XIYONAT

26 5 4
                                    

— Lo que pasó con Perla es preocupante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Lo que pasó con Perla es preocupante... ¿Quién de nosotros será el siguiente? – dijo el lacónico Bernabé sorprendiendo a sus compañeros por lo inusual de su intervención.

Todos los heraldos estaban reunidos aprovechando que su líder y su acólita estaban ausentes. El ambiente de la reunión estaba permeado por el temor. Pero lo que les infundía una leve brizna de esperanza era la presencia de Alejandro, a quién consideraban el más sensato de todos.

El hombre había aprobado aquel conciliábulo debido a que la suerte sufrida por Perla Figueredo lo había llevado a cuestionar las acciones del heraldo mayor. Además se sabía que él era el único que podía influir en el asunto debido a su afinidad con Marielos. El sujeto había estado enamorado de la mujer desde que había ingresado a la hermandad, pero escondió aquel sentimiento en lo más profundo de su ser ya que estaba consciente que lo único que le importaba a ella era cumplir los mandatos de la deidad. La mujer estaba orgullosa de haber engendrado a Fabiola, y que ahora su hija fuese el vehículo que "el enviado" utilizaba para manifestarse ante la congregación.

— Todo el tiempo dice que tuvo entrenamiento militar, pero quizá Alejandro esté más capacitado para confirmar eso – añadió el doctor Caín Novellino queriendo provocar alguna reacción en "el rastreador"

— Yo siento que así fue, aunque en otro lugar hace mucho tiempo – contestó Carmela, la más anciana, y sin duda la más misteriosa.

La mirada de Alejandro era dura y en ella se leía preocupación

— Yo no quiero terminar con todos los huesos rotos como ese infeliz de Luis Barahona... ¿Lo recuerdan?... Solo por equivocarse terminó hecho un guiñapo – declaró el galeno con terror al recordar cómo su líder había triturado a aquel sujeto cuya falta de inteligencia casi hace que la policía descubriera las actividades de la hermandad.

Todos se observaban entre sí esperando la intervención de Alejandro.

— De lo que estamos hablando aquí es de traición – declaró el hombre con dureza. – y añadió con un tono frío y desesperanzado.

— Y no creo que una rebelión sirva de algo, ya que al final es a través de "eso" que logramos contactarlo a "Él"

Todos se escandalizaron debido al uso de la palabra "eso". Los presentes procuraban referirse al su líder por medio de títulos como "El nuevo heraldo", "El enviado", "Yuborildi" o "Nordamtzi". Esas últimas palabras eran ocupadas por la entidad para referirse a sí mismo en su calidad de enviado y ayudante del dios, éste a veces hablaba en un idioma desconocido que se sabía procedía de un lugar que ahora estaba maldito.

Pero decirle "eso" era un acto de desprecio y rebeldía al final de cuentas.

Todos lucían abatidos, pero fue entonces que alguien intervino dando una sorpresa a los heraldos reunidos.

— Hay otras formas de llegar a "Él"...Disculpen por ocultarles esto, pero no les revelé nada por temor a que le dijeran algo al heraldo.

Entonces todos volvieron a ver con asombro a Carmela. La mujer continúo:

— Mi hija Aline es capaz de perforar la realidad sin necesidad de rituales...

Los presentes estaban atónitos debido a la historia que comenzó a contarles su compañera. De lo revelado pudieron entender que la primogénita de Carmela había establecido contacto con la deidad, y "Él" estaba preocupado por los desatinos del su "ayudante" y que lo único que le importaba era sobrevivir sin importar el costo. Todo se reducía a obtener comida y un nuevo cuerpo. Y al final tendría lo que necesitaba sin la congregación o con ella.

Lo que les pareció peligroso era que "su amo" también podía traicionarlos a todos y negarles los pocos dones que aún tenían. Además al parecer su poder no era infinito después de todo porque este había menguado sin explicación en los últimos años. La situación era apremiante, pero era preferible intentar algo a esperar que ese mensajero demente terminara por eliminarlos a todos.

Carmela siguió hablando acerca de los encuentros de su hija con el dios, y entonces los heraldos empezaron a ver la luz al final del túnel. 

TRINITATISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora