That's life, go ahead and learn from it

Começar do início
                                        

- ¡Sí!, haré eso - me levanto emocionado - ¡vamos Kori! - tomo mi Nyoi-bō, colgándomelo a mi espalda y salgo corriendo.

- ¡Con cuidado! - me alcanza a gritar mamá.

- ¡Vamos Kori! - mi cachorro había crecido bastante, era un gran Labrador y este me llegaba a mi cintura.

Este salta sobre mí, botándome al suelo. Rodamos por el suelo, mientras este me llenaba a babas - ¡ya, vamos!, tenemos que ir por el abuelo - salgo corriendo otra vez.

Cuando llegamos a la base de la montaña, alcanzo a distinguir su silueta a lo lejos- ¡abuelo! - me aproximo.

- ¡Ah, Goku! - este me acaricia mi cabeza. Me río, con él siempre me sentía más pequeño de lo que era - ¿qué haces aquí? - acaricia a Kori también.

-Venimos a acompañarte, ¿a dónde vas? - este parece quedarse pensativo.

-.... Un poco más arriba hay un pequeño templo, ahí guardo algo especial para mí. Quería ir a buscarlo - miro a lo lejos.

- ¡Pues te acompañaremos! - este me sonríe, poniendo sus manos en su espalda.

- Pues vamos - es así como voy corriendo con Kori a mi lado, riéndome cuando este me salta encima.

- Jeje, tienes mucha energía Goku - sigo jugando. Kori me persigue y trato de esquivarlo, usando a mi abuelo de escudo. Este sigue riéndose suavemente.

Cuando por fin llegamos, observo como el abuelo aplaude y baja la cabeza. Lo miro confuso, pero junto mis manos y lo imito.

Lo único que se escucha, son los ladridos del perro hacía unos pájaros.

Por fin, el abuelo levanta su cabeza y entra al templo. Me quedo afuera, esperando curioso. Cuando este sale, llevaba algo es sus manos.

Vuelve a inclinarse y luego se acerca a mí - ¿qué fuiste a buscar abuelo? - intento mirar curioso.

-Quería dártelo, quiero que tú lo tengas - me toma mis manos y deposita en estas, una esfera brillante.

Miro asombrado el objeto más de cerca. La esfera tenía un brillo anaranjado que hacía que no pudiera dejar de mirarla. Casi me daba miedo no sostenerla con mis dos manos, era como de cristal.

Al acercar mi cara, veo que tenía en su interior cuatro estrellas.

- Woow...- sigo mirándola.

- ¿Te gusta? - me sonríe mi abuelo - protégela por mí, ¿sí? - asiento, temeroso de hacerle algo.

Cuando emprendemos el camino de vuelta, voy fijándome en el camino, intentando pisar bien. No quería caerme y que, por eso, la esfera se cayera.

- ¿Y qué es esto abuelo?, ¿tiene nombre? - le pregunto, sabía que venía atrás mío.

De repente, Kori se sienta y comienza a gemir, aullando levemente al cielo. Lo miro confuso - ¿qué pasa? - este sigue gimiendo.

Me acerco y lo reviso, pero no veía alguna herida.

Este se levanta y regresa por dónde veníamos - ¿a dónde vas? - al voltearme, alcanzo a notar como mi abuelo se lleva la mano al pecho y parece ir cayendo lentamente, hasta dar contra el suelo.

Hay tres segundos, que parecen durar tres horas. Todo se detiene en mi mente -.... ¿abuelo? .... abu .... ¡ABUELO! - me acerco corriendo a este.

Tenía sus ojos cerrados y su rostro lucía muy pálido. Siento un estremecimiento.

-No .... no, no ...- me van cayendo más lágrimas - ¡cuídalo Kori! - salgo corriendo.

Corro lo más fuerte y rápido que puedo, agarrando con todo mi cuidado la esfera del abuelo.

Cuando bajo la montaña, corro hacía la casa- ¡PAPÁ!, ¡MAMÁ! - comienzo a gritar. Cuando ya voy llegando, estos salen preocupados.

