Capítulo 12

206 17 1
                                    

12

Cleo cogió el teléfono con su brazo bueno mientras Bum jugaba con la escayola de su otro brazo. Se alegro de volver a oír la voz de Dominic. La llamaba y la visitaba desde el incidente, hacía ya dos meses. Sin embargo, desde que Alistair y ella salían de una forma más oficial, le sentía más distante, y no sabía por qué.

– ¿Estabas durmiendo? –pregunta lógica, al ser de noche.

– Ni un hola, ni nada – se rió Cleo – vaya caballero. Si, estaba a punto de ponerme el pijama.

– Deberás esperar un poco más – no necesitó más, sabía que la necesitaba. Y, para que negarlo, echaba de menos al grupo. Se sentía muy integrada, aunque Russ seguía pareciendo algo incomodo ante su presencia –Es tarde, ¿puede traerte Cattell?

– No, lleva días casi desaparecido. En pocos días, terminaran el proyecto Aqua y esta atareado con los preparativos de la inauguración. No te preocupes, puedo ir sola.

De nada le sirvió mostrar su independencia, Dominic la obligó a esperarle. Cuando llegaron a la oficina, ambos se dirigieron al laboratorio de Russ, donde Eiko y Bruce le acompañaban. Que la alborotadora y extrovertida Nakamura estuviese tan seria como los chicos, hizo que un escalofrío recorriese el cuerpo de Cleo. Dominic se percató y la rodeó amistosamente, dándole ánimos.

– ¿Qué tenéis? –la seriedad de sus palabras chocaría con la ternura de sus actos. Ellos ya estaban acostumbrados, Cleo ni siquiera se dio cuenta de la discrepancia, junto a él se sentía segura. Sabía que era un amigo con el que se podía contar para lo bueno y para lo malo.

– Los libros de los Merieles han sido de mucha utilidad – les dijo Bruce – suerte que no hemos tenido que pagar caro por ello. Me alegro de verte de nuevo, Cleo.

Ella le sonrió, por agradecimiento. No recordaba nada desde que el suelo desapareció en el refugio de los Merieles, hasta su despertar en el hospital, rodeada por sus amigos. Dominic había decidido callar su papel de Mac. Solo había sido una confusión propia de un golpe en la cabeza y lo que menos deseaba era alejarse de su compañera. Era su apoyo en las calles y debían rodearse de un buen ambiente. No, mejor que no supiese que él conocía su pasado.

– Entonces, ¿ A qué esa cara de funeral? – Bruce recogió un viejo libro de la mesa y lo abrió. En una página, un colorido post– it le indicó donde estaba lo que buscaba. Luego, comenzó a leer.

De todos los demonios que pueden provocar el caos más absoluto, Baal es el peor y el que más desearía cumplir ese sueño. Este príncipe de las bestias, es odiado y temido a la vez por sus semejantes. Es tan despiadado y cruel que nació sin un corazón para sentir, por lo que necesita arrebatárselo a los demás para vivir y disfruta de ver la agonía en los ojos de sus víctimas.

Aunque no le gusta compartir sus triunfos con nadie, en nuestro mundo le espera un gran ejercito, ansioso por destruir y asolar el Nuevo Planeta.

A día de hoy, no tenemos constancia de que el Soberano Baal haya decidido adentrarse a la Tierra para cumplir su objetivo, posiblemente porque no viajaría sin su tropa y eso aún es bastante imposible. La puerta del más allá no puede soportar tal transporte de carne demoníaca, es demasiado pequeña. El día que lo consiga, el destino de los hombres esta sellado en la muerte y la oscuridad. Que Dios se apiade de ellos”

Bruce terminó y se hizo el silencio. Tales palabras debían ser asimiladas. Por supuesto fue Valentine quien lo rompió.

– Conque tenemos un noble en nuestra ciudad – luego se rió – pues no me da miedo. Baal mató a Tim, y no pienso parar hasta que pague con la misma moneda.

Oscura Redención (Acabada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora