6: Me gustaba hablar contigo

41.3K 4.7K 1.3K
                                    

CAPÍTULO 6Me gustaba hablar contigo.

Yo: Tenemos qué hablar. Tú sabes que tenemos que hablar.

Le había mandado ese mensaje cuando llegué a casa. No me respondió. La llamé decenas de veces y tampoco lo hizo. Pasó el viernes entero, y tampoco pude comunicarme con ella, de hecho, siquiera vino a clases. Y mucho menos me acepta las llamadas por medio de la línea erótica.

¿Será vergüenza? ¿Decepción? ¿Será que se imaginó a alguien mejor? No lo sé, pero se supone que, quien debería de tener más pena, soy yo. ¡Le he contado mis problemas! Y, para colmo, hemos tenido conversaciones subidas de tono en las que termino tocándome yo, y confirmé la otra noche que ella también lo hace, confirmé que fue intenso y me volví loco, no me reprimí ni ella tampoco. Maldita sea, necesito hablar y aclarar las cosas con ella.

Carlos se sienta frente a mí y a su lado lo hace una pelirroja que luego me sonríe. Creo que es otra de sus tantas novias a las que tiende a presentarme ante ellas como su hermano. No sé si sea así porque me aprecia demasiado, o porque no son serias, claramente. Confirmo lo segundo.

—Darío, ella es Melanie, la conquista de la que te hablé. —Finge que susurra, haciéndola reír. La pelirroja me extiende la mano y yo la recibo, medio sonriéndole—. Melocotón, él es Darío, mi mejor amigo.

Ella nota mi incomodidad así que trata de tranquilizarme con la mirada. Se lo advertí a Carlos, con lo de Catalina, no soy la mejor compañía ahora.

Piden a la mesera mientras yo vuelvo a revisar mi teléfono. Nada aún. Catalina no planea contestarme. Me duele, no sé, me hace sentir tan mal la situación, no debí darle mi número. No, más bien, no debí marcar desde un principio a esa condenada línea. ¿Qué estará pensando de mí ahora mismo? Seguro en que soy un jodido acomplejado sexual, un degenerado, o algo vergonzoso, quizá hasta se esté burlando de mí.

—¿Qué te pasa? ¿Tienes problemas con Gema? —pregunta de pronto la pelirroja. Levanto de inmediato una mirada amenazante hacia Carlos, quien me dirige una sonrisa inocente.

—Lo siento, le hablé de que tú platicas por mensaje con una chica que sospechas que es tu alumna, solo eso, nada más que eso —enfatiza lo último, aclarándome que su "nueva conquista" no sabe mi problema. Cosa que me da un inmenso alivio y le agradezco con la mirada.

Alargo un suspiro y decido soltarles todo. Me siento ahogado, quiero cómplices de mi desgracia, quiero consejos y quién mejor que mi mejor amigo, o aún mejor, una chica que podría entender mejor su actitud.

—Bueno, pues resulta que las sospechas eran acertadas, Catalina es Gema —digo y Carlos me ve incrédulo, Melanie tiene su boca abierta de la sorpresa, pero no una que me juzga, más bien parece emocionada—. Ambos lo descubrimos, tropezamos, nuestros celulares cayeron, los confundimos, ¡maldita sea que son iguales! Y pues nada, creo que me gusta mi alumna. Todo es tan... cabrón, pero ella me gusta.

Finalizo, aceptando algo nuevo para mí desde el jueves. No me había planteado esa posibilidad, pero ahora sé que es así, no en sí creo que me gusta ella. Me gusta hablar con ella, me siento sin filtro, yo mismo, me gusta que ella se ría de mis tonterías, su voz, su cabello, su manía de morder el lápiz, su otra manía de hundirse el bolígrafo en el hoyuelo de su mejilla izquierda cuando parece estar pensando, su timidez, su... Maldita sea, ¿a quién engaño? Sí me gusta Catalina.

—El problema es... —Melanie me anima a hablar, haciéndome una seña con la mano para que termine la oración que me propone.

Estoy por decirle algo cuando mi teléfono suena y me doy cuenta de que es un mensaje de Catalina, lo más llamativo, es que es largo, cosa que me da algo de miedo. Miro a Melanie y suspiro.

El virgen que llamaba a la línea erótica© [AYOD #1]Where stories live. Discover now