Especial de Navidad 🎅🏻

264 21 3
                                    

(N/A: Esta historia no tiene que ver ni afecta en nada la historia original del fanfic, solo es un pequeño regalo de Navidad de mí para ustedes. Espero lo disfruten tanto como yo disfruté escribirlo. Algunas fotos que publiqué en el capitulo para hacerlo más "dinámico" son editadas por mí, y no representan ninguna red social ni cuenta verdadera. Ya sabrán de lo que hablo cuando lo vean. En fin, que disfruten 😊).

24 de diciembre

     El paisaje afuera se teñía cada vez más de un blanco tan puro como la sonrisa de un niño. La temperatura bajaba cada vez más y más y la alegría de la Navidad se hacía más evidente, con solo horas faltando para tan esperado día por muchos. O la mayoría. Para Atsumi... No tanto.

     Encerrada en su cuarto mirando el techo, ya conocía la rutina. Un día más de lo mismo. Parecía feliz pero no lo estaba. Sonreía por fuera pero solo era una máscara. Y, aunque estaba rodeada por personas que la querían, se sentía más sola que nunca. ¿La razón? Ni ella misma la conocía. Simplemente se sentía de esa forma: deprimida. Sabía que necesitaba ayuda pero no sabía cómo buscarla o por dónde empezar, es por eso que se encerraba literalmente y figurstivamente. Tenía miedo de pedir ayudar y ser juzgada o peor, salir lastimada.

Knock, knock.

     Se trataba de su madre, como todas las mañanas tocando su puerta para saber cómo seguía. Y al igual que todos los días, no recibió respuesta, más si el mismo plato vacío frente a la puerta de su cuarto.

—Atsumi, te dejo el desayuno en el mismo lugar de siempre. Cuando te sientas mejor ven a verme. Habla conmigo. Te extraño, y solo quiero que estés mejor...

     Le dolía saber que se encontraba en ese estado. Incluso cuando Atsumi habló con ella y le contó cómo se sentía no fue suficiente. Probablemente por miedo a que le dijera algo, la regañara o la juzgara simplemente se retractó, se encerró en su cuarto y se alejó de todos. De eso ya can casi tres semanas.

     El sonido de un teléfono hizo eco por toda la casa. Se trataba de Nadeshiko, llamando a la mamá de Atsumi como todos los días. Desde que pasó lo que pasó Atsumi perdió comunicación con todos, incluso con Aomine, por lo que llamaban a su madre para saber de ella y cómo podían ayudarla.

—Nadeshiko-chan, ¿cómo estás?

—Quisiera decir bien pero me siento egoísta diciéndolo.

—No tienes porqué. Te he dicho a ti y a todos los demás que no se sientan responsables por como esta Atsumi. Todos queremos que se sienta mejor, y estamos ahí para ayudarla y no dejarla sola. Es ella quien tiene que dar ese pequeño paso.

—¿Todavía me pregunto qué la habrá hecho dar ese paso hacia atrás cuando buscó ayuda? 

—Yo me hago la misma pregunta. Sólo sé que en su momento, si una vez lo hizo, lo volverá a hacer, y estaremos ahí para ayudarla.

—Así es, cuente conmigo. Y con todos los demás. Todos estamos preocupados por ella.

—Lo sé, y me siento feliz de que mi hija tenga amigos y un novio tan maravilloso como ustedes. Hasta ahora todo sigue igual pero cualquier cosa que pase te llamaré a ti, a Atsushi o a Aomine-kun y les dejaré saber.

—Gracias, luego le llamo entonces.

—Esperaré tu llamada, cuídate mucho.

     Luego de colgar la llamada Nadeshiko soltó un suspiro largo mientras sentía sus ojos llenarse de pequeñas lágrimas. Odiaba saber que su amiga estaba así. Ahora más que nunca pudo darse cuenta que la depresión no discriminaba. Atsumi, una chica alegre, una chica que siempre reía, que siempre hacía bromas con los demás, que siempre mostraba una gran y bella sonrisa... Lo peor de todo es que nunca ni ella ni nadie lo notaron; eso es lo que más le molesta y le duele.

La Generación de los Milagros se enfrenta... ¿en el amor? Where stories live. Discover now