Capítulo 91

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    POV CARLA

He llegado a la sede principal multinacional de Christian Grey, – mi yerno–.  Realmente es un inmenso edificio de veinte plantas, todo es de vidrio y acero, y con las palabras GREY HOUSE en un discreto tono metálico en las puertas acristaladas de la entrada.

Tú puedes Carla, él no te reconocerá.

— ¿Todo bien?— Me pregunta Bob, cuando atravesamos el vestíbulo.

— Todo bien— miento

No fuí capaz de confesarle la verdad a mí esposo, me excusé diciéndole que está ciudad me ponía nerviosa, y el viaje había Sido agotador, sé perfectamente que Bob, no me creyó y sólo me dejó en paz por qué está concentrado en su reunión con el señor Grey, pero una vez que regresemos al hotel empezará invadirme con preguntas, yo por ahora sólo he podido ganar tiempo.

— Me imagino que debo anunciarme con la recepcionista— añade

— Seguramente.

Él sólo niega con la cabeza, irritado por mi extraño comportamiento.

Debo calmar estos nervios, mi corazón pareciera que quisiera escaparse por mi boca.

Mientras mi marido aprovecha de anunciarse con la recepcionista yo aprovecho de inhalar y exhalar. Inhalar y exhalar.

— El señor Grey, nos está esperando— me dice.

No se acordará de ti.

Entramos al ascensor, afortunadamente con nosotros entran dos señores más, eso servirá para que Bob, se distraiga y no me esté regañando por mi actitud fría y distante con él.

Bob, saluda cortésmente a los señores, y ellos responden educadamente el saludo de mi esposo. El ascensor se detiene en el piso quince, y los señores se bajan.

— Cambia esa cara ¿Quieres?— Espera

— Es la única que tengo... Además estoy preocupada—

— ¿Por qué?

— Por que quiero que todo salga bien, y tú hagas ese negocio que tanto quieres.

— Tranquila— toma mi mano y lo aprieta— he trabajado duro durante los últimos seis meses, todo saldrá bien—

Conozco tus capacidades, sé perfectamente que conseguirás un trato con Christian Grey, lo que realmente me preocupa es que él me reconozca y te diga quién soy realmente.

Finalmente llegamos a la planta veinte y las puertas del ascensor se abren. Salimos a otro enorme vestíbulo, obviamente de vidrio. Nos acercamos al mostrador.

— Buenos días— le dice mi esposo a la señorita rubia que está sentada al otro lado del mostrador de piedra. — Soy Robbin Adams y tengo un almuerzo de negocios con él señor Grey

— buenos días— responde amablemente— voy anunciarlo con su asistente, por mientras acompañe a Olivia quién lo conducirá hasta la sala de juntas.

— Gracias.

— Por favor sígame— nos dice otra rubia. Seguramente es Olivia

Seguimos a Olivia hasta la enorme sala de juntas.

La sala de juntas es exageradamente grande, delante de los enormes ventales hay una mesa de madera oscura donde cómodamente pueden comer doce personas. Esto es intimidante

— Wow— exclama mi esposo asombrado.

— ¿Desean un café, un vaso de agua, o cualquier otra cosa?— Nos pregunta Olivia

Mi Amada AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora