Día 6: En un puerto Italiano

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Housework/family/crossover

Había quien decía que Bruno Bucciarati, más que una panda de mafiosos, dirigía un hospicio de caridad para huérfanos. Quizás era comprensible cuando pensaba en la edad que tenían Fugo, Narancia, Trish y Giorno, pero a su manera eran todos como adultos responsables en cuanto a sus deberes con Passione se referían, y Trish era la protegida al ser la hija del jefe. Además, no es que la edad les dijese nada en ese sentido, Fugo era normalmente mucho más responsable que Mista a pesar de ser él menor y Mista un adulto al menos legalmente. 

El tema es que cuando lo hacía gente de fuera de la organización tenía cada vez menos problema en enseñarles si Narancia era una pobre y adorable huérfano o una mafioso peligroso. Que sí, Narancia era adorable, pero eso era algo para el ámbito privado. 

No todos los de su grupo eran niños a su cargo, aunque cuando lo invitó a unirse pensó que Abbacchio iba a ser el más dependiente de todos se encontró con que pronto era una ayuda de la que él dependía cada vez más. Antes de darse cuenta se vio a si mismo pasar de apoyarse en él a buscar su compañía fuera del trabajo. Claro, le parecía atractivo desde el mismo momento en que lo vio limpio por primera vez, pero no podía evitar mirarlo cada vez más. De acuerdo, quizás era algo más que atractivo, era muy atractivo y a cada momento descubría más cosas que le gustaban de él. Y un día se dio cuenta, en la soledad de su piso viendo una de esas películas que no admitía ante los demás que tanto le gustaban, que le gustaría vivir eso con el mayor de su equipo.

Desde que lo descubrió hasta que no pudo aguantarlo más y, en una ronda nocturna los dos solos, le besó (fue correspondido con ganas, nunca olvidaría ese momento) pasó unas semanas duras de no poder concentrarse cada vez que el otro entraba en la misma habitación y a la vez sufrir cuando no lo tenía cerca. En un principio pensaron en mantener la relación en secreto, pero la total ausencia de respeto en la intimidad ajena de Narancia y Mista cuando estaban intentando resolver una disputa los descubrió bastante rápido. Todo el grupo se alegró por ellos (aun faltaban Trish y Giorno en ese entonces) y comprendieron que para los de fuera y para Polpo seguiría siendo un secreto.

Si los demás miembros ya trataban a Bruno como a una figura materna, el hecho de conocer su relación con Leone les hizo virar automáticamente la vista a él y el comentario casual de que abba significaba padre en hebreo por parte de Fugo les hizo perder la cabeza. Abbacchio protestó, les dijo que eran ratas molestas y que a penas y tenía un par de años más que ellos, pero claro, esas protestas habrían sido más efectivas si no sucedieran mientras ayudaba a Mista a superar una crisis de ansiedad por darse cuenta de que las sillas tenían cuatro patas, castigaba a Narancia sin videojuegos por haber suspendido un examen y a Fugo sin documentales por haberle pegado a Narancia. Incluso se vio de vez en cuando llamando a esa pandilla "nuestros chicos" de una manera que no tenía nada que ver con la mafia.

A Bruno eso no le molestaba, entre ellos al menos. En privado eso le hacía soñar con un futuro en el que sus planes estuvieran más avanzados y pudieran ser una familia legal y acabar adoptando a sus propios hijos reales. Claro, aun eran jóvenes, tenían una vida más que complicada y llevaban poco tiempo juntos, no quería espantarlo. Según los demás miembros del grupo la única manera de espantar a Leone Abbacchio de su lado sería quizás fuego o abrirle un boquete en el pecho, aunque apostaban más por la segunda, el fuego no le espantaría. Después de todo se quejaba, pero era el primero que se aseguraba de que Narancia estudiase, Mista recogiese sus cosas y en general todos colaborasen en las tareas domésticas, la llegada de Abbacchio había facilitado también su vida en ese sentido.

Entre tanta bromita sobre padres y adopción, un día sin más se encontraron a un niño. Que un niño corretease solo por Nápoles no era tan extraño, por desgracia tampoco lo era que lo hiciese con ese aspecto harapiento. Lo que no era tan común era que llevase un pequeño mono encima.

Bruabba week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora