Capítulo 12: Entre clases

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¿QUÉ HA OCURRIDO HASTA AHORA?

―Me encanta cuando te enfadas -Le dije sonriendo. Cuando se enfadaba parecía mucho mayor.

―¿O sea, que lo tendré que hacer más a menudo para no perderte? -Dijo sin levantar la cabeza, pero mirándome por encima de las gafas de pasta que utilizaba para leer. En su cara se dibujó una media sonrisa. Me encantaba esa sonrisa en los chicos.

―Puede ―Le contesté yo.

―Te quiero -Me dijo Lucas muy flojito, con la cabeza ya levantada y mirándome fijamente a los ojos. Yo no le contesté, pero le dediqué una sonrisa. Le dije adiós y me fui de la clase pensando: "Tengo tiempo para decidirme, pero a Lucas no lo cambio por nada del mundo, además, mientras nadie lo sepa.... No hay problema".

Lo que no sabía en ese momento es que detrás de la puerta había alguien que lo había oído todo.


CAPÍTULO 12: ENTRE CLASES

Pensando en mis cosas, llegué a la cafetería. Era muy grande comparada con la que tenía en el antiguo instituto, pero más pequeña que las cafeterías que salen en las series americanas. Había mesas rectangulares por todos sitios, algunas más largas que otras.

Miré hacia la esquina de al final a la derecha, donde nos sentábamos la mayoría de las veces, y allí estaban mis amigos.

Me acerqué a ellos y vi que Mariona me sonreía, en cambio, Eulàlia me miraba con cara de pocos amigos.

―¡Joder, siempre que tenemos clase con Lucas te quedas la última! —Me dijo una vez me había sentado en la mesa—. La próxima vez te espero...

Yo rebusqué mi sándwich en la bolsa para no hacerle demasiado caso a Eulàlia― Como quieras ―. Le dije para sacarle importancia, aunque por dentro deseaba que no lo hiciera. No quería que Eulàlia me esperara, me gustaban esos pequeños momentos con Lucas. Eulàlia me lanzó una mirada asesina, acompañada de una sonrisa.

Nos pusimos a comer cada uno su desayuno, parecía como si no hubiéramos comido desde hace días, demorábamos nuestros bocadillos. Delante mío, Marc y Adrià charlaban bajito, soltando alguna risita de vez en cuando. No llegué a escuchar lo que decían, pero seguro que hablarían de "cosas de chicos".

―Por cierto —Dijo Eulàlia al cabo de unos minutos—, ¿no tenía que venir tu novio un día de estos? ―Preguntó.

Nerviosa por aquella pregunta imprevista, le dije que sí rápidamente y miré disimuladamente a Mariona pidiéndole ayuda.

—¿Alguien quiere venir a mi casa mañana para estudiar? —Dijo ella, elevando el tono de voz para que la oyéramos—. Recuerdo mejor las cosas si estoy con alguien mientras estudio.

Eulàlia, que iba a decir algo, se calló de golpe y la miró con los ojos abiertos, pero no dijo nada. Fue Marc quien rápidamente habló.

―Ven a mi casa ―Le dijo a Mariona sonriendo—, además mi hermana tiene exhibición de gimnasia y mis padres irán a verla; así que estaremos solos. Y encima es una perfecta excusa para no tener que ir yo también a verla.

—Vale —Aceptó Mariona—, pero me tienes que prometer que a la próxima actuación irás a verla. Seguro que a ella le encantaría que su hermano mayor la fuese a ver.

Marc tenía una hermana pequeña de 9 años, Marta. La había visto alguna vez cuando Marc la acompañaba a ir a algún sitio. A diferencia de su hermano que tenía el pelo oscuro, Marta era una chica de pelo rubio, no demasiado bajita para su edad. Por lo demás, era igual a Marc. Tenía los mismos ojos que él, y por lo poco que había podido ver, también estaba siempre riendo y quejándose.

