14. Proyecto Italia

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Cierro los ojos, respiro hondo y cuento hasta diez o tal vez hasta mil, suena más relajante... suena más sano que asesinar a alguien, particularmente, al hombre que me observa detenidamente con un leve ceño fruncido.

No podía estar pasando esta mierda.

― Lucian.― susurré esperando a que esto fuera una broma de mal gusto. No lo era, Lucian jamás bromeaba y menos si consistía en algo tan importante como su propio futuro, porque lo conozco por dos malditos años y sé cuando habla completamente en serio...― Y de nuevo; ¿Qué mierda tengo que ver yo en tu necesidad por casarte?

― Pensé que lo comprenderías sin necesidad de explicarte.― sus ojos azules como un glacial, se oscurecieron mientras su mirada recorría mi cuerpo.― Vas a casarte conmigo.

No era una pregunta en absoluto, era una afirmación, estaba dando sus absurdas palabras por hecho.

Una risa seca se escapa de mi garganta.―¿Crees que me casaré contigo?― Lucian asintió y su mirada se endureció.― Ni de coña.― solté dando esta conversación por terminada.

Me enderecé y pasé por su costado, cuando estaba a punto de abrir la puerta, dijo.―¿Qué hay de Eliot?

Me detuve en seco y lentamente me di la vuelta, seguía de espaldas.― ¿Qué hay con mi hijo?

―¿No te preocupa lo que pueda llegar hacer mi abuelo?

―Lo que haga y deje de hacer me importa poco.

 ―Seguirá pensando que es un Delacroix.

―No me importa lo que piense.

―Le dejaste en claro que no podías con tu rol de madre.

Tomé una respiración profunda, tratando de calmarme.― Ya lo dije, no me interesa lo que crea.― lentamente fui botando la respiración, necesitaba relajarme y tratar de no perder los estribos.

―Mi abuelo no permitirá que crezca lejos de nuestra familia.

Hablaba como si Eliot fuera un Delacroix.

―Ambos sabemos que Eliot no es tu hijo.― dije lentamente, mientras avanzaba hacia él.― No puedes hablar como si lo fuera.― esta vez, mi dedo índice se estampó en el pecho de Lucian.― No puedes dejar creerle al mundo entero de que lo es.

―Necesita un padre.― toma mi mano y la apartó lejos de su pecho con delicadeza.― Y tú necesitas a alguien que te ayude con los gastos de la operación de tu hijo.― me tensé, yo no le había hablado sobre esto a Lucian.

―¿Cómo lo sabes?― di unos pasos hacia atrás, de repente, me sentía vulnerable y frágil.

 ―Soy Lucian Delacroix.― habló lentamente para que escuchara y comprendiera cada palabra, como si fuera obvio.― Tengo que saber todo lo que pueda servirme como una potencial de arma.― guardó silencio y en un susurro, dijo.― Además hablé con el doctor antes de partir a Francia.

― Mi hijo no es un puto juguete.― ¿En qué parte me había perdido? ¿Cómo es que llegamos a esto?.― Y su enfermedad no es un juego para mí.― respiré hondo.― Y no tienes derecho a hablar con el doctor sin mi consentimiento.

―Eliot necesita ayuda profesional, puedo mover cielo, mar y tierra para que se recupere.― se acercó a mí.―La operación del implante de células madres es costosa y más si hablamos de un tratamiento completo, pero tú deberías saberlo.― ahora había tomado la postura del verdadero hombre de negocios que era, con su rostro inexpresivo, su mirada seria posada en su objetivo y sus fundamentos que jamás se podían refutar, éste era el hombre que lograba siempre sus objetivos con todo lo que se proponía, si se encaprichaba con algo, él movía todas sus cartas para conseguirlo, nada se interponía en su camina, nadie era capaz de ganarle en su juego.

Señora Delacroix (#1) COMPLETAWhere stories live. Discover now