Complicated... [Kim Seungmin]

Veintitrés

Le seguía los pasos a mi hermano, quien caminaba tranquilo y felizmente, todo lo contrario a mí. No había podido olvidar lo ocurrido el viernes.

 ¡Había quedado en ridículo!

Y lo peor era que había arrastrado a la vergüenza a Seungmin junto a mí; aún recordaba aquella cachetada y me dolía, aunque no haya sido a mí a quien cachetearon, me estremecía por lo feo que debió haberse sentido.

Ese día llegue a mi casa vuelta un trasero: mi trenza se había soltado dejando mi cabello suelto y desordenado como si unas gallinas me hubieran picoteado la cabeza, mi rímel se había corrido debido al llanto y tenía las uñas de Eunha clavadas en mi brazo derecho. A mi madre casi le da un infarto al verme así pero sólo me encerré en mi habitación, contándole todo al día siguiente.

Resoplaba con fastidio mientras caminaba por los pasillos, había amanecido de muy mal humor y el que los estudiantes a mi lado susurraran cosas, no ayudaba. Odiaba que siempre cuchicheen cosas entre ellos de mí, o sea ¿No tienen algo mejor que hacer?

Mi mejor amigo me sonreía desde la puerta de mi salón, corrí a abrazarlo porque lo había extrañado este fin de semana. Debido a que no lo había visto, porque tenía tanta vergüenza que no había tomado el celular ni quise recibir visitas en todo el fin de semana.

—Me debes muchas gomitas por traidora—sonreí metiendo mi cara en su pecho, sintiendo su mano acariciar mi cabello y embriagándome un momento con su perfume varonil.— ¿Crees que es justo que me enterara del chisme por parte de tu hermano?

Me separé de él y sonreí avergonzada.

—Perdón, Changbinnie... Estaba tan avergonzada por todo lo que había pasado que no quise saber nada del mundo...—suspiré apretando su chaleco escolar.

—Entiendo, minion. Para la próxima déjame estar a tu lado, sabes que esa fue nuestra promesa ¿No?

Asentí—Estar siempre el uno para el otro...

Él sólo me volvió a abrazar, sabía que estaba preocupado por mi y mi salud mental. Aún recuerdo cuando lloró asustado por si me metían en un hospital psiquiátrico por mi trauma, reí mucho ese día y a la vez me sentí mal porque él se preocupara tanto por mi. 

Entre a mi salón ignorando las miradas curiosas y burlonas de los demás y me senté en mi respectivo puesto, entrando en mi burbuja y olvidándome del mundo.

Luego de una larga hora aburrida de clases, salí en busca de comida, tenía hambre y aunque no fuera hora del almuerzo, quería comer algo dulce aunque sea. Para mi suerte, Seungmin no había ido ese día, lo cual era algo raro pero bueno, así era menos vergonzoso de lo que ya era. Saludé a mis amigos quienes no tardaron en preguntarme curiosos porqué había besado a Kim, huyendo de la escena por timidez.

Había comprado un dulce de maní de la máquina expendedora, comía tranquilamente viendo a algunos estudiantes vagar por allí. El grupo de Sowon se acercó a mí, puse mi mejor cara seria, no quería verme intimidada.

—Alguien quiere hablar contigo—habló una de las chicas, yo sólo seguí comiendo de mi dulce.

—Ven con nosotras, mientras somos amables—demandó otra, suspiré con fastidio. A la final las seguí, no quería pelear ese día.

Me llevaron al gimnasio interno, Sowon se encontraba sentada en las gradas, al verme sonrió ampliamente y caminó hasta mí.

—Mi primo me contó todo—sonrió viendo sus uñas—No sabía que eras una perra arrastrada, Bang.

— ¿Qué? ¿Te dijo que me acosté con él o algo parecido?—cuestioné con sorna, ellas rieron.

— ¿No te pudiste aguantar? Woah... Me sorprendes.

—Dime qué quieres de una vez, ¿sí?—solté irritada, ella metió las manos en los bolsillos de su chaleco escolar y sonrió maliciosamente acercándose más a mí.

—No, no...—negó—Esa no debería ser la actitud...—sonrió tomando bruscamente mi cabello, solté un gritito ahogado.

—No me asustas, estúpida. Tu concepto de niña mala me da asco, ¿Cuándo te vas a dar cuenta de lo ridícula que eres haciendo esto?—dije entre dientes, ella me lanzó una cachetada.

Sentía mi mejilla arder, mi cara había quedado un poquito volteada debido al golpe, ella me soltó y comenzó a reír. La miré con odio y apreté mis puños a mis costados.

—Niña, ¿crees que no sé lo que pasó en tu pasado?—hizo una seña a una de sus amigas, la chica le entregó un celular, buscó algo y me lo enseñó. Mi sangre se heló, tenía una imagen de la página que Minho había creado.—Sé que medio instituto lo vio, pero lo que no saben es que SÍ es verdad...

—Eso no es verdad, todo fue una mentira ¡Yo no la empujé!—grité furiosa

—Pero ellos no saben que es mentira, ¿no?—sonrió de lado, fruncí mis labios.—Todos se dejan llevar por unas simples palabras ¿Qué pasaría si creen que los rumores son ciertos? ¿Qué pasaría si...se enteran de que el hijo menor de uno de los hombres más importantes de Seúl y chico ejemplar de muchos, está saliendo con una asesina...?

—No te atreverías...—musité al borde del llanto

—Nena, sí lo haré. A menos, que te alejes de Kim, le harías un favor ¿No crees?—sonrió entregándole el aparato a otra chica

— ¿Por qué lo metes a él?—cuestioné cruzándome de brazos

—Porque sé que te gusta... Y te quiero hacer miserable por ser una maldita entrometida, —comenzó a reír como una desquiciada.—Te dije que no te metieras en mi camino...

Luego de decir esas palabras, sentí cómo algo frío impactó sobre mí, sus secuaces me habían tirado agua sucia. Tiraron los baldes en el piso y se fueron de allí riendo, dejándome con unas ganas inmensas de llorar y totalmente empapada.

— ¡Yah, minion!—gritó Changbin entrando agitado al gimnasio.

So Ri venía detrás de él igual de exaltada. Los miré algo desconcertada pero sólo quería llorar, él me abrazó sin importarle como estaba. Mis ojos picaron más, las lágrimas por fin salieron y me aferré más a él mientras lloraba.

Odiaba el hecho de que metieran a Seungmin en todo esto ¿Por qué no puedo ser feliz? 

Siempre fui tímida, y cuando me gustaba alguien era igual, pero con Seungmin fue diferente. Me gusta tanto que tuve miedo de que me fuera arrebatado como Minho, así que reuní todo el coraje para decirle a Kim lo que sentía y ser cómo soy con él, aunque había veces que mi timidez volviera.

 ¿En serio tengo que alejarme de él sólo por eso...?