Capítulo 7. Respuestas que nunca se dieron

235 25 32
                                    

Al día siguiente Megan llamó a los Moon a las siete de la mañana, había tenido una emergencia familiar y tendría que posponer la entrevista para el día siguiente.

—No hay problema— dijo Austin al teléfono —espero que todo vaya bien.

Colgó el teléfono y se volvió a tumbar en la enorme cama, miró a su mujer, su pecho subía y bajaba lentamente al ritmo de su respiración y él decidió que lo único que podía hacer era intentar volver a dormirse. Pero justo antes de cerrar los ojos tuvo una idea y mandó un mensaje al grupo que compartía con Ally, Trish y Dez «Día de trabajo cancelado ¿quedamos para comer?».

A las once Ava y Alex entraron por la puerta de la habitación de sus padres gritando.

—¡Mamá, papá! ¡Ya es hora de levantarse!

—¿Qué hora es?— preguntó Ally bostezando.

—Más tarde que ningún día— contestó su marido riendo —parece que tenías mucho sueño acumulado.

—¡Austin, llegamos tarde! ¡Megan nos estará esperando!

—Tranquila, me llamó por la mañana, ha tenido que cancelarlo.

Ally lanzó un suspiro de alivio y la familia al completo bajó a desayunar. Austin miró su móvil y vio que sus dos amigos habían dado luz verde a su propuesta.

—Por cierto— dijo él —les he dicho a Trish y a Dez que si querían que comiésemos juntos.

—Claro, ¿por qué no les invitas aquí?

—¿Pueden venir Darren y Magnolia?— preguntó Ava.

—Por supuesto que si cariño— dijo su madre que también tenía ganas de ver a los hijos de sus amigos.

•••

Después de comer y de dejar a sus hijos jugando tranquilamente en la habitación que los dos hermanos compartían los cuatro se sentaron en el salón a tomar café y charlar.

—Echo de menos los tiempos en los que estábamos juntos todo el día— dijo Ally mirando a su alrededor.

La escena parecía sacada de un libro victoriano, cuatro amigos que se juntan a charlar de trivialidades sin preocupaciones.

—Y yo, ¿os acordáis de el último año de instituto?

—Lo que mejor recuerdo es el verano— contestó Trish —esa gira fue increíble.

—La verdad no se como fuiste capaz de organizarlo todo, eras una manager increíble.

Cuando Trish empezó su carrera de actriz y tuvo que irse a México a grabar su primera película Austin y Ally se habían quedado sin manager y todos los intentos que habían hecho de organizar conciertos habían resultado una completa odisea.

—Fue gracias a vosotros, me disteis una oportunidad —dijo ella de forma sincera —en el resto de trabajos me despedían al primer fallo así que muchas veces no duraba más de un día.

—Lamento romper esta conversación tan emotiva pero el partido está apunto de empezar— murmuró Dez en el oído de su amigo.

—Lo siento chicas, nosotros nos vamos al sótano a ver el baloncesto— dijo Austin levantándose.

—Vale, pero intentad no hacer demasiado ruido— respondió Ally —por mucho que gritéis los jugadores no pueden oíros.

Los dos mejores amigos bajaron al sótano donde la familia había instalado una pequeña sala de cine con una pantalla gigante, altavoces envolventes y una máquina de palomitas.

When Future Becomes Past.Where stories live. Discover now