Señora Delacroix (#1) COMPLETA

30. Noche de bodas

Salimos del baño y en la pared de enfrente de la puerta, estaba Tracy de brazos cruzados.

Ambas intercambiamos miradas y le sonríe a Eliot.― ¿Qué pasa, pequeño amado?― dijo mientras besó su mejilla.― Trev y Mone te esperan al final del pasillo, ¿Por qué no vas?―prosiguió, Eliot me miró extrañado, pues sabía que cuando lo intentaban de sacar de escena era porque algo realmente malo estaba sucediendo. Le sonreí.― Anda, mami y yo tenemos que hablar.―lo apresuró, pues sabíamos que Eliot era bastante inteligente para alguien de su edad.

Asintió.− De acuerdo.―Y antes de continuar su paso, se giró y nos observó.―si me necesitan...―nos sonrió.― Estaré jugando con los mellizos.

Asentimos y lo vimos como se alejaba de nosotras.― La puta esa no se ve por ningún lado.― Tracy se apoyó en la pared.―Vino a arruinar todo y se marchó.― asiento y me apoyo en la pared de enfrente de ella, me crucé de brazos, imitando su acción.― Lucian está esperándote muy cerca de aquí.

― Me lo imaginaba, él de verdad piensa que puede venir a recriminarme por bailar con Axel.

Ella sonrío.― Mi jefe quería que siguiera un caso e hiciera una entrevista.―la miré extrañada, pues no sabía a dónde quería llegar con esto.― Me dijo que era un prestigioso abogado con un nombre que ha comenzado a crecer nacionalmente.― ahora iba entendiendo a qué quería llegar.― Su nombre es Axel Sanders.―le sonreí, pues me imaginaba que era él.― Y lo acabo de conocer... ha mantenido una conversación bastante acalorada con Lucian.

― ¿Qué?

― Después de que vinieron al baño, Lucian venía detrás de ti, fue hábilmente detenido por Axel y estuvieron discutiendo en una habitación más allá.― apuntó.― No es como que haya ido a espiar.―reí, porque no le creía ni mierda.― Pero Lucian le dijo que si se acercaba a ti nuevamente, se arrepentiría.―miré hacia otro lado, frustrada de que él intentara de controlarme.― ¿Y sabes lo que le respondió?― negué, no era adivina para saberlo.― Le dijo que no le temía y que no se preocupara por él, pues el gran problema yacía en aquella mujer y en su estupidez de dejarte sola. ― Tracy sonrió.―y Lucian se mantuvo en silencio... Luego, Axel siguió con su discurso, en donde nombró el contrato y lo que tú podrías a llegar a hacer si te lo propones, le dijo que no estaba en posición para enojarse, porque la más afectada fuiste tú...― Tracy parecía realmente feliz.― Dios, es mi ídolo, inteligente, apuesto, caballero, el hombre perfecto para cualquiera...―caminó hacia mí y tomó mi brazo, atrayendome hacia ella.― Ahora, iremos allá y haremos que Lucian se arrepienta de haberte dejado sola, aunque por mí, le hubiera dado unos golpes para que no se le olvide quien eres, pero como no todo es lo que uno quiere.― se encoge de hombros.― Vamos a darle otra lección, una peor que golpearlo...― la veo sonreír y enarco una ceja.

― ¿Y qué sería eso?

― Amiga mía, debes saber que lo peor que le puedes hacer a un hombre es y siempre será: ignorarlo...―me río.― Como te digo, los hombres tienen algo en su sistema que hace que se vuelvan locas cuando uno los ignora... siempre tratan de ser el centro de atención...

― Haz leído muchos consejos amorosos de revistas, ¿No?

― Sí, y vaya que tienen razón.― se ríe.― Lo he practicado.―salimos al gran salón, Lucian estaba ahí... a unos pasos de nosotras.― Que comience el juego...―me susurra, haciendo que suelte una carcajada.

― Elizab...― antes de que Lucian pudiera terminar se decir mi nombre, llega Sara sonriendo.

― Elizabeth, ven conmigo, amo esta canción.―toma mi mano y jala hacia la pista de baile, dejando a Tracy sonriendo radiantemente, me guiña un ojo y se gira hacia Lucian.― Vamos hacer que Lucian se arrepienta.― me susurra mientras comienza a mover sus caderas al compás de la música.― Y este, seguirá siendo el mejor día de tu vida, para eso estamos nosotras, ahora... mujer, mueve esas caderas que han vuelto locos a los hombres.