Collegue/wedding/candy
En algún momento al Don de Passione le había parecido buena idea conocer un poco más sobre sus antepasados y había contactado con la Fundación Speedwagon. Después de que sus poderes hubieran podido traer de vuelta a sus compañeros con unos poderes casi divinos se vio en la tesitura de ser poco más que un niño con demasiado poder pero poco conocimiento. Traer de vuelta a Bruno le sirvió más allá del aprecio, pues su mano derecha le ayudaba a conservar la cordura. Narancia, con su actitud, de vez en cuando lo arrastraba fuera y le recordaba la humanidad. Su relación con Abbacchio había mejorado, pero no dejaba de verle como alguien que podía desviarse fácilmente, por lo que él le recordaba la humildad y que caer en el lado oscuro era mucho más fácil de lo que pensaba.
Manejar Passione era un trabajo complejo pero después de su experiencia Giorno había aprendido algo valioso: a pedir ayuda. Sus hombres eran sus amigos y su mejor apoyo, estaba donde estaba gracias a ellos y el éxito era de todos. Y gracias a la colaboración, Narancia y él volvieron a estudiar. Dos años después, Giorno terminaba sus estudios básicos, Narancia se lo tomó a un ritmo más tranquilo.
Por su parte Bucciarati y Abbacchio se encontraron en el medio de un proceso de cambio que el primero llevaba deseando desde hacia años y el segundo ni había imaginado. Después de la experiencia de volver, ambos necesitaban hacer algo bueno por el mundo, a pesar de no haber pedido la vuelta, era como si tuvieran que ganársela. Que fuese algo merecido. Y vaya que si lo hicieron. Tenían ya de antes una lista importante de demonios con los que lidiar, todo el grupo los tenía. Pero esta vez contaron con el tiempo para tratarlos, incluso trajeron de vuelta a Fugo que empezó a ir a terapia.
Todos empezaron a ir a terapia eventualmente, algunos lo necesitaban más que otros. Los dos adultos la necesitaban más que nadie. Bruno tenía las manos muy manchadas de sangre y Abbacchio una adicción que superar. No fue fácil, pero poco a poco se fueron limpiando. Y cuando se vieron con menos peso del pasado pudieron levantar la vista del suelo y mirar lo que tenían a su lado. Las dudas y los temores que les habían hecho alejarse el uno del otro antes habían ido desapareciendo o perdiendo importancia al lado de la idea de perderse de nuevo. La posibilidad de dormir entre los brazos de Abbacchio hizo mejorar las pesadillas de Bucciarati sobre verlo muerto de nuevo, pues tenía el sonido de su corazón latiendo al lado del suyo.
Las cosas se fueron estabilizando en sus vidas y en Passione, tanto así que incluso Giorno pudo irse de vacaciones a Japón a conocer a parte de su familia perdida y de paso reconciliarse algo con la tierra que le vio nacer. Algo pareció cambiar, pues nada más volver reunió a los de la banda original para comunicar una decisión. Iba a tener que delegar bastante, pues quería estudiar de nuevo. Siempre había tenido una gran curiosidad por la vida gracias a su stand y había tenido el deseo de formarse en biología, pero por desgracia sus ocupaciones no le habían permitido hacerlo.
Ver al Don en la universidad era algo raro, pero les abrió una puerta. Bucciarati nunca había podido terminar su educación básica, montaron una fiesta enorme cuando recibió su título. No cambiaba en nada su vida ni sus ocupaciones, pero se sintió orgulloso.
Fugo y Abbacchio se habían convertido en el corazón de la administración de los negocios legales de Passione lo cual les sacaba fuera de la acción casi siempre, aunque lo cierto es que la acción se había reducido mucho; el arreglo era perfecto para ambos pues Abbacchio no tenía un stand dado a la lucha y a Fugo no le gustaba usar el suyo. Moody Blues era perfecto para descubrir de donde venían los descuadres fiscales, acostumbrado como lo había estado al papeleo y a la investigación eso empezó a resultarle extrañamente satisfactorio a Abbacchio, no había nadie que pudiese trampear en Passione desde dentro ni usarlos para fines más allá de los pactados.
