Klance OneShots Temporada 2

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Tercera y última parte del especial

Las navidades eran lo peor, al menos para el azabache, cosa que cambio bastante cuando conoció a cierto cubanito, que Lance había llegado para darle luz, alegría y color a su mundo.

-No, no, no, ¡Cosmo quieta!,_Keith intentaba controlar a la lobita, que habían ido a la nieve de excursión, y ahí estaba la peque de su casa dando saltos y abriéndose camino entre montañas de nieve esponjosa.

-¡Ánimo, Keith!,_Shiro prácticamente estaba en el suelo riéndose con Lance, que cualquiera se aguantaba la risa, hasta Adam que era algo más serio no pudo evitarlo.

-¡Joder, ayudarme al menos!, venga, no, no, no, que te tengo que poner la correa, ¡Cosmo al barro ni loca, no, no, no!,_Keith iba corriendo de un lado para otro y con dificultad, que la nieve le llegaba por encima de la rodilla.

Pero Cosmo había estado atada todo el día, a pesar de que iba con ellos todo el rato, así que..., la travesura era normal.

La culpa era de Lance, porque le dio penita y la soltó, que se había portado genial durante el viaje, que era una escapada de cuatro días en la montaña, para los cuatro, que cuando empezó a salir con Keith conoció a su hermano, y al novio de su hermano, y lo trataban como a otro chico más, sin importar que él hubiera nacido como mujer.

-¡Cuidado, Keith!,_le grito el morenito de ojos azules, claramente Cosmo le había saltado encima, con esa carita de felicidad absoluta, por suerte la peque no entró en el barro.

Y eso provocó más carcajadas, hasta que llegaron a su casita de piedra y madera y tuvieron que encargarse de limpiar a la lobita y la ropa de Keith.

-Venga, nosotros vamos a ir preparando la cena, tenéis el baño libre para los tres,_Adam aún se aguantaba la risa,_no os pongáis rojos, que sabemos de sobra que os habéis visto desnudos,_que si están bebiendo se atragantan.

-¡Adam!, no digas eso, que es mi hermano,_lo regañó el azabache mayor, completamente rojo, joder que se lo podía imaginar.

Y sí, quizás se habían visto desnudos, pero eso había sido después de que Lance se encontrase mucho más seguro.

-Perdóname, te arrastré con esos dos hasta aquí para que se estén metiendo con nosotros todo el rato,_le dijo Keith en bajito.

-Da igual, mis hermanas son mucho peores, hacen preguntas..., ¿recuerdas la primera vez que te lleve a casa?, creía que te ibas a morir de vergüenza, luego te pusiste blanco, pensé que te morías o algo,_le respondió con una sonrisa socarrona.

-Fue una mezcla, preguntas incómodas, amenazas a unos niveles que jamás habría pensado, pero luego fueron bastante majas, eres su hermanito pequeño, es lo normal, ¿Shiro nunca te ha dicho nada?,_le preguntó mientras con aire flojito terminaba de secar parte del pelaje de Cosmo, nada de ponerse malita.

Lance se quedó pensativo, Shiro y Adam habían sido bastante buenos con él, jamás le hicieron preguntas incómodas a cerca de su terapia hormonal, ni le dijeron nada por aún no ser un hombre al 100% físicamente.

-Fue majo, me dijo que tú estabas diferente, mejor que antes desde que empezamos a quedar y a salir, que te veía más feliz y no se, que se alegraba por nosotros,_le confesó en voz bajita, que le resultaba una monada.

-Bueno, no le puedo quitar la razón,_Keith le sonrió para dejar ir a una Cosmo limpia, seca y fluffy que bajo a buscar mimos y atención de los mayores.

Tanto Lance como Keith tardaron poco en el baño, estaban cansados, querían cenar y dormir, eran sus vacaciones de navidad y después de esos cuatro días les iba a tocar estudiar.., y mucho.