Capítulo 61

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POV LOUIS

Me levanté temprano el lunes y me fui a trabajar. Era raro porque sería la última vez que estuviera en esa mierda de taller maloliente rodeado de esos idiotas. Conocía a mi jefe desde hacía mucho y le había echado una mano en más de una ocasión, por lo que esperaba que aceptara mi dimisión y dejara que me marchara hoy mismo. Normalmente, se tenía que avisar con dos semanas de antelación pero yo no tenía dos semanas, ni siquiera tenía un día. Con suerte, se lo tomó bien y, concediéndome un último favor, me pagó la parte del mes que había trabajado. Al final de la jornada se despidió de mí.

A Gemma se le había ocurrido realizar una cena de despedida. Yo no estaba para mierdas de fiestas pero a Trish pareció gustarle la idea y, para colmo, el imbécil de Harry también aceptó, así que esta noche teníamos cena familiar. Era gracioso llamarlo así, porque era como si Trish ya fuera parte de la familia. Una familia que se basaba en Gemma y Harry, y nosotros dos, que estábamos de acoplados en ella. Éramos una familia extraña, pero familia, o eso querían hacerme creer.

Volví a casa y todo seguía como antes. El ambiente era extraño, no podía creerme que, después de tanto tiempo, mi sueño de irme de aquí se fuera a hacer realidad en unas horas. Harry seguía en la universidad y Gemma trabajando, por lo que en casa sólo estaba Trish. Había faltado a clase y me preocupaba que lo siguiera haciendo por lo que quedaba de semana. La encontré en la cocina, preparando algo de comer. Ayudé a poner la mesa y nos sentamos.

-Mañana temprano, antes de irnos, tengo que ir a mi casa a recoger mis cosas- comentó. Me quedé con el tenedor en la mano, pensando. Sabía que tenía que volver a la casa para hacer la maleta pero no quería que su madre se interpusiera y la hiciera cambiar de opinión o tratara de retenerla.

-Iré contigo.

-No sé si es buenas idea...

-He dicho que iré contigo- repetí serio y ella siguió comiendo, sin decir nada más.

La situación por la tarde siguió siendo rara. Ella estaba rara, todos estábamos raros. Hasta que no nos marcháramos no íbamos a librarnos de esta asquerosa tensión que se había formado entre nosotros. La conocía lo suficiente para saber que estaba seria porque le asustaba volver a su casa por lo que pudiera pasar, aunque ella tratara de ocultarlo. Yo también lo estaría si tuviera una madre tan chiflada como la suya. Aunque, bueno... la mía estaba más loca aún, pero a mí, a diferencia de ella, la sudaba.

-Louis- Harry apareció por mi habitación. 

Era la primera persona que se dirigía a mí en toda la tarde. Estaba tumbado en la cama, viendo cómo el tiempo pasaba. Había hecho ya la maleta, sólo me quedaban un par de cosas por meter, estaba preparado para irme. Harry se sentó en una esquina del colchón.

-Trish me ha dicho que mañana la acompañarás a su casa.

-Sí- se quedó callado un momento y al cabo de un rato volvió a hablar.

-No creo que sea muy buena idea- balbuceó, sin saber cómo sacar esas palabras de su mente. Me incorporé ligeramente para poder mirarle a la cara.

-¿Por qué no?

-No quiero que... a ver, no quiero que pase algo... malo, no sé si me explico...

-Pues no, no te estás explicando una mierda- me senté.

-Si su madre te ve allí se armará gorda pero... si voy yo, tal vez...

-No, tú no vas a ir con ella- espeté.

Fast: IncinerationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora