Un último recuerdo

17K 1.9K 128
                                    

Hola, Mil. Estoy nervioso, ¿puedes creerlo? Me siento... extraño.

Y es que hoy he venido a disculparme contigo. De verdad, lamento no haber pasado más tiempo aquí a tu lado, pero últimamente mi cabeza ha sido un desastre. Hace alrededor de quince días me enteré de que habías sufrido un paro respiratorio y yo... me volví un poco loco. Incluso después de saber que estabas estable y fuera de peligro, mi imaginación planteaba mil escenarios que pudieron haber acabado contigo; acabado conmigo y... me di cuenta de que no soy tan fuerte como aparento serlo. Aquí la fuerte siempre has sido tú y yo me derrumbo poco a poco sin ti. 

Temo que si sigo así, terminaré volviéndome loco finalmente. Temo que si no despiertas, estaré vagando por el mundo sin sentido. Temo que si mueres, yo moriré junto contigo. Temo no recordar quién soy, Milay. Tengo muchísimo miedo de que mis sentimientos acerca de ti me consuman. 

Joder, Mil, tengo miedo de no sobrevivir a esto, cuando debería preocuparme por que  sobrevivas. ¿Eso me hace un cobarde? Te amo tanto; dependo tanto de ti, que en estos pasados meses siento como si hubiera perdido mi identidad.

¿No es esa clase de amor uno enfermizo? Dios, Milay, nuestro amor es lo más puro y sano que existe. ¿De verdad puede este sentimiento ser incorrecto? ¿Puede, lo que tenemos, ser algo equivocado? Necesito averiguarlo por mi cuenta, cariño. Necesito encontrarme de nuevo. ¿Cómo vas a encontrarme tú de vuelta si yo mismo no puedo hacerlo? 

Yo... Necesito despejarme un poco. Necesito dilucidar mis pensamientos. Como aquella vez que casi te perdí, ¿recuerdas?

Uno de tus exnovios había regresado a la ciudad poco después de que nosotros comenzamos a salir, y me volví loco al saber que habías aceptado una invitación a cenar de su parte. Ni siquiera dejé que te explicaras; actúe como un hombre celoso, un posesivo cavernícola y te grité. Y tú solo me viste con tus grandes ojos marrones. No había nada en ellos. Ni dolor, ni pena, ni culpa... Nada. Y eso me desubicó.

Te dije que necesitaba un tiempo y tú me lo diste. Había necesitado aclarar mi cabeza acerca de mi comportamiento irracional y me di cuenta de que de verdad me importabas; de que eras diferente y por eso había querido rugir ante la amenaza de alguien más alejándote de mí. Y, justo entonces, la realización de que no te había dejado expresar los hechos me golpeó. Te juzgué y acusé sin darte tiempo a contarme lo que en realidad había pasado. La culpa me embargó y dejé pasar un par de días para poder disculparme contigo de la manera correcta.

Cuando te llamé y tu voz delató lo mucho que me habías extrañado, el alivio embargó mi cuerpo. Me deshice en disculpas y te pedí que me contaras lo que había pasado, entonces me explicaste que solo le habías dejado en claro que estabas viéndote con alguien más, conmigo, y que ibas muy en serio. Te creí, no tenía ninguna razón para no hacerlo, y me sentí muy feliz.

Así que ahora, como en aquel entonces, me tomaré un tiempo para aclarar mi cabeza si te parece. Tal vez luego vuelva arrepentido y me deshaga en disculpas como la última ocasión, tal vez mi cabeza se disipe de toda esta neblina y me deje ver con más claridad lo que soy; lo que pienso, siento y quiero. Tal vez vuelva, tal vez no.

Yo... te amo, Milay. Nada cambiará nunca el hecho de que tuviste mi corazón; de que siempre tendrás un pedazo de mi alma, pero por ahora te digo adiós.

O quien sabe, tal vez sea un hasta pronto. Que sea cómo la vida decida. Si esta nos juntó una vez, puede hacerlo de nuevo. Si no es así, tal vez sea porque simplemente no estábamos destinados. Pero ahora te digo, con todo el dolor de mi alma, que si deseas irte, puedes hacerlo. No te voy a retener si estás sufriendo. No quiero ser egoísta por más tiempo.

Yo siempre te voy a amar, Mil, y si no puedes quedarte lo comprenderé. Siempre voy a ser tuyo y tú siempre estarás conmigo.

Adiós, amor. Nunca te olvidaré.



Momentos contigo ✔ [2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora