Capitulo XXIV: Cartas tiernas y gemelos ardientes.

25.3K 1.1K 72
                                    

El mueble que esta detrás de mi tiembla cuando me empuja contra la pared y su boca no deja en paz la mía, estoy inmovilizada en sus brazos y mi cerebro se convirtió en papilla.

Su traviesa mano comienza a levantar la camiseta que uso para dormir y acaricia mi piel desnuda, su tacto quema y siento que en cualquier momento me prenderé fuego.

Mis piernas se agarran de sus caderas y él agarra mi trasero con sus manos, camina a ciegas hasta la cama y se deja caer en ella. Su boca se aleja de la mia  y baja dando besos y lametones por mi cuello, con un rápido movimiento me quita la camiseta y quedo totalmente desnuda de la cintura para arriba; su boca sigue su recorrido hasta mis pechos y los tortura por un buen rato haciendo que se me escapen gemidos.

-Deberás bajar la voz si no quieres que nos descubran.- me dice con voz ronca.

Sus manos bajan lentamente el short que uso para dormir y justo a el también baja mi ropa interior. Me retuerzo bajo su tacto y la anticipación hace que mis entrañas se retuerzan. Deja caer mi ropa al suelo y me mira con esos ojos marrones oscurecidos por la pación.

Me incorporo y le quito la camiseta de manga corta que lleva puerta; mis ojos se deleitan mirando con atención su esplendido cuerpo, no tiene nada que envidiarle a un dio griego y estoy mas que contenta de tenerlo solo para mi.

-¿Podrias terminas con lo que estas haciendo y dejar de comerme con los ojos?, ya se que estoy muy bueno.- me dice arrogante.

-No estas tan bueno como Henry Cavill pero estas cerca.- digo mientas termino de desabrochar su pantalón.

Enmarca sus cejas y deja escapar una carcajada.

-¿Vas a seguir degradándome o vamos a darnos cariño?- me dice fingiendo estar indignado.

Yo me hecho a reír y él se me tira encima su boca busca la mía y gustosa lo recibo. Termina de quitarse el pantalón y el bóxer dejando a la vista su excitación, algo liquido y caliente inunda mi parte baja y creo que él lo siente porque una arrogante sonrisa se forma en su cara. Su mano se desliza por mi vientre hasta llegar a mi parte intima.

-Siempre lista para mi.- dice en un susurro cuando nota lo húmeda que estoy.

-Siempre.- digo en un suspiro al sentir sus dedos torturando mi clítoris.

Sonríe yo gimo muy alto al sentir sus movimiento cada vez mas rápidos, rápidamente su otra mano tapa mi boca y sigue con su asalto.

-Tendrás que permanecer callada o tendré que amordazarte.

Mis ojos se abre a tope cuando dice eso, es tan...Erótico.

Su boca cubre la mía y se desliza lentamente en mi interior, mi vientre se contrae ante la invasión. Comienza a moverse lentamente provocando mis gemidos que son sofocados por su deliciosa boca.

-¿Hija estas bien?, ¿Que son esos ruidos?- se escucha que preguntan al otro lado de la puerta.

¡Mi tío!

-Emm... - digo tratando de controlar mi respiración.- si, solo es la televisión.- grito para que me escuche.

Samuel se ríe en silencio y se gana un golpe en el brazo de mi parte.

-Ya es tarde, sera mejor que duermas mi niña.- dice la voz dulce de mi tío.

-Claro, que descanses.- digo rogando que se vaya a dormir.

No se oye respuesta así que supongo que habrá vuelto a su habitación.

-Casi nos pillan por tu culpa.- me dice Samuel divertido.

El profe sexy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora