Estaba convencida, esta isla es el infierno... Lo estaba hasta ahora que la calma y la sublime vista que en mi humilde opinión considero ha de ser el lugar más bello de el mundo se ostentaba frente mis ojos. La brisa tan fresca y suave acariciaba mi piel, hacia cosquillear mis piernas que colgaban descubiertas mientras mis pantalones secaban en aquella especie de balcón.
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¿Como temine aquí? Esto es una locura pensaba, entonces reí por lo bajo recordando lo apuesto que se veía el Capitán combatiendo monstruos, entonces reí más alto simplemente me resulta tan cómico como en esa situación podria estar pensando aquello... estoy mal de la cabeza.
¿Qué es tan gracioso? - preguntó James sacandome de mis pensamientos de golpe y haciendo que me sobresalta y casi perdiera el equilibrio.
¡Casi me matas! - excame alterada no por hecho de que pude caer de allí... Sino por que por un momento me pregunté si el pudo escuchar mis pensamientos.
No iba a dejar que calleras - dijo altanero entregándome un recipiente pequeño con agua.
¿Y eso como lo...? - dije molesta y pare en seco... entonces lo note, estaba cerca de mi... MUY cerca de mi. Con una mano me ofrecía aquel recipiente y su otro brazo estaba en perfecta posición para tomarme en caso de caer. Sentí calor en todo mi cuerpo me ruborize al instante, estaba agrecida de que la luz fuera tenue. Tomé el recipiente y lo puse sobre mi regazo tomándolo con ambas manos, desvíe la mirada para no ver al capitán - ooo... Bueno... Gracias. - dije apenada.
Por nada, puedo traerte mas si quieres. - dijo alejándose un poco de mi y colocandose al lado.
No... Yo... Me refiero a... Gracias por mantenerme con vida allá afuera. - gire a verlo y sonreí con mis labios - y claro por el agua también--tomé un sorbo.
Descuida ese es mi trabajo - me devolvió la sonrisa. Sentí dos cosas en ese momento primero creo que me decepcionó de alguna manera su respuesta y segundo esa maldita sonrisa hizo mis bragas mojarse.. carajo.
¿Bragas? ¿Que me recuerda eso...? Enfoque mi vista a través del hombro del capitán y lo vi... Ooooo si.... Mi pantalón tan tranquilo allí colgado sentí un frío terrible en ese momento que recorria mi espalda y contradecía el calor que sentía en mi rostro. Estoy en bragas sentada junto a Conrad. Mi cara mostraba terror me quede sin palabras.
¿Qué sucede? - giro Conrrad intentado protegerme, sacando su arma rápidamente y apuntando mi pantalón, suspiro aliviado pero enseguida frunció el sueño y giro a verme incrédulo.
¿Me... Me...lo pasas por favor? - dije tan avergonzada agachado la mirada.
El guardo su arma y se acercó a tomarlo... Pero lo dejó allí- sigue humedo- dijo tan tranquilo haciendo caso omiso a mi petición.
