Capitulo Vl

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POV Anastasia

Observo como los demás niños juegan. Ha pasado tanto tiempo que estoy en este orfanato, o tal vez es mi imaginación. Ya me di cuenta, que Carla, no volverá. Supongo que no merezco su amor.

- Anastasia- esa es la señora que se llama psicóloga. -¿Como estas?

- Bien- respondo.

- ¿Estas mejor, de tu pie? -

- Si- ya no duele

- Que bien...pequeña, debo hablar algo contigo.- ¿Que querrá?- ¿Te gustaría ir a una casa, donde vivirás rodeada de lujos?- No entiendo nada

- ¿A una casa?¡¿Carla, vino por mi?!-

- No. Conoces al señor Steele ¿Verdad?- Asiento- El quiere llevarte a su casa- no no no...yo no quiero ir.

- No, yo no...

- Tranquila, ya te he dicho que no todas las personas son iguales, el señor Steele es una buena persona- no me quiero ir de aquí. - ¿Te gustaría ir a la escuela? Aprender cosas nuevas, tener amigas- yo iba a la escuela, pero a mi madre no le gustaba.

- ¿Ir a la escuela?

- Si, ¿Te gustaría?... Vas estar con niños de tu edad, vas a poder aprender. Anastasia, es una gran oportunidad, lo que el señor Steele, esta ofreciéndote.

Ir a la escuela, estar con niños de mi edad, aprender. Pero ¿Y si me hacen daño? ¿Si intentan tocarme?

- El señor Steele, es un buen hombre. Dime que al menos lo pensará- asiento

Me gustaría aprender, pero no me quiero ir de aquí. En este lugar me siento protegida y las monjitas son muy buenas conmigo.

NARRADOR

Los días fueron pasando, y la psicóloga trataba de convencer a Anastasia, que viviría una vida muy distinta con Raymond Steele, el por su parte, estaba poniendo todo su empeño para ganarse la confianza de la pequeña Anastasia, iba todos los días al orfanato. Se acercaba a ella, le hablaba de su padre, de los sueños que tenia Franklin Lambert, de conocer al mundo.

- ¿Que es un continente?- Pregunto la pequeña Ana, el corazón de Ray, dio un brinco, por fin la pequeña le hablaba sin miedo o eso creía el. El ya le había narrado de los países y continente.

- Es un poco complicado, pero te diré que continente es una gran extensión de tierra que se diferencia de otras menores o sumergidas por conceptos geográficos, como son los océanos- la pequeña no entendió nada.

- Entonces ¿Los países están en los continentes?- Preguntó muy curiosa. Ray, sonrió. Estaba feliz que la pequeña estaba tan interesada en oír lo que él decía.

- Sí...¿Que país te gustaría conocer?- Le preguntó Ray, para convertir su sueño en realidad.

- Londres, o no sé - la pequeña solo había oído hablar de londres las pocas veces que fue a la escuela.

- ¿Quiere ir a Londres?- Preguntó Raymond

-¡Siii!- contestó y Ray, por primera vez vio cómo la pequeña se le iluminaron los ojos.

Raymond estaba feliz, no sólo era la hija de su amigo, había algo en esa niña que le hizo despertar ese instinto de protección hacía el, ese instinto partenal que hacía muchos años no sentía, o tal vez nunca lo había sentido, ya qué el nunca​ conoció a su hija.

Raymond, le seguía diciendo a la pequeña Ana, cómo estaba formado el mundo, le habló de la nieve, del mar, de las grandes ciudades. La pequeña Anastasia, por primera vez en su vida se permitió soñar. Cerró sus ojos, y se imagino que conocía la nieve, las ciudades grandes.

Había pasado un mes desde que Ray, y Ana...se habían echo amigo, Ray creo oportuno que era hora que Anastasia, se viniese a vivir con el. Pero había algo con lo que Ray, no imaginaba. Y era que su amante estaba furiosa. Elena, estaba furiosa, no soportaba la idea, que una mocosa llegue a vivir, y lo peor, era candidata segura para quedarse con parte de la herencia de Raymond Steele.

POV RAY

Estoy nervioso, hoy por fin me llevaré a casa a Anastasia, espero que se adapte...a su nueva vida. Ya que tramitaré todo para que ella sea Anastasia Steele, mi hija. Solo espero que Elena, me apoye y me ayude cuidar y amar a Anastasia. Ella necesita tanto amor.

- Señor Steele.

- Madre superiora. - Nos saludamos.

- ¿Viene por Anastasia?- Me pregunta ella un poco preocupada.

- Si, ¿Hay algún problemas?

- No, pero ¿No cree que es muy pronto?

-¿Pronto? Pero si esa niña lleva aquí mas de seis meses.

- Por eso lo digo. Ella todavía necesita adaptarse a una vida donde su madre o lo que había en su pasado, ya no estará.

- La psicóloga ha echo un excelente trabajo, y creo que ya me he ganado de a poco su confianza, así como lo ha echo Carrick.

- Supongo que tiene razón.

Somos interrumpido por una de las monjas, y mi pequeña.

- Hola, señor Steele- me dice al verme.

Me inclino hasta quedar a su altura.

- Hola mi pequeña...he venido por ti- ella se tensa. - Mi niña, ¿Recuerda que hablamos de conocer la nieve, las montañas, las ciudades?- Ella asiente un poco insegura.

- Señor Steele, aquí están las pertenencias de la niña- la monja me entrega un pequeño bolso.

- Te prometo, que haré lo que este a mi alcance para serte feliz- acaricio su mejilla.

- Mi niña, puedes regresar cuando quieras- le dice la madre superior.

Anastasia, empieza llorar y abraza a la madre superior.

- Todo estará bien, nada malo va a pasarte- le dice la madre abrazandola.

- Princesa, debemos irnos.

Tras despedirnos de las monjas, salimos del orfanato. Puedo notar el miedo de la pequeña.

- Todo estará bien- le digo para tranquilizarla. Le abro la puerta trasera de mi auto y a regañadientes ella sube.

Subo a mi auto y enciendo el motor. Ella mira por la ventana, no dice nada...solo se dedica mirar.

Mi Amada AnastasiaWhere stories live. Discover now