JiMin se sentía sobre una nube. Esa era la descripción que daría si alguien le preguntaba.

Nunca había tenido el gusto de estar sobre algo tan suave. Él estaba acostumbrado a dormir sobre un pequeño montón de ojas. Era una lástima que su pequeño cuerpo maltratado y cansado no pudiera disfrutarlo bien.

Aún entre la bruma del sueño no era consciente de la situación en la que estaba. No tenía idea de lo vulnerable que se encontraba en ese momento, cualquier cosa podría haberle pasado mientras el cansancio mental y físico le casi le hacía desmayarse.

Era a penas una pequeña hadita. No estaba hecho para ese tipo de situaciones llenas de estrés. Su pequeño cuerpo no podía almacenar tanto.

Hubiera deseado quedarse allí por siempre.

Lo hubiese hecho, de no haber sido por el frío tan repetido que sintió. ¿Es que acaso había dormido tanto como para despertar en invierno?

Un bufido le abandonó sin ser consciente, y pronto terminó soltando todo el aire que sus pulmones albergaban.

Una...

Dos...

Tres respiraciones fueron suficientes como para reaccionar.
Su cuerpo pronto se irguió en su lugar, abandonando el estado de calma que antes le había abrazado solo para apegarse a uno de alerta.

Ya soy hada muerta. Tendría suerte si al menos le entregan mis alas a mis amigos. - Pensó.

Lo que sus orbes azulados captaron al abrirse y espabilar le dejó confundido. ¿Se pone que la habitación se encogió?, ¿Qué estaba haciendo sobre aquel raro objeto que le recordaba a su preciada cama?

Pero más importante: ¿Qué había pasado con su ropa?

No recordaba ser muy fan de las telas oscuras y aburridas. Su ropa era más que nada blanca, celeste, e incluso rosada. Siempre colores y adornos. Ahora sinceramente, parecía haber sido vestido por una aburrida bruja.

JiMin no creía poder lograr encontrar su voz en sí mismo. Estaba consternado, confundido, muy asustado.

Unas pisadas que pronto se hicieron más cercanas detuvieron su corazón y, por puro impulso, solo atinó a cubrirse con la fina tela blanca, como si esto le ayudase a desaparecer.

De repente se sintió pesado, un peso mal distribuido. Tenía toda la vida llevando el peso de sus alas en la espalda, y estar sentado le hizo sospechar de algo que le voló la cabeza.

Trató de mirar un poco sobre su hombro aún cuando estaba todavía en medio de la incertidumbre, sin saber quién se acercaba, muy probablemente a dañarlo. Y aún cuando movió un poco las sábanas, no notó nada. No había ningún destello de luz, ningún brillo, y mucho menos sus alas. Sus alas habían desaparecido, y JiMin quiso volverse loco.

Un ruido.

Tres pasos.

Una respiración.

Estaba tan asustado. Quería llorar. Quería exteriorizar el miedo que estaba hartándole. Tal vez si gritaba hasta cansarse, dormirse y luego despertar podría tener de vuelta sus alas.

Eso era un mal sueño, sin duda.

- ¿Estás mejor? - Preguntaron.

No reconocía aquella voz en lo absoluto. Era gruesa, rasposa y tranquila. Todo lo contrario a él.
Parecía que él dueño de ese sonido no tenía ni una sola preocupación en el mundo, porque podía haber muchas cosas en esa voz, pero no logró identificar miedo.

No respondió. No quería hacerlo.

Tal vez si solo guardaba silencio, le dejarían en paz y él podría volver a casa.

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⏰ Last updated: Jun 01, 2022 ⏰

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Fairytopia ¦¦ YoonMinWhere stories live. Discover now