—Yo tampoco, pero no quiero ver a mi familia morir.

Este asiente decidido hacerlo. Dejé las canastas de moras a un lado. Vi que Rosalie iba ser atacada por la espalda mientras terminaba de matar a un neófito.

(Lean la nota final para entender esta parte)

Corrí hacia ella y me colgué de la espalda de este. Sentí como unos colmillos me aparecía y se lo incrusté en el cuello, succionando lo que quedaba de su alma y como gritaba de dolor.

Tiré el cuerpo por un lado y Rosalie me miraba sorprendida. Un neófito se me tiró encima dispuesto a matarme pero fui más rápida y le succioné el alma.

A comparación de los humanos, los vampiros eran más difícil de quitar las almas y su sabor tampoco era agradables. Tenían una combinación de agria y ácida, lo que me hace sentir con gastritis.

Hace tiempo que no hacía esto y la última vez que lo hice fue para defenderme de un vampiro vanidoso y fue hace como cinco años.

—Voy a vomitar. —dije sintiendo como estómago estaba por explotar.

—No entiendo. ¿Qué son ustedes? —preguntó Rosalie, me dolía ver como temían de nosotros.

—Para aclarar: no somos parcas...—Sean no pudo terminar porque vomitó —, Ok. Ya recordé la razón de porqué ya no como almas nocturnas.

—Somos sirenas. —completé.

—Creí que ustedes ya no existían desde el siglo XIII. —declaró Carlisle.

—Lo hacemos, solo que nos camuflamos entre los humanos.

—¿Por qué no nos dijeron nada? —preguntó indignada Alice.

—Ustedes no me dijeron que eran vampiros. —contrataqué, ella asintió convencida para después quedarse viendo un punto —. Tienen que irse, los Vulturis vendrán.

—No sé quiénes son esos pero ya me cayeron mal. —dije.

—¿Cuánto tiempo? —preguntó Edward llegando junto con Bella, quienes nos miraron sorprendidos al vernos con ellos.

—Unos minutos.

—La manada también tiene que irse, los Vulturis no honrarán el tratado con ellos.

Un neófito salió detrás de los árboles y Leah gruñó al verlo, saltó sobre él dispuesta a matarlo pero este fue ágil y se puso en el lomo de ella.

—¡Leah! —gritó preocupado el tritón.

Jacob saltó encima de él quitándoselo a su amiga, Sean corrió hacia ella. El neófito le rompió parte de las costillas al moreno. Agarré al neófito y le quité el alma, lo cargué como si una hoja se tratara y lo lancé al fuego.

—¿Estás bien? —le pregunté a Leah, ella asintió —. Sean, ya viste que está bien. No creo que sea necesario que la revises.

—Es mejor prevenir antes que lamentar. —dice.

{🧜🏻‍♀️}

—Entonces, ¿jamás perdiste la memoria? —negué ante la pregunta de Esme.

—¿Cuál es tu nombre verdadero? —me preguntó Jasper.

—No tenemos nombre. Las sirenas jamás tuvimos la necesidad de tener uno ya que ya sabíamos quiénes éramos. —Ellos me miraron sin entender mi expresión.

—¿Por qué viniste a la tierra? —preguntó ahora Emmett, literalmente se turnaban para hacer las preguntas.

No sabía qué contestar. No les iba a comentar acerca del collar.

—Quería conocer la tierra —quedamos en un profundo silencio, hasta que recordé algo —. ¡Olvidé las moras! Por Poseidón, creo que Sean se peleó con un oso para nada.

 ¡Olvidé las moras! Por Poseidón, creo que Sean se peleó con un oso para nada

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Aclaración:

Los vampiros contienen un cuarto de su alma, que hace que los mantengan "vivos"

Las sirenas contienen un especie de don que hace con tan solo incrustarle sus colmillos puedan arrebatarles las almas, por eso dicen que las sirenas también pueden ser tu muerte.



Ya se acerca el final de Siren, este es el penúltimo capítulo. Noooo :"(


𝐒𝐈𝐑𝐄𝐍,  twilight.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora