¿QUÉ? ¿NO SOY TU TIPO?©

¡Que gran dia!

Choqué con casi todo mundo en el pasillo pero por fin pude llegar al baño de damas totalmente cansada, lancé una carcajada al recordar la cara del muchacho y de Trish.

No debí hacer eso

Media hora después estaba en mi casillero guardando mis libros cuando alguien me habló por detrás:

-¿Qué te ha pasado?- preguntó Trish escondiendo una sonrisa y tratando de regañarme.

-Sabes muy bien que no se los iba a recoger- negué para dar más énfasis a mis palabras.

-Pero tú chocaste con él e hiciste que regara todas sus cosas, técnicamente tú tuviste la culpa- fruncí el ceño.

-¡Le iba a pedir disculpas y mira cómo se comportó!- contesté resentida, mi mejor amiga se estaba poniendo de parte de él.

-Vale, vale, me callo pero... cambiando de tema, está muy guapo ¿a qué si? es sexi y lindo y...- dejó de hablar cuando la miré con los ojos entre cerrados- vale, no digo nada.

 -Ew Trish no, él es un arrogante, estúpido, bueno para nada ah y es feo, tenía los ojos bizcos, ¿se los viste?- pregunté. Casi me creí todo lo que dije... casi, porque en realidad no era bizco, esos ojazos eran perfectos pero mi orgullo vale más.

-¿Es que a ti nunca te va a caer bien  un chico?- preguntó Trish con desanimo...siempre trataba de buscarme a alguien pero se aburría cuando empezaba a enumerar sus características.

O tiene que ser Cristian Grey o Patch Cipriano, sino es ninguno no me lo presentes. Fin

-No y déjame que prefiero enamorarme de chicos lindos que están en los libros a chicos idiotas de la realidad-dije porque esa era mi realidad, lo sé, muy triste pero es la realidad- mira, hablando de eso aquí tengo uno nuevo- le señalé el libro que tenía en mis manos.

-Nunca cambiarás- me espetó girando sus ojos- dime algo ¿no te aburres de leer?

-¡NO! ¿Sabes por qué? Porque las chicas que leen somos las más peligrosas tenemos mejores capacidades para conseguir lo que queremos, labia mina, labia- me burlé mientras  le daba una mirada de maldad.

-Aja claro y ahora vamos a convencer a la cocinera que nos de la gelatina de fresa, a probar si tu capacidad de "convencimiento" funciona- dijo Trish sarcásticamente haciendo las comillas con sus dedos.

-¡Ya verás!- espeté con exasperación mientras comenzaba a leer el libro. Enseguida Trish me agarró de la mano en dirección a la cafetería pero yo seguí con la vista en el libro, diablos está interesante.

De repente sentí un fuerte empujón que me hizo caer el libro, maldije por lo bajo, mis novelas eran lo más preciado para mí y ahora estaba en el piso, ¿a quién choqué?, oh, oh, le hice regar toda su comida encima, oh, oh, de todas las personas con las que me pude topar tenía que ser él, mierda ¡era Ethan!

Tu día acaba de mejorar querida.

-Ay no ¿Por qué a mí? ¿En serio? ¿Por qué?- comencé a hablar conmigo misma ¿Por qué no miro por dónde voy? Miré hacia un lado y vi a Trish aguantando las ganas de reír la muy traidora la iba a matar después de esto, ella era mi supuesta guía...la despediré.

-¡¿Por qué me tengo que tropezar con gente idiota?!- bramó muy enfadado. La mitad de la gente que estaba en la cafetería tenía los ojos puesto en nosotros, sentía mi cara arder de verguenza sin embargo no me dejaría amedrentar por este idiota.

-¿Qué has dicho?- pregunté shockeada, si alguna vez pensé encontrarme con un chico arrogante como el de las novelas quiero dejar en claro que me arrepiento porque me dan ganas de darle una palmadita en la cara...con una silla.