Teach me to love. |Fórmula 1|

Tattoo

-¡Chicos!, no me están ayudando. -Hablé cruzándome de brazos, mientras ellos se reían.

-Yo quiero ayudarte, y no me escuchan. -Habló histérico Raikkonen.

-Bueno, es que están todos gritando. -Rodé los ojos, y nos quedamos en silencio para escucharlo.

-Mi cara y abajo mi nombre completo con un corazón. -Terminó de hablar y me miró sonriendo.

-¡KIMI! No me voy a tatuar tu cara. -Hablé riéndome fuertemente.

-Para eso, que se ponga "Lando Norris es el mejor de todos" yo también quiero un tatuaje en mi honor. -Bufé y me tiré en el sillón. Alguien me levantó, se sentó, e hizo que apoyara mi cabeza en sus piernas. Miré para arriba, y vi que era Sebastian; Le sonreí y él empezó a acariciarme el pelo.

-Ven, por Seb, si me tatuaría algo. -Hablé haciendo que él riera y los demás se enojaran.

-Lo siento chicos, pero ya debo irme. -Habló Pierre, acercándose a saludar a todos.

-Pero recuerda que hoy es la cena, ¿llegaras? -Preguntó Verstappen.

-¡Es cierto! -Se golpeó la frente negando. -Había arreglado para cenar con mi amigo, que estúpido, le avisaré que no puedo.

-Espera. -Sacó la vista de su celular, para mirarme.  -¿Por qué no lo invitas? solo seremos nosotros. -Hablé despreocupada.

-¿Más gente? apenas los aguanto  a ustedes.

-¡Carlos! -Le pegó Lando al escucharlo.

-¡Es chiste! me golpeaste fuerte. -Sainz le devolvió el golpe, haciendo que esta vez, Norris se quejara, y se empezaran a golpear, corriendo por toda la habitación.

-¿Pueden comportarse acorde a su edad? -Me reí por el comentario de Max.

Me llegó un mensaje de Charles, por lo que me despedí de todos y salí de la habitación, rumbo a la de él.

-Hola bonita. -Me dio un beso en la frente y me dejó pasar.
-¿Cómo estuvo la reunión? -Pregunté acomodándome en el sillón junto a él.
-Bastante bien, fue algo tranquilo. ¿Estabas con los chicos?
-Si, me estaban "ayudando" a elegir que tatuarme.
-Todos quieren que te tatúes su cara, ¿Verdad? -Me reí asintiendo y él negó sonriendo.
-Yo tengo una idea. -Lo miré alzando una ceja, esperando a que siguiera hablando.
-¿Confías en mi?
-Para otras cosas si, para que elijas el diseño, no. -Se cruzó de brazos mirándome mal, causándome ternura y risa.
-De acuerdo, confío en ti. -Sonrió feliz y me agarró de la mano, levantándome del sillón.
-¿Qué haces? -Pregunté confundida, ya que se dirigía a la puerta.
-Iremos a tatuarte. -Habló obvio.
-¿Qué? ¿Ahora?
-¿No quieres?
-Me da miedo que hayas pensado tan rápido en un diseño. Te quiero pero no me tatuaría tu cara. -Se empezó a reír fuertemente y yo lo miraba, ¿Cómo podía ser tan hermoso? Su risa era maravillosa, él lo era.
-¿Tengo algo en la cara? -Se acercó tomándome de la cintura.
-¿Además de belleza? No, nada. -Me besó dulcemente, cuando terminó el beso, no se alejó, quedó con nuestras frentes juntas, mirándonos.

-No te voy a hacer tatuar mi cara.
-De acuerdo. Confiaré en ti. -Me dio un último beso, y salimos de la habitación.

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-¿Ya está? -Pregunté confundida, había tardado apenas cinco minutos.
-Si, es algo pequeño y sencillo.