-.

Freddie: pensé que habías muerto -dijo rascándose la cabeza-.

Aesop:.. el cazador tuvo piedad, sabia que de todas formas iba a perder -dijo mientras volteaba a ver a Ema-.

Ema: lo siento tanto -dijo mientras caía al suelo llorando-.

Eli: Alguien quiere decirme que paso?, porque tardaste?.

Freddie:  Es cierto, debiste haber salido minutos después.

Ema: déjenlo no nos debe explicaciones, es nuestra culpa que haya tenido que pasar por eso! -dijo molesta-.

Freddie dejo la habitación evitando ese tema, se avergonzaba de ello.

Eli: Aes.. hueles muy raro -dijo mientras lo olía-.

Ema: talvez cayo en un basurero o algo jeje -rio nerviosa-.

Eli: no es ese tipo de olor -dijo confundido-.

Ema: Vamos a que Emily te cure, también necesitas descansar -dijo mientras lo empujaba-.

Ambos subieron las escaleras hacia el cuarto de Aesop, al llegar esta lo empujo adentro y asomo la cabeza por el pasillo para asegurarse de que no hubiera alguien, luego cerro la puerta.

Ema: lo siento enserio, te juro que no se lo diré a nadie.

Aesop: tu..lo sabes?

Ema: tranquilo, se guardar un secreto, esta no es la primera vez.

Aesop: a que te refieres?

Ema: ya que tu estas en una situación igual te lo diré, pero no digas nada.

Aesop: esta bien.

Ema: Margaretha tuvo una relación con ese mismo cazador.

Aesop: eso lo sabia, ya los había visto.

Ema: enserio?, bueno pero no sabes la historia detrás no?.

Aesop: nunca le di importancia.

Narra Ema: Al llegar Margaretha ella era una de las chicas que mas llamaba la atención, pero ella no parecía prestarle atención a los chicos de aquí, Emily y yo le ofrecimos nuestra amistad, por lo cual nos agarro confianza. Nos empezaba a platicar sobre un cazador, ella lo describía como un príncipe con el cual pasaba todo el tiempo de las partidas.  Estábamos preocupadas, no podía ser que se estuviera enamorada de un cazador, por lo cual en la ultima partida que tuvimos las tres con el, Emily y yo  tratamos de separarlos, pero no salió bien, Emily salió muy lastimada mas que yo. Margarteha se quedo con el y al llegar a la mansión nos trato como si nada hubiese pasado, pero desde ese día nada volvió a ser igual, y nos distancio a Emily y a mi.

Aesop:  pensé que habían hecho mas .

Ema: Aesop, ellos nunca llegaron a ese punto, ambas sabíamos que Margarteha no estaba enamorada.

Journal d'?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora