▘34_¿Cómo delatarlos?

9.3K 1K 912
                                    

Cinco semanas pasaron de la llegada de la caja misteriosa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cinco semanas pasaron de la llegada de la caja misteriosa. Llevaba 37 días sabiendo que KRAUS podía estar involucrada en la red de prostitución que tenía a Chicago en conmoción.

Todo lo relacionado con Sprendimas, la empresa de transporte marítimo, estaba bastante claro. Oficialmente no tenían trato alguno con KRAUS, sin embargo, los documentos que teníamos eran originales y confiables. Las copias de KRAUS exigían verificación y yo sabía como obtenerla.

Durante mi primera semana en la empresa fui designada por Collins, el agradable supervisor, para organizar los antiguos contratos archivados de los primeros veinte años de KRAUS en Estados Unidos. Esos que hace mucho se registraban de otra manera y que ahora podrían ser pieza clave de una investigación por trata de personas.

Terminé de recoger mi escritorio y clavé la vista en la puerta solitaria al otro extremo del pasillo.

Mentí diciendo que me sentía mal y el señor Meyer permitió que faltara a la última reunión del día. Estaba sola en el piso y si quería meterme a comprobar la veracidad de las copias, debía hacerlo en ese instante. El problema era que no estaba segura.

Mis pies hicieron que dejara el pasillo y la puerta atrás, girara a la derecha en dirección al baño y sacara mi teléfono del bolso. Había dos escenarios posibles si decidía acceder a la habitación donde estaban esos archivos.

El primero: los documentos podían ser falsos o no estar allí. En tal caso, habría puesto mi cuello en peligro sin obtener nada.

Las cámaras lo captarían. No estaba permitido acceder y debía usar mi tarjeta de seguridad. Quedaría expuesta y sería convocada en cuestión de días para explicar la razón de mi incursión. Seguía sin excusas creíbles para ello.

En la mejor de las situaciones terminaría sancionada; en la peor, despedida.

El segundo escenario posible era que encontrara los contratos que vinculaban a KRAUS con la empresa de transporte marítimo, lo contenedores, las prostitutas y la trata de personas. En tal caso, el problema sería mayor porque me vería obligada a entregar a la policía el material que tenía en casa.

De igual forma sería cuestionada por acceder al lugar de los archivos con las mismas consecuencias y en lo que KRAUS caía por su propio peso, mis sueños de trabajar en su editorial, también.

En ambas situaciones terminaba muy jodida.

La única en la que todo quedaba bien era si hacía la vista gorda y dejaba a KRAUS tan tranquila como estaba. De esa forma podría exponer a Sprendimas y su sucio negocio de trasporte de personas para venta y prostitución. Alguien sería castigado y yo podría seguir con mi proyecto de vida que cada vez estaba más cerca.

Busqué el contacto de Michael, necesitaba hablarle.

—¿Todo bien? —contestó casi al segundo.

Kikimora © [COMPLETA]Where stories live. Discover now