Capitulo l

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POV Carrick

- Cariño que bueno que ya llegaste- se acerca mi guapa esposa y me da un largo beso.

- ¿Como estuvo tu día?- Le pregunto

- Como siempre, niños con gripe, algunos con rasguños.- Sonríe. Grace, lleva quince años ejerciendo en la pediatría. Es la mejor pediatra de Seattle, y no es porque yo sea su esposo y la admiro, si no que realmente mi esposa es la mejor pediatra.

- ¿Donde están los muchachos?- Mis hijos están de vacaciones, y han venido a casa para pasar mas tiempo con nosotros, pero lo que menos hacen es pasar en casa.

- Elliot, y Christian, salieron y Mía esta en la cocina..."ayudando a preparar la cena"-

-¿Viene tu primo a cenar?- Mi hija de doce años solo ayuda en la cocina, cuando viene a cenar su tío, y todo porque el no viene con las manos vacías, siempre le trae regalos costosos.

- Si, Raymond, viene a cenar...y también viene tu primo - uff, no tengo nada en contra de mi primo Linc, pero su esposa no la soporto. Es una perra.

- Pensé que sería una cena familiar-

-¡Carrick!- Grace golpea mi brazo.-

- No lo digo por Ray, lo digo por la esposa de mi primo- ella sabe que detesto a esa mujer.

- Elena es mi amiga- me reprende

- Menuda amiga que tienes.

-¡Papá!- Llega mi niña, me inclino y abro mis brazos de inmediato para recibirlo.

-¿Como estas princesa?- La abrazo y beso su cabeza.

- Muy bien...¿Supiste que viene mi tío Ray a cenar?- Dice entusiasmada.

- Si...y me imagino que estas haciéndole de cenar ¿Verdad?- Finjo indignación. Ella me sonríe, de inmediato el recuerdo de esa pequeña que vi asustada el medio día cuando fui al orfanato invade mi mente. Se me encoge el corazón. Pobre niña, desearía poder ayudarla

-¿Ocurre algo cariño?- Grace, interrumpe mis pensamientos.

- Después te lo digo...ahora voy darme una ducha y ponerme algo mas cómodo para recibir a las visitas.- Acaricio la mejilla de mi niña...

Estoy parado en la puerta, con una gran sonrisa al ver al gran Raymond Steele Trevelyan.

- Ray Steele- digo tendiendole la mano.

- Carrick Grey- responde sonriendo y estrecha su mano con la mía.

-¡Tío Ray!- Grita mi hija y llega corriendo hasta la puerta de entrada.

-¡Mi niña!- El entusiamado se olvida de mi, y abraza a Mía.

-¿Que me trajiste?- Le pregunta ella, con una enorme sonrisa.

- Hace poco estuve en Italia, y te he traído algunos vestidos-

-¡¿Donde están?!-

- Estas malcriando a esta niña- le digo

- Dejame consentir a mi sobrina, así que ayudame sacar las cajas del auto.

-¡Apresurate papi...ayuda a mi tío con mis regalos!- demanda Mía, y pone sus manos como si estuviera rezando

- Ok...pequeña mandona.

Ray y yo nos vamos hasta donde está su ferrari nuevo.

- Lindo auto- le digo

- Si...hace poco me lo enviaron de Maranello, es un ferrari del año-

- Tal vez me compre uno- le digo mientras sacamos las cajas.

- Deberías...hace dos años que tienes el mismo auto.

- Solo soy un simple abogado, no un magnate como tu- le digo burlón. El suelta una carcajada

- Un simple abogado, que se echa casi un millón de dólares al año- contesta riéndose.

Me da gusto verlo reír. A pesar de tener mucho dinero, la vida no lo ha tratado bien, y le arrebató lo mas preciado que tenía. Su hija y su esposa.

- ¿Como vas con la construcción de tu mansión?- Ray, mandó a construir una enorme mansión en Montesano.

- Esta lista...solo que- se queda pensativo

- Solo que no tienes con quien compartirla - termino la frase por el

- Así es...a veces hubiera deseado quedarme en la ruina...haber perdido todo menos a...- Aun le duele la muerte de su esposa- apresuremonos antes que Mía, salga por nosotros- cambia bruscamente de conversación.

Entramos a la casa, con 10 cajas aproximadamente...Mía, esta ansiosa para ver sus vestidos.

-¡¿Todos estos regalos son para mi?!- Pregunta ilusionada viendo las cajas.

- No, pero si la mayoría, también le he traído regalos a tus padres y hermanos. Por cierto Carrick...¿Donde están los muchachos?

- Eso mismo quisiera saber yo- contesto

- Ah, yo pensé que todo esto sería para mi- dice mi hija, visiblemente molesta.

- No te enfades pequeña dama, aquí están tus regalos - Le entrega las cinco cajas mas grandes.

-¡Gracias, tío Ray!- Mía abraza a su tío.

POV CHRISTIAN

- ¿ Me ayudarás?- Pregunta Elena, dandome una mamada, pero no deja correrme.

- ¿Por...que...porque...quieres a Ray?- Ella me ha pedido que le ayude a conquistar a mi tío el millonario

- No te incumbe - se pone de pie, y me deja frustrado nuevamente.

Solo lleva unas largas botas hasta el muslos. Camina hasta el armario y toma un látigo largo. Mierda va a darme una paliza.

- Te mereces un castigo, por preguntar sobre mis planes- dice con tono frío y duro. No lo entiendo, si me tiene a mi y a su esposo ¿Para que quiere a Ray?

Trato de tirar de las esposas. Estoy esposado con unas esposas metálicas a una rejilla.

- Es...es que ...no entiendo.

-¿Que no entiende? ¿Que estoy dándote una orden, y no quieres obedecer? -

Cuando sacude el látigo con fuerza hacia mi espalda éste restalla, chasquea, cruje, hace un ruido seco muy fuerte. No dolió no dolió, me digo a mi mismo.

- Será mejor ir por una vara o tabla...sabes que eso hasta puede romperte un hueso.

- Te ayudaré- mis palabras salen involuntariamente de mi boca, provocado por el miedo. Ya una vez estuvo por romperme un hueso.

- Así me gusta que seas obediente, pero aun así, mereces un castigo-

No tengo dolor, no tengo dolor me digo mentalmente cuando el látigo vuelve golpear mi espalda.

Actualizaciones los fines de semanas.

Mi Amada AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora