12 | Primera y única norma

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—¿Por qué? —murmuro.

—Porque no estamos hechos para estar juntos.

Golpe bajo.

Una sensación de malestar se extiende por mi pecho.

—Eso no decías hace cuatro años —rebato.

—Éramos unos críos, no sabíamos nada —sonrío débilmente y me doy cuenta de que este no es más que uno de sus métodos de defensa.

Oliver no esperaba que dijera lo que he dicho.

Oliver quería escuchar que no me arrepentía de la noche que pasamos juntos, que disfruté como cuando éramos unos críos. Oliver quiere que vuelva a ser la Grace que cree en su palabra, pero después de todo es... difícil. Parte de mi quiere creerle, pero la otra parte vive con el miedo constante de que sea una más de sus mentiras.

Cuando alguien va en contra de lo que tiene pensado utiliza el pasado para hacer daño.

Porque no quiere que le hagan daño a él.

No de nuevo.

No yo.

—Siempre que las cosas no van como tú quieres haces esto —le enfrento, acercándome—. Dices todas esas cosas esperando que caiga, esperando que responda de la misma forma, pero al ver que las cosas no salen como quieres hieres con el pasado. ¿Me equivoco?

Oliver inspecciona mi rostro con seriedad.

—Haces que pierda los nervios con tanta facilidad... —confiesa y me llena de orgullo haber desmoronado parte del muro que sigue entre nosotros—. Deberías parar, Grace.

Da dos pasos hacia delante.

Doy dos pasos hacia atrás.

—Aléjate de mí —retrocedo poco a poco mientras se aproxima.

Mi espalda choca contra la pared y sus brazos se colocan a ambos lados de mi cabeza, acorralándome. Nuestras respiraciones se mezclan. La punta de su nariz roza la mía.

—¿Vas a besarme? —le pregunto en voz baja cuando mira mis labios.

—¿Es lo que quieres? —susurra, esta vez, mirándome a los ojos.

—Es lo que tú quieres.

Oliver no tarda en romper con la distancia y cierro los ojos cuando su respiración toca la piel de mi cuello. El cosquilleo se expande por mi cuerpo. Sus labios se colocan donde mi pulso se encuentra desatado y la punta de su nariz se pasea lentamente hasta volver a sentir sus labios.

Sonríe sobre mi piel al darse cuenta de lo nerviosa que me pone su cercanía.

—Es lo que queremos los dos —me corrige y deja un casto beso en mi cuello antes de separarse y clavar sus ojos en los míos.

Nos contemplamos en un silencio cargado de diferentes emociones que no somos capaces de expresar y que se arruina por culpa de una llamada entrante.

La tensión que se palpa en el ambiente se esfuma por completo cuando se aleja.

Oliver mete la mano en el bolsillo del pantalón y mira la pantalla del móvil para luego dirigirse a la puerta sin decir ni una sola palabra. Justo cuando la abre, bajo el umbral de esta, se gira un poco para decir:

—Esto no quedará así.

La puerta se cierra de golpe, dejándome atontada por culpa de su cercanía.

Suspiro y llevo una de las manos al cuello; mis dedos cosquillean sobre mi piel y mi cabeza se encarga de rememorar el tacto de sus labios sobre esta. Y... joder, las estúpidas ganas de besarlo vuelven a presentarse.

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⏰ Last updated: Apr 10, 2023 ⏰

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Obligada A Olvidarte © Nueva VersiónWhere stories live. Discover now