6.

1.6K 192 3
                                    

Seúl, Corea.

Ya es Lunes, SeokJin esperaba con ansias este día desde hace ya media semana. Podría volver a sus actividades normales: escuela de modelaje, la fotografía y su adorada clase de cocina; aunque claro, siempre al pendiente del pequeño que ahora dependía de él.

––Jinnie, ¿ya estás listo?–– Cuestionó Jungkook desde el living con JoySon dormido entre sus brazos.

––Ya, sólo falta la pañalera con la maleta de JS...–– Salió casi volando de la habitación, no porque fuera tarde, si no que tropezó con el borde de la puerta y eso causó que JungKook riera. ––Estoy bien, gracias por preocuparte cariño.–– Comentó el menor con un tono evidentemente sarcástico.

––Ay~ no vi que fuese muy grave...–– Se defendió con un puchero en sus labios.

––Sí, vámonos, ya se hace tarde para dejarlo en la guardería y aún debo pagar lo de estos meses.

––Te dije que no era necesario.–– Comentó el mayor mientras subían al elevador.

––Y a ti te dije que no iba a dejar que pagaras mis cosas... Sabes que ya no quie...

––Sí, no quieres que digan que sólo estás conmigo por interés... Pero SeokJin, quien está contigo soy yo y no ellos así que si vas a estar preocupado por el qué dirán...–– No terminó la última frase porque lo que menos quería era discutir y que terminaran tan pronto su relación. ––Sólo... no te preocupes por eso, es lo último que debe de importarte... Sé que no eres un interesado, eso lo sé desde el primer día que te vi.

El menor sólo se fue callado el resto del camino, sentía un huequito en su pecho, las palabras ajenas habían sido muy directas a pesar de no haber terminado la oración y, aunque la mente de SJ sabía que JungKook no había querido decir eso, su corazón estaba aún dolido y escuchar eso fue como un balde de agua fría.

––Jinnie yo...

––Ah, ya hemos llegado.–– Se apresuró el menor a decir, aunque a SJ le pareció que quería huir de aquella disculpa que le iba a dar.

Jin bajó del auto a la entrada de la guardería y estuvo de vuelta después de unos minutos.

––Yo lo siento.–– Dijo apenas el adverso se adentraba al auto.

––Está bien.

––Sabemos que no es así.–– Tomó la mano de Jin y este de inmediato volteó.

––Sabes que no quería decir eso en realidad, ¿verdad?

––Lo sé JungKook, pero eso no significa que me haya gustado escucharlo.–– Respondió con sinceridad.

––¿Puedes disculparme?–– Hizo esa mirada a la que nadie le puede decir que no, lo que le provocó una risa tierna al menor.

––Te perdono... mi Kookie.–– Se acercó y rápido dio un toque con sus labios a los opuestos, colocó su cinturón y volteó a la ventana queriendo esconder su evidente sonrojo.

JungKook, sonriendo un poco victorioso pero más enternecido, comenzó la marcha hacia la escuela de Jinnie.

––¿Mañana en la noche estás libre?–– Cuestionó el menor, parecía nervioso.

––Sabes que para ti siempre lo voy a estar.–– Respondió haciendo que el menor se sonrojara. ––¿Por qué?

––Sólo... ¿mañana puedes ir a casa?–– Pequeñas miraditas de reojo se le escapaban.

––De acuerdo...–– Asintió. ––¿A qué hora?

––En la tarde... a las 5.

Llegaron a la escuela de Jin, se despidieron con un pequeño roce de labios y sonrisas tiernas.

Mientras el mayor partía, el otro pensaba la forma más correcta para desarrollar su sorpresa porque, oh sí, JungKook se llevaría sin duda una gran sorpresa.

Tú, yo... Y ¿mi bebé?Where stories live. Discover now