―Es verdad —Dijo Eulàlia mientras Marc y Mariona hablaban—, a mí también me cuesta más si tengo que estudiar sola. Bueno, en realidad me cuesta de todos modos, eso de estudiar no se me da muy bien —Entonces me miró a mí—. ¿Nadia, vienes a mi casa? —Preguntó.

―¿Mañana? —Le pregunté, aunque la respuesta era obvia. Ella asintió—. Vale, pero para estudiar. No quiero terminar hablando ni de Lucas ni de Jack, ni de cualquier otra estupidez que se te ocurra —Le advertí, yo siempre había sido buena en los estudios, y no quería que eso cambiara solo por estudiar con Eulàlia. Ella hizo cara de pocos amigos y me sacó la lengua.

―Yo iré a estudiar con María —Anunció Jordi, que puso su brazo encima de sus hombros y la miró—, ¿no? ―Preguntó, y ella asintió con la cabeza con una sonrisa de oreja a oreja.

―¡No me jodas que estáis saliendo! —Exclamó de repente Marc, con los ojos muy abiertos. María y Jordi no dijeron nada, pero se miraron y se sonrieron, dejando por obvia la respuesta.

―¿Y tú Adrià? —Preguntó Mariona a Adrià, que todavía no había dicho nada. Adrià era, de todos los chicos que había conocido, el más tímido, aunque no por eso el menos simpático ni el menos guapo.

―Puedes venir a estudiar con nosotras―Dijo Eulàlia rápidamente―, si quieres claro. No hay ningún problema, ¿verdad Nadia? ―Preguntó mientras giraba la cabeza hacia mí, para mirarme. Yo negué con la cabeza: ¡Claro que no había ningún problema!

―No lo sé —Dijo Adrià, que se había puesto repentinamente nervioso—, ya os diré algo. Pero yo ya puedo estudiar solo... ¡Soy inteligente!

Mientras Eulàlia le respondía un "Claro, claro", vi que Lucas y Jack acababan de llegar a la cafetería y pasaban por delante de nuestra mesa para irse a sentar en una vacía. Yo no pude evitar mirarlos a los dos. Los dos profesores más jóvenes juntos... ¡Eso no se veía cada día! Cuando Jack me miró por una fracción de segundo, no pude evitar ruborizarme un poco y giré rápidamente la cabeza para mirar hacia otra dirección. Entonces me di cuenta que muchas chicas les miraban.


*NARRA LUCAS*

De camino hacia la cafetería, me encontré a Jack que también se dirigía hacia allí, así que me uní a él y entramos juntos para comer. Nada más entrar, vi a Nadia sentada con sus amigos en una mesa de al fondo. Un poco más a la derecha, había una totalmente vacía.

—Allí hay una mesa —Le dije a Jack moviendo la cabeza para indicarle dónde estaba.

—Vamos —Me contestó él, y nos dirigimos hacia allí. Pensé que lo mejor sería no mirar a Nadia, así que cuando pasamos por su lado, gire la cabeza hacia Jack para decirle algo, pero me encontré en que él miraba hacia ella.

―Oye —Le dije una vez ya nos habíamos sentado, de espaldas a Nadia—, ¿porque mirabas tanto a ésa chica? —Pregunté señalando disimuladamente con un dedo hacia atrás—. La rubia.

―¿Nadia? —Preguntó Jack, aunque estaba claro que no esperaba ninguna respuesta—. ¡Porque está súper buena! Si no fuera porque soy su profesor me la liaría, lástima de eso, porque entre un profesor y una alumna no puede haber nada, ¿verdad? —Preguntó tranquilamente, como si de lo que estuviera hablando fuera lo más normal del mundo. Yo no respondí nada, ni hice ningún gesto con la cara—. Oye, si me liara con ella, ¿se lo dirías a alguien? No quiero que me despidan con eso...


NOTA DEL AUTOR

Espero que os gustee!!! El próximo miércoles otro capítulo :D Que estos días estoy inspirada!

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Sí, profesor [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora