No hay tiempo II: Esperaré... Hasta que me perdones

El extraño del aeropuerto

No sabían cuanto tiempo había pasado en el avión, pero las horas se fueron literalmente volando y ya estaban aterrizando en el aeropuerto de Londres, de allí en adelante no sabían cómo iban a seguir las cosas, después del silencio que parecía casi eterno después de que Criss dijera que Evan estaba enamorado de Violeta.

-Parece que está en piloto automático –Criss lo dijo medio en broma y medio preocupado

-Pero si con lo que le dijiste no es para menos –Le respondió Evan

-No le dije ninguna mentira en todo caso –Se excusó Criss

-Te dije que es imposible, que solo necesito protegerla

-Y a darle de nuevo con el tema, asúmelo de una vez por todas Evan

-No tengo nada que asumir

-Si claro como digas, sabes mejor vamos a ayudarla con sus maletas porque como va, es directo a chocar con la cinta transportadora.

Ni bien Criss había dicho estas palabras, cuando violeta cae directamente sobre la cinta y las maletas que iban pasando, recién en ese momento pudo volver a la realidad y a tratar de salir del embrollo en el cual se había metido.

-Cuidado preciosa –Le dijo un chico de unos 28 años bastante guapo y con una sonrisa deslumbrante-.

-Gra...gracias estaba pensando en otras cosas

-Dame tu mano, te ayudaré a salir de allí –Le decía él mientras caminaba a su lado para no perderla, pues la cinta seguía en movimiento.

Violeta le hizo caso, le extendió la mano y el la levantó tan ágil y suave como si fuese una pluma, y con extremo cuidado la depositó a su lado tomándola por la cintura, quedando muy cerca de ella.

Criss por su parte sujetaba a Evan con todas sus fuerzas, estaba furioso al ver como otro tocaba a Violeta, no tenía idea porqué, pero sentía su cuerpo hirviendo por dentro y con ganas de desgarrar cada centímetro de piel de aquel hombre que tocaba a Violeta, no entendía por qué tenía que ser otro quien la ayudara, quien sintiera su cuerpo, no, no podía controlarse, si no es por Criss ya estaría sobre su cuello, estaba tan segado que no podía sentir ninguna sensación a su alrededor.

-Cálmate, es un vampiro

-Qué?, quién?

-El tipo que está con Violeta, es un vampiro, vuelve en ti unos momentos y podrás notarlo

Criss tenía razón aquel tipo que estaba con SU Violeta era un vampiro, mas razón aun para querer rebanarlo y cortarlo en pedacitos, pero sabía que no sería la mejor opción en este lugar.

-Tranquilo chico, respira, relájate y camina unos metros lejos, Violeta sabe lo que hace, o por lo menos deja que tenga un encuentro "normal" con alguien, ahora que para su mala suerte sea un vampiro al primero que se encuentra en Londres, es otra cosa.

-Esta chica tiene el don de volverme loco Criss, solo a ella le pueden pasar estas cosas

Por otra parte Violeta aun estaba sostenida de aquel chico, quien la tenía firme de su cintura...

-Me llamo Erick, es un placer conocerte...

-Violeta –Respondió ella

-Un hermoso nombre para una hermosa mujer –Le dijo Erick acariciándole el rostro

-Gracias, pero ya me tengo que ir, me están esperando –Violeta se separo de Erick y le dirigió una sonrisa  a la vez que tomaba su maleta que afortunadamente estaba pasando por su lado en ese momento.

-Nos volveremos a ver Violeta, no lo dudes...

Violeta miró hacia todas partes buscando a los chicos, hasta que por fin, cerca de la salida los vio parados y a Evan totalmente descompuesto, una cara de rabia que no recordaba desde hace mucho tiempo, y la verdad le dio un poco de miedo, y no sabía por qué él podía estar así.