O18: Jimin

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Jimin no se sentía nada bien, su celo siempre era espantoso, y más por el simple hecho de no tener a un omega que lo acompañase, desde que había conocido a Hoseok, quería dejarle intensiones claras, quería estar con él, se lo demostraba lo más que podía, inclusive frente a las cámaras, pero claro Hoseok siempre creía que era de esos días en que se ponía demasiado cariñoso solo para complacer a las fanáticas.

Pero la realidad era otra, desde que lo habían elegido para ser parte del grupo, quedo completamente interesado en el beta de piel morena, y claro ahora que se enteraba que es un omega, fue la felicidad más completa de todas, quería que Hoseok fuera su pareja de por vida.

Volvió a quejarse al sentir de nueva cuenta el calor encima de él, necesitaba controlarse, así que lo mejor era tener sus supresores, así que de inmediato y con algo de esfuerzo se incorporo sentándose en la cama y levantándose mientras trataba de tener el suficiente control de no salir y buscar al omega.

Cuando por fin había llegado hasta la puerta la abrió, encontrándose inmediatamente con Seokjin.

- Hyung -dijo a duras penas aún sintiendo el dolor y la necesidad de ir por Hoseok.

-¡Jimin! -el alfa mayor comenzó a mover su mano de un lado a otro, en verdad que Jimin tenía muy fuerte su celo, el aroma que desprendía era demasiado picante, y claro para un alfa siempre lo era, en cambio, un omega podía decir que es mucho más atrayente-. ¿Tienes supresores?

- S-sí, pero -volvió a quejarse-, están en el botiquín... del baño.

- Iré por ellos, entra de nuevo a tu habitación, y no salgas, ¿entendido? No quiero que intentes hacerle daño a Hoseok.

Un gruñido en protesta fue lo que escucho Seokjin al instante, pero decidió ignorarlo e ir cuanto antes por los supresores, Jimin de nueva cuenta cerró la puerta, no quería ver a ninguno de sus compañeros, a menos que fuera Hoseok, allí si cambiaría radicalmente de opinión.

Hoseok ese día se sentía particularmente cansado, no quería levantarse de la cama, en verdad necesitaba quedarse allí dormido todo el día, sin ninguno de los alfas que intente molestarlo, así que lo mejor era enredarse entre sus cobijas y seguir dormido.

En cambio Jimin se sentía horrible, se levantó de la cama de nuevo, ¿acaso Seokjin se había olvidado de sus supresores? Se estaba tardando demasiado, así que sin recordar las indicaciones del alfa mayor, salió de su habitación, y allí fue cuando sus sentidos se pusieron más alerta, su lobo le indicaba que debía de seguir ese suave pero dulce y enigmático aroma que tanto ha añorado.

El alfa no estaba en sus cinco sentidos por completo y de inmediato sus pies lo llevaron hacía la habitación del omega, y de inmediato abrió la puerta, encontrándose con Jung Hoseok recostado hecho totalmente bolita y cubierto por las cobijas, sonrió al verlo de aquella manera, en cambio a Hoseok llegó un aroma demasiado fuerte, y al abrir sus ojos se encontró con la mirada de Jimin, demasiado cerca.

- ¿Jimin? -preguntó, a lo que sintió como la mano del alfa iba directo hacía su mejilla dándole caricias-. ¿Por qué entraste?

- Omega, ¿acaso no deseas complacer a tu alfa?

Hoseok sintió palidecer al escuchar eso, esa no era la voz de Jimin, miro como el alfa le daba una sonrisa llena de coquetería, y se dirigía de nueva cuenta hacía la puerta de la habitación de Hoseok y está vez Hoseok se incorporó al escuchar como el alfa ponía seguro a la puerta, ahora si estaba asustado.

- J-jimin...

- Quieto -la voz de mando de aquel alfa hizo que temblará ligeramente, maldición, se sentía tan acorralado-, eres un buen solecito, mi Hoseok.

Hoseok tragó grueso, y observo como de manera lenta Jimin se acercaba hacía él y se sentaba en la cama, mientras pasaba su mano por su pierna izquierda.

- Jimin, basta.

- ¿Por qué parar? ¿No quieres que te marque? -Jimin se subió a la cama para poder acercarse a gatas y estar más cerca de él-. No sabes lo mucho que he esperado por marcarte, mi omega.

- Hablo en serio, Park -pensó que por unos momentos podría tener algo de valor para enfrentarlo, pero el aroma de Jimin lo estaba dejando muy segado, debía mantenerse en control, sintió como Jimin pasaba su rostro en la hendidura que formaba la unión de su cuello y hombro, deleitándose del aroma del omega-. Jiminie.

- No me digas que pare, quiero tenerte para mí, así no podré compartirte con ninguno de esos otros alfas, ¿no quieres pertenecerme?

Hoseok intentó apartarlo, pero el alfa lo tomó por la cintura, haciendo que se recostará completamente y se posicionará encima de él tomando las muñecas del omega y colocándolas una de cada lado de su cabeza, apretándolas suavemente.

- Solo déjame demostrarte lo buen alfa que puedo ser para ti, Hoseok.

- Suéltame... Jimin -Jimin le regaló una sonrisa ladina para después acercarse a él y robarle un beso en los labios, Jimin movía sus labios delicadamente, aunque por dentro moría de la desesperación por querer comer aquellos hermosos labios del omega-, b-basta...

Hoseok logró separarse del beso, haciendo al alfa gruñir desaprobando su comportamiento, Jimin lo único que quería era que Hoseok dejase aunque sea darle una pequeña mordida para demostrarle a los otros que aquel omega solo es de él.

- Jiminie -trato de hablar el omega, mirando al alfa que solo lo miraba con la necesidad de seguir con sus acciones-, te ayudaré, pero no de está forma.

- ¿Por qué no hacerlo? ¿No me amas? ¡Quiero que seas mi omega! ¿Por qué no lo entiendes?

Sintió como el agarre que el alfa proporcionaba en sus muñecas, había sido reforzado, se quejó, Jimin es un alfa con demasiada fuerza, al instante sentía que estaba siendo lastimado por aquel alfa.

- M-me estás lastimando -el alfa gruño ante ese comentario, pero al ver como Hoseok se quejaba, su agarre disminuyo la fuerza que estaba aplicando.

- ¿Cómo se supone que me ayudarás?

- Solo... -sintió sus mejillas sonrojar ante aquella pregunta, Hoseok tenía que admitir que le daba algo de pena decir lo que estaba a punto de hacer, pero si era la única manera de que Jimin no intentara tener sexo con él y terminara por marcarlo, lo haría-, t-te masturbaré...

El alfa lo miraba a los ojos, una intensa mirada que Hoseok no podía resistirla, era tan penetrante que sentía que Jimin podía estar leyendo sus pensamientos. El alfa soltó un gruñido, no era lo que él hubiera querido, pero al menos sentiría que su omega lo tocaría.

- Solo está vez, omega -mencionó el alfa-, para la próxima no te salvarás de mí, pero... quiero que me dejes morderte.

- ¿Qué? -Hoseok no sabía si dejar que lo hiciera.

- Un pequeño lazo, por favor -Hoseok pasó su lengua por sus labios, se sentía tan nervioso, que hasta su cuerpo temblaba, pero si era la única forma para que Jimin por fin lo dejará y estuviera complacido, entonces lo haría.

- E-está b-b-bien -su voz había salido temblorosa, pero había hecho sonreír al alfa, haciendo que el omega se sintiera un poco más tranquilo.

Un Omega Entre Alfas || AllhopeWhere stories live. Discover now