CAPÍTULO 23

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*Pov Lillian*

—¿Sabes?, mi topó en la DEO... bueno, ex topó porque acabé con su vida por no informarme a tiempo sobre el caso de la Asesina de mundos— dije mientras caminaba a su alrededor, admirando mi obra de arte— antes de acabar con él, me informó que mi querida hija junto a tus primos y otros, llegaron a separar a la Asesina de mundos de Samamtha Arias.

—¿Ah si? Es una lástima— respondió ella, con voz arrogante haciendo que riera.

—Lo sé, cariño— fingí un tono de voz triste, pero ella río al saber que solo estaba siendo falsa— pero te tengo a ti y sé que eres lo suficiente fuerte para cumplir con tu tarea.

—Lo hago por mí, no por ti— su arrogancia me llegaba a colmar la paciencia, pero solo le dedique una sonrisa en aprobación.

—Lo sé, querida.

Mis pasos no dejaban de rodearla, apreciando una vez más mi obra de arte.

La armadura negra cubría todo su cuerpo, se moldeaba perfectamente a éste casi hasta parecer que era su propia piel.  En sus brazos la armudura llegaba hasta sus nudillos dejando los dedos al descubierto y ésta misma en la parte superior llegaba a cubrir hasta sus hombros, por lo que debajo se asomaba una tela negra que llegaba a cubrir su cuello, teniendo una abertura al frente, y seguidamente se podía apreciar la capa negra llegando un poco más debajo de sus pantorrillas, era una maravilla.

El cinturón de color plateado al igual que el emblema en su pecho hacían mucho contraste. La S estaba radiante y el diamante en donde estaba encerrada estaba delineado con el mismo color planteado, mientras que el fondo seguía siendo negro. Era como una placa en su pecho haciendo que el emblema resaltara.

Su frente estaba adornada por una tiara plateada y de ésta, de su mismo material, estaba conectado lo que cubría a los costados de su rostro hasta su barbilla. Esto con el fin de que al presionar un costado de ella una máscara cubriera su rostro.

—Debo admitir que este traje es mucho mejor que el traje de Supergirl— dije riendo, y ella enseguida esbozó una sonrisa— pronto el Dios llegará a éste mundo cuando tú acabes con los Super, y juntos podremos gobernar.

Ella sonrió de oreja a oreja dándome a entender que estaba de acuerdo con la idea y una sonrisa también apareció en mi rostro.

—Hoy es tu día de gloria— la animé, comenzando a caminar nuevamente a su alrededor y viendo como alzaba su pecho en orgullo— hoy por fin podrás acabar con tu familia _________ y vengar lo que te han hecho.

Cuando me detuve enfrente de ella, miré fijamente sus ojos y me di cuenta que la Kryptonita roja había hecho efecto en ella. Estos mostraban grandes anhelos por arrasar con todo a su paso y de acabar con su misión, aquella misión que le hice dar a entender hace un tiempo atrás.

—Lo haré, Lillian.

Lo último que vi fue como sus pies dejaban de tocar el suelo, empezando a levitar en el mismo lugar. Luego me dedicó una sonrisa de arrogancia, para después estirar sus brazos hacía arriba al igual que su cabeza y finalmente desaparecer por el hueco que había hecho la noche anterior.

...

*Pov Lena*

Mi aspecto seguramente era de alguien que no hubiera dormido por horas, y así era, no había dormido por horas. Separar a la Asesina de mundos del cuerpo de Samantha fue más difícil de lo que llegue a imaginar, fueron horas y horas de adrenalina que llegaron a agotar mi cuerpo.

Ella se veía tranquila sobre la camilla y todavía con algunos aparatos conectados a su cuerpo. Una sonrisa casi dolorosa apareció en mi rostro al saber que ella ya no estaba en peligro alguno.

Lena Luthor y Tú | Mi MisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora