CAPÍTULO VIX

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La verdad que llegar no me causó la menor tranquilidad, estaba aturdida, llamé a Alonso y lo encontré en la biblioteca, pero para mi sorpresa solo mencioné la muerte de mi abuela, como encontré su cuerpo y no pude evitar derrumbarme.

Me abrazó, y acarició mi pelo, y me senti basatante reconfortada, era raro, me pidió que fuera fuerte y que el se ocuparía de todo.

Asi fue, los mismos policías de hace cuatro años volvieron a la casa y me tomaron declaracion, mientras una ambulancia buscaba el cuerpo de mi abuela.

No podía pensar en quien podría haberle hecho algo asi. Se marcharon, y quede sola con Alonso nuevamente.

Estábamos en mi habitación y el me consolaba, no lo veía como un padre, yo no era una niña y para el los años no pasaban. Fue entonces que sin darme cuenta, lo beséis, por una milésima de segundo, pensé que respondería, pero no fue asi.

Me apartó amablemente, y se puso de pie, "no creo que estés pensando con claridad Aurelia, yo soy como un padre para vos, sos una chica dulce y estoy seguro que un muchacho de tu edad, estaría muy feliz de responder ese beso ".

Me senti ... estúpida, infantil y fuera de lugar, el sonrio y luego se detuvo en la puerta, solo para decir que descansara y que vería las cosas de otra manera.

Luego que se fue, dentro mío creció una ira desconocida hasta ese momento, quería dañarlo, dejarlo en ridículo como el iso conmigo, apenas me contenía para no correr a contarle lo chiflada que estaba su hija.

En ese momento escuché los pasos de Alma llegando a mi dormitorio, "Aurelia,  no puedo creer lo que le pasó a la pobre Alba, como fue que alguien se animó a dañarla? "

No daba crédito a mis ojos, parecía muy normal, tranquila, como si no supira lo que pasó en las cuevas.

"Alma, cual es tu juego?  no estoy de humor y no quiero adivinar, asi que dime, que hacías en el lago hablando sola? "

"De que me hablas Aurelia, nunca fui al lago, tu no quisiste acompañarme, lo recuerdas? "

Parecía charla de locos,  me quedé mirándola, y luego simplemente le dije lo cansada que estaba, y se fue sin mas.

Deseaba irme de esa casa, ni saber nada mas de esos chiflados. Al acostarme, solo pensaba en mi abuela, en la sensación que tuve antes de su muerte, lo extraño que fu ver a Alma en esa cueva, porqué razón ella estaba así?  Acaso consiguió un hechizo por otros medios?, imposible!

Tampoco tenía relación con su extraño comportamiento. Acaso Pyros volvió, y de alguna manera la utilizaba? Todo muy extraño y ya no me sentía protegida sin mi abuela. Decidí ir a la cabaña al dia siguiente y buscar el "Grimorio", este era un libro de hechizos que tenía muchísimos conjuros y también la forma de comunicarse con espiritus, cualquiera fuera su origen.

Pero este libro en particular, se llamaba "Picatrix ", había otros similares entre los que se encontraba el tan famoso " Enchirudión ", que fue un libro donde el papa Leon III, recopiló todos los conjuros, entre ellos, una invocación a Satán, para obtener sus favores ( interesante que la iglesia católica tuviera esto) .

Ese grimorio, debía estar conmigo ahora, ya que mi abuela  no estaba, además me había cansado de ser la niñita buena, tenía que saber que pasó y que estaba sucediendo con Alma .

Desperté temprano, no desayuné, cuando tomaba la bicicleta me encuentro con Alma, parecía que se mantuvo en ese lugar toda la noche, su ropa era la misma del dia anterior .....

"dónde vas Aurelia? , acaso ya no me cuentas?  Crees que ya no tienes obligaciones aquí? "

Sorprendida por su tono solo la mire y seguí caminando, me enfurecía, estaba a punto de irme y no volver.

"Te estoy hablando!  deja esa bicicleta y solo ve a desayunar! "

"Alma esto ya llego a su fin, estas loca, crees que no te vi en la cueva?  crees que no se que de alguna forma, algo o alguien, te esta afectando?  Ah, y si, esto es tuyo, y también tu hogar, adiós "!