- ¿Qué pasa hijo? - pregunta mamá. Tomo aire, intentando hablar.

- ¡Papá!, ¡ven! - tiro de su mano. Este abre la boca, pero lo interrumpo - ¡el abuelo necesita ayuda! - intento dejar de llorar, pero no puedo.

- ¡Guíame! - papá no dice más. Regresamos corriendo y cuando veo un bulto en el suelo, mi llanto se reanuda.

- Mierda ...- papá corre hacía el abuelo. Lo revisa rápidamente. Kori se acerca a mí, con sus orejas caídas.

Papá carga en sus brazos al abuelo, con bastante facilidad y comienza a correr hacía la casa, lo seguimos.

- ¿Qué ocurrió? - pregunta mamá angustiada, apenas llegamos.

- Creo que sufrió un infarto, ¡tenemos que llevarlo a un hospital! - este está a punto de ir hacía el auto, pero se frena.

- N-No...- nos congelamos.

- Gohan-san, está grave, hay que llevarlo a un hospital - le dice papá, con voz dura.

- Gohan-san, resista, iremos por ayuda - mamá le toma su mano.

Este niega - ¿abuelo...? - lo observo.

Este entreabre los ojos - no quiero .... ir a un hospital...- respira con dificultad - quiero morir aquí ...- aprieto mis ojos, las lágrimas quemándome.

- ¿Por qué dice eso?, ¡déjenos ayudarle! - le grita papá, comenzando a enojarse. El mayor niega.

- Algo me decía, sentía que ya estaba llegando mi momento .... Quiero morir aquí, rodeado de este lugar y de ustedes, mi familia - mis padres intercambian una mirada por un largo minuto, luego papá da la vuelta, entrando a la casa.

Al entrar, veo como papá deposita al abuelo en el sillón de la sala, con mucha delicadeza. Mamá se adelanta y lo tapa con una manta.

-.... Nos recibió cuándo no teníamos nada. Nos dio un hogar, nos enseñó a ser una familia y pese a todo lo malo que hemos hecho, nos perdonó y aceptó ...- papá se quita su bandana y, tanto mamá como yo, lo miramos asombrados. Él jamás se quitaba esa bandana mitad pañuelo, excepto para dormir y bañarse.

Este se arrodilla frente al abuelo y agacha levemente su cabeza - Muchas gracias por todo Gohan-san, usted es un hombre extraordinario - el abuelo le sonríe, tenía sus ojos brillantes.

- Gr-Gracias ...por dejarme ser parte de tu familia - mamá se acerca y le besa su frente.

- Usted es un hombre muy bondadoso, el mundo pierde a un gran hombre hoy - esta sonríe, ya llorosa - gracias por todo lo que hizo por nosotros, gracias por enseñarnos a criar a nuestro hijo, a enseñarnos que está bien amar y demostrarlo ... a-adiós Gohan-san- le vuelve a besar la frente.

Miro la puerta, estoy por avanzar, cuando siento una mano en mi hombro. Al levantar la mirada, papá me miraba serio y triste - si eres un hombre, debes afrontarlo y despedirte ...- me estremezco.

Avanzo lentamente hasta llegar con mi abuelo. Nos observamos -.... ¿ti-tienes la esfera...? - asiento tembloroso - piensa que soy yo .... -respira más lento - siempre estaré contigo ... un pequeño recuerdo que tendrás contigo ...- lo abrazo.

- T-Te qui-quiero mucho abuelo .... t-te voy a extrañar mu-mucho...- sollozo en su regazo.

- Yo también te quiero mucho...- parece mirar a la nada - los qui...ero a .... to... todos...-su cuerpo se endurece, su mirada se apaga, no escucho su corazón. Sé que ha muerto.

Corro hacía mamá y me refugio en su regazo. Papá tapa el rostro del abuelo con el resto de la manta. Kori se acuesta, con sus orejas gachas y su cola enrollada en su cuerpo.

Nadie dice nada, sólo lloramos y contemplamos a la nada. Mi abuelo había muerto y sabía que nada volvería a ser igual.

A different pathOnde histórias criam vida. Descubra agora