7:15 Ashton Irwin

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Estuve sola la noche del sábado -otra vez-, no pasó nada nuevo y no me molestaría por ello pero esta vez fue la excepción. Y me sentí mal por haberle mentido a Ashton, claro, pero no había caso para retroceder el tiempo y arreglar mi error.

Llamé a Luke y le pregunté que estaba haciendo (también me disculpé porque me sentí mal respecto a eso), y me dijo algo sobre salir con Brooke, así que no quise molestarlos ni ser la tercera rueda otra vez. Sentí que fui lo suficientemente perra con Luke las últimas semanas y no quería hacer que las cosas empeoraran, así que decidí dejarlo en paz.

Sí las cosas estuvieran normales ahora, llamaría a Michael a pedirle que viniera, y en serio, en serio yo quería hacerlo, pero sabía que no podía. Yo aún tenía un problema para encontrar a Michael y sabía que los dos aún estábamos confundidos y no quise correr el riesgo de que las cosas se tornaran aún más confusas.

Así que desde la partida de mis padres (una gran sorpresa) y yo no tenía nada por hacer (incluso lo que le dije a Ashton sobre lo que había hecho y aún estoy enojada conmigo misma gracias a eso). Estuve desperdiciando mi noche del sábado sentada en el sofá mientras jugaba en mi teléfono, desesperadamente buscando algo por hacer antes de sentirme lo suficientemente cansada para sólo ir a dormir, porque no había nada más por hacer.

Eran las 9:30 de la noche cuando el timbre de la puerta sonó, y tomé un tiempo para ir a atenderla. No pensé que fuera alguien importante así que no me tomé mucha prisa.

Tuve que haber tenido prisa.

Abrí la puerta y encontré a Michael en el porche. No se veía tan diferente como normalmente lo estaba, sólo un poco más cansado y aburrido. Como si no estuviera emocionado con la forma en la que me tardé un minuto en abrir la puerta.

"Hola." Dije, dando un paso hacia adelante.

Michael no respondió, sólo cruzó sus brazos sobre su pecho y miró detrás de mí.

"¿Vas a decir algo?" Pregunté. "¿O sólo nos vamos a quedar aquí toda la noche viéndonos el uno al otro?"

Estaba tratando de moderar un poco el ambiente, sólo porque no sabía el por qué Michael estaba aquí. O sea, claramente él tenía una razón, pero por el momento yo podría decir que él no iba a ceder por un buen momento.

Michael dio una pequeña sonrisa y dio un paso cerca de mí, apoyándose en el marco de la puerta con sus brazos cruzados en su pecho.

"Bien, lo digo en serio. ¿Sólo viniste a mirarme?" Pregunté. Michael asintió. "¿Quieres entrar?" Michael dio un paso adentro de mi casa, permitiendo que pudiera cerrar la puerta detrás de él.

"Te extrañé demasiado." Suspiré, e hice lo correcto al haberle dicho eso. "Y lo siento por lo que sea que haya hecho que te hizo enojar. Desearía que tú, no sé, volviéras a hablarme."

Michael sonrió otra vez, mordiendo su labio inferior. Estaba tratando de tenerle paciencia para que se le facilitara hablar de nuevo conmigo, pero estaba empezando a ser molesto.

"Por favor, ¿puedes decir algo?" Supliqué. Michael se encogió de hombros, aún con la estúpida sonrisa en su rostro, y eso hizo que rodara mis ojos hacia él.

"Por favor, Michael. Yo sólo... odio esto. Tú eres mi mejor amigo, ¿o no? Supongo que soy capaz de decirte lo que sea y se supone que tú también. No deberíamos llevar semanas sin hablar el uno al otro. Eso es mucho. Michael, te necesito. No puedes dejar de hablarme sin razón alguna. Te extraño y te necesito -" Michael me interrumpió.

"Creo que soy la única persona en el mundo que aún juega Flappy Bird, pero rompí mi récord la noche pasada y pensé en ti." Dijo, y no supe explicar lo feliz que me hizo escuchar de nuevo su voz.