Capítulo V: Alguien más hace uso de su autoridad

951 96 27
                                    

Te tomó mucho tiempo hasta encontrar al estúpido niño. Te habías saltado el desayuno y, por supuesto, todavía no habías almorzado, por lo que tus reservas de energía eran bajas. Cuando te topaste con lo que parecía ser una mazmorra y oíste una voz que venía desde dentro, solo tenía la fuerza para sentarte y escuchar. Pero lo que escuchaste fue un poco más perturbador de lo que había anticipado.

—Te avise como tratamos a las mujeres de esta familia—regañaba una voz profunda a la vez que se escuchabas un latigazo—, sin embargo, sigues desafiándome y faltándole el respeto—otro latigazo—. Estás siendo castigado por no solo negarte a escucharme—un fuerte latigazo se escuchó y un quejido, un escalofrió recorrió tu cuerpo provocando que te encogieras. Sabías lo que estaba sucediendo—. Estas siendo castigado por tratar de usar tu nen en un miembro de esta familia, rompiendo una de nuestras principales reglas.

Después de unos quince minutos más, los golpes se detuvieron y la puerta se abrió. Silva salió y te miró con una sonrisa.

—Por favor, come lo que quieras para el almuerzo, ______, y avísame si te causa más incomodidades.

Le agradeciste apresuradamente mientras intentabas mirar dentro de la habitación.

—Entra a verlo, estoy seguro de que no le importaría—Silva desapareció.

Decidiste entrar a la habitación, después de todo todavía tenías que hablar con Illumi. Cuando entraste, notaste un cuerpo suspendido con cadenas, chorreando sangre. Al darte cuenta de quien se trababa, aceleraste el paso. Cabellos caían sobre su inexpresivo rostro. Illumi miró hacia abajo en silencio. Lentamente, alzaste tu mano para apartar el pelo de su cara y limpiar un poco de sangre de su frente. Él te miró brevemente y luego apartó la cabeza.

—No necesitas sentir lastima, estoy acostumbrado a esto—rompió sus cadenas y lentamente se liberó—. Soy más fuerte de lo que piensas. Debo ir a atender mis heridas para evitar la infección. Por favor, come algo saludable para el almuerzo— Illumi rodó sus hombros hacia atrás y tronó su cuello, como si estuviera comprobando si algo se había roto—. y _____, lo siento por lo que pasó esta mañana. —se giró para irse, pero rápidamente agarraste su mano, sorprendiéndole.

—Déjame atender tus heridas, sé cómo—suplicaste. Illumi te miró, miró tu vientre expuesto y de regreso a ti.

—Tendrás que dejarme tocar a nuestro bebé.

—¡De acuerdo! —era un trato fácil.

—Y tendrás que esperar en mi habitación mientras me ducho. No tardare, lo prometo.

Con un rápido movimiento de cabeza, ambos se dirigieron hacia la habitación del chico, sin darse cuenta de que aún estaban tomados de la mano. Al llegar a su habitación notaste no solo notó sus manos unidas, que se rompió cuando Illumi se fue a la ducha, sino cuán ordenada era su habitación. La cama estaba perfectamente hecha, no había juguetes, solo agujas extrañas que estaban perfectamente arregladas, y los libros estaban cada uno ordenados perfectamente en el librero. Encima del velador había un libro sobre paternidad lleno de anotaciones. Decidió pasar el tiempo dándole una ojeada. Cada página estaba llena de notas como "Darle a _____ más legumbres" y "Averiguar en qué posición duerme ______". Lo encontraste un tanto entrañable y reíste, entonces dejaste de escuchar el sonido del agua cayendo.

Caminaste hacia el baño cuando finalmente recordaste la razón por la cual buscabas a Illumi, entonces comenzaste a hablarle por la puerta.

—Joven Illumi, no sé si lo notó, pero realmente necesito ropa que se me ajuste mejor. Me preguntaba si podría llevarme a buscar algo, o enviarme a una tienda o algo así.

De repente, la puerta del baño se abrió revelando una vista para contemplar. Había un Illumi casi desnudo con una toalla alrededor de su cintura. Tu corazón comenzó a latir más rápido y tu respiración se aceleró. Nunca habías visto a Illumi desnudo, los dos se habían quedado parcialmente vestidos durante el acto.

—En serio, _____, deberías ir al baño o esperar hasta que salga antes de hablar conmigo. Prefiero escuchar las preguntas que se me hacen claramente, en lugar de hacerlo a través de una puerta. Ahora, ¿Qué es lo que querías? —se apoyó contra el marco de la puerta, haciendo que su toalla se deslizara un poco, provocándote casi un desmayo. Le fue difícil formar una oración y estabas más nerviosa que nunca. Estúpidas hormonas.

—Y-yo, eh... me gustaría ropa de maternidad. Nosotros, o yo, o quien sea, podría ... ¿podría ... conseguirla? — lograste formular entre tartamudeos.

—Ah, sí. La ropa que llevas puesta es demasiado tentadora. Me da ganas de tocarte el estómago todo el tiempo. Pediré a una diseñadora que la confeccione por el resto de tu embarazo. Un mayordomo, probablemente Tsubone, te ayudará. Ahora por favor ayúdame a curar mis heridas. Hazme saber si hace demasiado calor aquí, tu cara ya está roja.

Poco sabía él, estaba roja por otra razón.

The Zoldyck's Nanny [Hunter x Hunter] [Illumi Zoldyck X Reader] CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora