CAPÍTULO III

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Llegue y esta vez fue Alma quien me abrió la puerta adentro estaba fresco y limpio, "sientate Aurelia, que has decidido?"  "Quiero hacer algo con mi vida Alma, necesito ver un poco el mundo desde otra óptica, me entiendes?"

"Claro, me parece bien, eres una chica muy linda e inteligente, porqué dejaste la escuela? Acaso tenías malas notas? "

"De ninguna manera, solo no entendía a los chicos de la escuela y no me gusta sentirme sapo de otro pozo, creo en definitiva que son todos unos tontos ".

Cuando estaba por respinderme apareció el ama de llaves de la última vez, y anunció que el dormitorio estaba listo.

Esto me sorprendió pues ella no tenía forma de saber que yo aceptaría.

"Ven  Aurelia, te mostraré tu cuarto, espero te guste, esta junto al mío ". Caminamos y me mostró un cuartito rosa, coqueto, grande pero con pocas cosas, una cama un escritorio junto a la ventana y un pequeño ropero antiguo.  "He colocado algunas cosas que fueron mias para ti, espero no te moleste." Abrió la puerta del roperito y pude ver remeras, polleras y pantalones como nunca tuve. Ahora si era una verdadera esclava, Alma podía disfrutar de haberme mostrado quien era ella y quien era yo. Pero esto no le saldría gratis, a no. "Quieres mostrarme cuánto tienes? Acaso no te basta con que me quede? También debes recordarme lo miserable que es mi vida?"

Alma abrió la boca, "no tengo necesidad de humillarte, para que lo haría? Solo quiero que tengas la oportunidad de descubrir cosas normales, mas allá de las supersticiones ".

"De que hablas? No creo en supersticiones, y si te refieres a mi abuela, te aconsejo que pienses mas lo que vas a decir ".

Todo se puso tirante, Alma se retiró y me dijo que tenía el resto del dia libre, los horarios de las comidas estaban detrás de la puerta y que cualquier cosa que necesitara, su cuato estaba junto al mío.

Me recoste  en la cama y quede dormida, al despertar, el cuarto estaba oscuro, mire la ventana y la luna reflejaba su luz, me sente y algo percibí con el rabillo del ojo, un leve movimiento en el piso, mire buscando que podía ser y una sombra alargada fue de la puerta a debajo de mi cama. Me sobresalte e instintivamente, levante los pies.

Con el atontamiento de haberme despertado recién estaba confundida, mi cabeza comenzaba a aturdirme y el vientre se me abusaba, trate de alcanzar la luz, pero no podía, receptor que caminara, baje un pie despacio, tantee el piso frio, luego baje el otro pie, en lugar de ir a la perilla, fui a la ventana, la esfera de luz estaba en el pasto cintando, no quería que se fuera.

Parecía que esa luz sabía lo que estaba pensando, en un instante se asomó a la ventana, el movimiento me sorprendió, quedó a nivel de mis ojos. Era muy brillante, parecía que a la vez vibraba, o titilaba, comencé a entrar en un estado de estupor, mi cuerpo no reaccionaba, esa luz parecía querer entrar. Abri la ventana y cuando creía que desaparecería, entró al dormitorio, y se hizo mas intensa, en mi cabeza comenzaron a aparecer imágenes del lago de las almas, la costa donde yo solía bañarme, luego un estrecho formado por rocas, donde el agua formaba un camino delgado, allí comenzaban las cuevas, todo se oscurecia, y se ponía cada ves mas frío.

En ese punto, comencé a tiritar, y todo se puso mas oscuro, luego estaba en una cueva fria donde ya no había agua.

Parada ahí, escuchaba una cascada, y también un sollozo,  ambos entremezclados, pero era un sollozo, de eso estaba segura.

Pero algo me sacó de ese trance, algo tomó mi tobillo y lo quemó, sentía el ardor, ya no veía la cueva, estaba en el dormitorio, y ese algo subía por mi pierna, como una serpiente, me movi apenas, llegué a la perilla y encendi la luz, una oscura sombra pasó por debajo de mis piernas, luego hacia mi cama, para desaparecer en la pared que daba a la calle. Caí sentada en mi cama dandome la cabeza con el respaldo, la esfera de luz desapareció, la sombra tampoco estaba, pero a diferencia de la esfera de luz, la sombra me provocaba terror.

Mi tobillo tenía una aureola roja que ardia demasiado. Como explicaría eso? mire el horario de la cena y ya la habia perdido .

Entonces decidi tomar un baño y pasear por el jardin de la casa, el baño era modesto, pero yo nunca tuve uno igual, había sales y perfumes, una toalla blanca y una bata, no quería reconocer que me moría de ganas de ocuparlas.

Sali al patio ya entrada la noche, el rocío cahia y unos pinos cercanos despedian su olor, el verano era hermoso, caminaba descalza y el pasto húmedo me trozaba los pies.

"Cuándo fue que te pusiste tan bella, bruja? " La voz me asustó, Murillo miraba mi rostro con una risa burlona.

"No molestes Murillo, no tenías que revolcarte con alguien a esta hora?"

"Pero que mala eres bruja y veo que también eres adivina, como sabes mi nombre?".

"Pensé que al no venir a cenar solo eras mal educada". Rió y su risa me empalago, solo caminé dándole la espalda pero él sujetó mi cabello y me detuvo " ni creas que porque vives aquí ahora, eres algo mas que una bruja, no vas a tardar en querer tener una experiencia mas..... humana conmigo ". Su risa me dio asco y solo atine a arañarle la mejilla para que me soltara. Eso dio resultado pues en apariencia no se lo esperaba y me soltó, y mirandome furioso se alejó.

Senti tanta humillación que mis ojos lagrimeaban, me recoste sobre una pared vieja que daba soporte a un rosal y cuya altura sería como de dos o tres metros. Sentía la necesidad de lastimar a ese idiota, los puños me dolian de tanto apretar, en ese momento Senti olor a cigarrillo, primero no le si importancia, pero luego se iso mas intenso, ahí fue que comencé a buscar de donde provenía, en el extremo de la pared, arriba podía ver la brasa ardiendo, me asuste, quede mirando y solo podía ver el contorno de un cuerpo subido al angosto muro, que estaba fumando.

"Hola Aurelia, no temas, siempre estuve cerca, solo que no podías verme, sabes quien soy? ".

No podía ni quería responder, " no, no lo se ".

"Pues yo creo que me conoces Aurelia, soy el señor que espera en la oscuridad, paciente, hasta que alguien quiere traerme a la luz, digamos que.... soy tu consejero ".

Todo lo que decía, lo decia en

un tono meloso , arrastrando las palabras, disfrutando de escuchar su vos y del efecto que causaba, en mi caso, terror.

Solo retrocedi lentamente, tratando de decir una oración que no podía recordar completa, por alguna razon, y no se movió, adoptó la posicion de un gato que va a saltar pero no lo hizo, entonces corrí y escuché su risa, atrás, como acompañando mi carrera, con todo el pavor del mundo llegué a mi dormitorio y me cubrí entera con las cobijas, temblando, en algún momento, me dormir.

EL LAGO DE LAS ALMASWhere stories live. Discover now