—Nada, en serio... Estoy bien —sacudió la cabeza decidida, pero la mayor de las Danvers sonrió apenada cogiendo sus manos.

—Mi amor... Sé que no te he dado a luz, pero incluso Jeremiah, que no está aquí y que en paz descanse, sabría que te ocurre algo —intentó, pero Kara apartó la mirada—. Tu hermana tiene razón; adoras con pasión estas fechas y más cuando no estamos solos —miró hacia un lado como también lo hacía la rubia: Sam, Alex, Winn, Aila y Ruby conversando entre sonrisas en la cocina—. Sabes que te dejamos tu espacio, que si sientes que te ahogamos, te soltaremos. Solo estamos preocupadas por ti porque no te habíamos visto así desde...

—Para nada es cómo lo de Kate —interrumpió la rubia mirándola de nuevo, sabiendo por donde iban los tiros.

—Lo sé... No te estoy diciendo que lo sea. Solo que estoy comparando tu estado de ánimo con esa relación —se explicó haciendo que su hija asintiera suavemente—. Mira, ciertamente has cambiado, mi niña, y tengo una ligera idea de lo que te ocurre.

—Pero...

—Es Lena, ¿no? —preguntó con una sonrisa tierna y Kara suspiró mordiéndose el labio, volviendo apartar la mirada—. Sé que no me puedes mentir y desde que esa mujer entró en tu vida eres totalmente una mujer nueva —se echó a reír suavemente recordando las veces que la rubia se quejaba de ella y ésta sonrió, asintiendo—. ¿Qué ha pasado?

—Eso es lo que ocurre... —contestó en un susurro a la vez que hacía una mueca—. Que no sé lo que pasa...

—¿Estás intentando descubrir cómo es posible que te hayas enamorado de ella si te cae tan mal? —preguntó de broma. Realmente Eliza bromeaba.

—¿¡Qué!? —casi chilló, ganándose las miradas de los presentes y agitó las manos para restar importancia, haciendo que volvieran a sus cosas—. No es por eso, en serio —bajó la voz y la mayor de las Danvers alzó la ceja, instando a que continuase—. Además, de que sirve tener un cuerpo caliente como el infierno si tiene un corazón helado como el iceberg —bromeó haciendo que su madre sacudiera la cabeza con una sonrisa—. No, de verdad. No es por eso realmente —chasqueó la lengua intentando no mentir, pero tampoco quería decir las cosas porque ese no era el punto y, además, esas sensaciones iban a desaparecer con el paso del tiempo—. Es porque ahora... he descubierto que no me cae tan mal —se sinceró con una mueca haciendo sonreír más a su madre—. Es decir, me preocupo por ella y realmente me parece interesante, incluso podríamos llegar a ser amigas cuando dije que ni de lejos caería tan bajo —bromeó y Eliza se echó a reír, asintiendo en lo que quería decir—. El problema es que no sé qué es lo que quiere ella. Es decir, lo hemos hablado... Más o menos... Pero, aunque diga que no, sé que siente todo lo contrario. No sé si me entiendes.

—Cariño, seguramente con lo fría y dura que es como me has descrito, le costará un poco aceptar las cosas y más por el largo camino que habéis llevado a cabo juntas. Solo... deja que el tiempo ponga a cada uno en su lugar —acarició su rostro con cariño.

—Eso haré... —susurró Kara con una media sonrisa y Eliza se acercó para besar su frente.

—Lo único que te pido que tampoco te centres tanto en ello. Sé que eres un amor de persona, pero también piensa en ti y más cuando dices que Lena y tú no sois ni amigas. Deberías saber que te mereces la misma compasión que tú tienes con todos los demás, que te valores y des lo que recibas —le recordó como muchas veces había hecho y la rubia asintió con una sonrisa, dándole la razón—. Venga, vamos a despedir el año con felicidad.

.

—Alexander, por última vez, dame mi móvil —regañó Lena sentándose a su lado.

—Es que hemos terminado con los entrantes y lo único que has hecho es evadirte de todos con este mísero cacharro. Tu mejor amiga también está aquí, por si no te habías dado cuenta —se burló su hermano mirando a Diana que tenía un rostro apenado ya que de verdad la pelinegra había evitado todo contacto con ser humano.

Se nos da bien odiarnos | Supercorp (Kara G¡P)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin