𝐂𝐚𝐩 𝟒: Irracionalidad

252 31 13
                                    

 Kristen

Me besó

Y correspondí

Por alguna razón sigo aquí, si tuviera suficiente cordura  o por lo menos un poco racional no hubiera accedido, me hubiera alejado, abofeteado y huido pero en lugar de eso, cuando sentí sus labios sobre los míos pidiendo acceso a mi boca accedí.

Mis manos pasaron de sus hombros a sus nuca, queriendo sentir más de lo que ya sentía, sus manos encerraron mi cintura, acercándome aún más a su cuerpo.

El beso no era lindo, suave o delicado era todo lo contrario, era demandante, posesivo controlador y errático, sentía que todos mis cinco sentidos estaban despiertos a la vez que los sentía adormilados, mis piernas no podrían aguantar más tiempo mi peso.

Eran un sinfín de sensaciones ensordecedoras, es como si dependiera de esta unión de este momento para respirar y seguir, jamás en mi vida había sentido algo así es como si nunca quisiera irme, su tacto posesivo de mis labios sobre sus labios y sus manos sobre mi cuerpo me desbalanceaba a la vez que me mantenía anclada en este momento
Era como blanco y negro, me hacía sentir de todas maneras posibles y no sé si eso terminaría siendo mi salvavidas o mi sentencia de muerte.

Nos separamos no porque estuviéramos satisfechos sino por falta de aire, sus labios lucían húmedos y un poco rojos, afortunadamente utilicé un gran labial que no se corría.

Observe aquellos ojos marrones que me intrigaron desde que su presencia se llamó.

Mis respiración era errática, mis piernas seguían temblando y cada vez era más consciente de sus manos sobre mi cintura, el subidón de adrenalina bajo y la racionalidad llegó como un balde de agua fría.

Me acababa de besar con un desconocido

Y lo peor es que me gustó

No, no me gustó, estuvo mal, no es propio de mí

—Y-yo…— trate de formular una oración coherente después de varios minutos en silencio —, necesito irme — di un paso atrás haciendo que su agarre se deshiciera.

Y sin más hui

No mire atrás, tampoco me cerciore si me siguió, o se fue, o si tal vez hice un espectáculo o alguien más observo mi estupenda huida. Pero salí justo donde había llegado, atravesé las puertas de cristal, después la puerta de madera y mientras menos lo acordé ya estaba en el lobby principal del hotel.

La misma chica que me explicó al llegar se acercó a mí.

—Su abrigo — me lo tendió luciendo profesional — y su tarjeta — me la dio mientras que aún en mi estupor le di la tarjeta plateada ni siquiera entendía para que servía pero lo único que quería era irme. — la próxima fiesta será el siguiente sábado, esperamos verla de nuevo.
Sonrió. Le sonreí

—Gracias…— musite y sin más me fui.

                                […]

Todo de mí estaba en el domingo en la noche, mi mente estaba allá, mis deseos también estaban allá, mi curiosidad, mi miedo, mi mente y todo de mí estaban en lo que había ocurrido la noche anterior pero mi cuerpo estaba en mi oficina.

Llevo más de tres años y medio trabajando para una de las mejores agencias de publicidad en Nueva York, amo mi trabajo y todo lo que esto me ha llevado a conseguir sinceramente jamás pensé que llegaría tan lejos.

Recuerdo que cuando estaba en la universidad di mi vida entera a la carrera de mercadotecnia, aún recuerdo cómo muchas personas me llamaban pesada por preferir quedarme a estudiar que ir de fiesta pero gracias a todo eso hoy estoy donde estoy y no puedo estar más feliz.

Amo mi trabajo, me gusta que las cosas salgan siempre como las tengo previstas es por eso que siempre trato de dar lo mejor de mi día a día, pero hoy no estoy en este momento.

Mí mente sigue viajando al día de ayer, y es que aún sigo sin poderlo creer, todo sucedió demasiado rápido, apenas llegué la presencia de aquél hombre de rizos ya me había acechado y lo más raro es que no pude estar más complacida por ello.

Por lo que observe ayer, él es conocido por el lugar, así que lo más seguro es que ya tenga experiencia y sepa cómo tratar a las mujeres y por eso me hechizo por completo, pero siento que entre ambos hubo algo diferente no sé qué pero si se que lo hubo.

A kilómetros reluce esa aura arrogante, controladora, posesiva esa misma que si te acercas demasiado puede quemarte por completo y no dejar nada de ti, pero también siento que hay algo más, algo que me mostró con aquel humor tan rancio que me hace querer seguir ahí, seguir con él y conociéndolo.

Pero obviamente sin sentimentalismos

—¡Kristen! — salto en mi silla, mientras que observo con odio a la rubia de amiga que en menos de un segundo ya está sentada frente a mí.

—¡Dios! — me llevo una mano al pecho —, acaso quieres matarme, por si no sabías se toca antes de entrar.

—Pues en donde andará tú mente amiga mía — sonríe con sorna cómo si supiera que estaba pensando.

—¿Qué necesitas? — cambio rápidamente de tema para distraerme y que no se de cuenta que ocultó algo.

Porque si alguien puede conseguir información de dónde sea esa es Maddie

—Se trata de Audè...
























Es increíble como lo que está destinado a encontrarse, te encuentra de una u otra forma.

Que piensan que sea Audè

⚜ Voten y comenten, díganme que les parece está nueva versión

𝐒𝐢𝐧 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐫𝐨𝐦𝐢𝐬𝐨Où les histoires vivent. Découvrez maintenant