En lugar de responderme comenzó a reír, me fui alejando y su risa sonó mas gruesa, mas rara, giré solo para ver sus ojos completamente negros, corrí hacia la entrada y alcancé a escuchar una vos fria diciendo "ya nos veremos, hija de Alba "....

Me comencé a marear, esa sensación conocida, amarga, al salir al exterior me calmé.

Estaba saliendo del pueblo cuando Murillo se acercó, pasaba por allí yendo a su hogar, "Aurelia, cuál es el apuro?,  te acerco? "

Me detuve solo para sacármelo de encima y de una ves.

Abrió la puerta de su camioneta y esperaba a que subiera con su mueca burlona.

"Murillo, la verdad es que ya me has cansado, no  soy la niñita de la cual te burlabas, terminemos con la farsa, burla o lo que sea ".

"Aurelia, de que hablas? Eso fue hace mucho, yo quería decirtelo hace tiempo pero nunca pareces tomarme en serio, y ahora para colmo te conseguiste ese novio pobreton, del cual finges estar interesada ".

Se puso a mi lado y sus ojos parecían ser sinceros, por un momento dude, pero escucharlo hablar asi de Baltasar, me enfureció.

"Murillo, sal de mi camino, eres irreparable, nada te da derecho a hablar asi de Baltasar, tu, tu hermano y Alma son iguales, creyendose la gran cosa! "

"Aurelia, que te pasa?  Acaso perdiste la razon?, estoy enamorado de ti desde que te conocí, por favor, soy sincero ".

La ira me colmó, que tontería, todos ellos, bailando al son de la misma musica,  como pude soportar esta farsa tanto tiempo.

"No te reconozco Aurelia, pensé que estábamos en el mismo planeta, porqué no me quieres?  Acaso prefieres a ese .....

"Cállate! "

Y en ese momento la oscuridad me envolvió, como en un sueño sentí frío, me estaba congelando.

Una luz comenzó a filtrarse, el sonido al agua, una suave brisa. Abri los ojos y me si cuenta que de alguna manera llegué al lago, por algún motivo fui hacia las cuevas, no sentía nada, solo caminé, una caverna sucedía a la otra,  la humedad, el frio, el eco.

A medida que avanzaba tenía pensamientos mas oscuros, me causaba satisfacción la idea de que me temieran, en algún momento me detuve y aunque podía darme cuenta de todo, no tenía voluntad, la cueva estaba a oscuras pero podía ver claramente, y parecía saber exactamente hacia donde ir.

Esto era aterrador, caminaba colocando mis manos delante hasta que sentí una pared de roca, la humedad corría por ella, me detuve y ahi vi con claridad una cascada, pero de aguas oscuras, al otro lado me pareció ver una sombra, algo se arrastró, no era animal, demasiado rápido, trate de seguir la trayectoria, y frente a mi, pero antes de la cortina de agua, una figura, oscura, terrible, su rostro ceniciento, dos cuencas negras por ojos y algo que parecía su boca, ese olor a nicotina y azufre, nauseabundos.

"Te dije que vendrías, ese ridículo amuleto que llevas, no tiene significado ya, la bruja no puede protejerte, esta .... conmigo! "

Se sonrio malefico, una risa ronca casi estúpida, pero llena de maldad.

"Que dices Pyros?  Es mentira, solo eso dices, este amuleto te mantuvo alejado siempre ".

"Hasta hoy! , acaso no te parece prematura la muerte de Alba?  Existe mas de una forma de desollar un cerdo, tengo .....contactos. Pero, aún asi, no te cause, daño alguno, pero eres la fuente de mi poder.

Acaso, mujer, sabías que tu puedes causar el mal de ojo?  Ah,  si, asi es, a tu antojo podrías atormentar a quien quisieras, pero eres una tonta, una tonta que no se anima al poder, no sabe manejarlo, que no ves que aqui todos te usan? De una u otra forma, lo hacen ".

Trate de irme pero no recordaba el camino y el miedo me paralizaba, "ahora no hay talismán que te ayude, yo decido, cuándo es que te vas, maldita altanera, yo te soltare, cuando hayas negociado conmigo ".

Solo me quedó escucharlo, pero el miedo fue sustituido por ira y deseos de venganza. Mal de ojo?  Ese poder solo algunos lo tenían y no a voluntad, sería cierto lo que decia el maldito Pyros?

EL LAGO DE LAS ALMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora