𝚁𝚎𝚌𝚒𝚙𝚛𝚘𝚌𝚊𝚕 • Soukoku • Finalizada

He is self-destructive and stupid

— A-Así que sí es de compromiso — la voz de Tachihara se hizo escuchar temblorosa entre aquel incómodo silencio — Woah... estoy un poco sorprendido... — se rascó la nuca mientras sonreía falsamente — Siempre pensé que era por estética, nunca pensé que... bueno... eso... yo...

Tachihara, más que incómodo por no saber cómo actuar ante tal información, y porque de un momento a otro se comenzó a sentir enfermizo, desvió su mirada al desconocido castaño.

La mirada de Dazai le pareció penetrante, como si analizara cada uno de sus movimientos.

Los ojos de Tachihara, por inercia, se desviaron a la mano izquierda de aquel hombre, y pudo visualizar una joya en el dedo anular, del mismo modelo que el de Chuuya.

¿Qué?

¿Chuuya estaba comprometido con un hombre?

No es que le pareciese raro, porque él mismo de un día para otro se vio perdidamente enamorado de Chuuya.

¿Pero comprometerse? ¿Para luego casarse? ¿Cómo? ¿En otro país?

¿Realmente ellos ya tenían aquellos planes?

¿Realmente él nunca tuvo ninguna oportunidad con Chuuya?

— Tachihara — La voz de Chuuya salió firme.

El pelirrojo no quería dar indicios de que sabía sobre los sentimientos de su amigo. Dejaría a elección de Tachihara el decírselo o no.

— ¿E-es incómodo para ti? — preguntó con una sonrisa temblorosa.

Sabía que era incómodo para él. Diablos que sí lo sabía. Pero en cuanto tuvo la atención de su amigo en él, se sorprendió de verse a sí mismo sin saber cómo proseguir con aquello.

— Eh... N-no, Chuuya-san. Solo estoy un poco sorprendido, pero no me molesta.

Silencio.

Más silencio.

Chuuya comenzaba a sentir sus oreja demasiado tibias para su gusto y solo quería irse de aquel lugar y acabar con aquella incomodidad; sus manos temblaban sin control.

No podía mirar a Tachihara a los ojos. Y por otro lado, Tachihara tampoco sabía cómo dar por finalizada aquel encuentro que había acabado con él y su corazón roto.

— ¿Chuuya?

El nombrado, involuntariamente miró a Dazai de una forma suplicante.

— Debemos irnos, se nos hace tarde.

¿Tarde? ¿Tarde para qué? Tarde para nada. Dazai sabía que debía terminar con aquella tortura que estaba viviendo Chuuya... y Tachihara también.

— S-si... Tachihara. ¿Podemos hablar otro día? — nuevamente, su voz sonó con miedo.

Porque él realmente no quería perder la amistad de Tachihara. Pero tal vez, tendría que darle tiempo, para que su amigo pueda asimilar tal rechazo indirecto.

Para asombro del pelirrojo, la sonrisa que le regaló Tachihara le dio un poco de tranquilidad.

— Por supuesto, Chuuya-san. Cuando quieras y puedas. — miró nuevamente al castaño y no evitar que su sonrisa vacilara — Fue un gusto. Con permiso. —hizo una reverencia — Nos vemos el lunes, Chuuya-san. Si quieres salir antes, también puedes decirme.

— ¡Si! Si... yo... eso haré... — bajó la mirada y sonrió levemente — Nos... Nos vemos, Tachihara. — Levantó su mano y la movió de un lado a otro despidiéndose silenciosamente del otro.