The Zoldyck's Nanny [Hunter x Hunter] [Illumi Zoldyck X Reader] CANCELADA

Capítulo X: Sus miedos

Despertaste después de unos minutos, pero para entonces ya estabas acostada en una habitación llena de suministros clínicos. El dolor sorpresivamente estaba ausente, recordabas haberte lastimado la pierna y te preguntabas porqué lo único que sentías era una sensación sospechosamente normal en la herida. Mirando hacia tus pies, alrededor de tu vientre, viste a Illumi ocupado cosiendo lo que parecía ser una herida en forma circular justo debajo de la rodilla.

Ah, quizás me anestesió y detuvo el sangrado. Pensaste

—Lo sie—comenzaste. Pero te interrumpieron rápidamente.

—¿Lo sientes? —Illumi giró su rostro hacia ti, con una mirada endurecida e inexpresiva, pero el rastro de lagrimas secas revelaban sus verdaderas emociones. —Un lo siento no resuelve nada. Nunca he mi vida he conocido a alguien tan ignorante como tú. ¿Acaso creíste que no había una bestia cuidando los bosques? ¿Creíste que un paseo por el oscuro y lúgubre bosque seria una actividad divertida para alguien en tu estado?

—Imaginaba que tendrían algunas bestias, pero nada que no pudiera manejar. —bromeaste, avergonzada por la reprimenda que te dio.

—¿Lo imaginaste? Eres bastante lista para suponer que los bosques estarían protegidos, y aún así decidiste salir. ¿Qué querías probar? Tienes ocho meses de embarazo, deberías estar descansando. En cambio, estas tratando de perder tus extremidades, o peor aún, tener una muerte prematura.

—Estaba aburrida—susurraste.

—¿Aburrida? ¿Aburrida? Entonces te malinterpreté. Creí que simplemente eras la más tonta de los tontos. Pero en cambio solo eres una suicida. Genial, justo lo que quería para la madre de mi hijo.

—¿No estás siendo algo dramático? No soy una suicida, no me puedo matar a mi misma...

—Bueno, ciertamente estabas tratando de matar a mi hijo. Debí saberlo, nunca lo quisiste desde el principio, estás molesta por obligarte a mantenerlo. Así que ahora tratas de vengarte de mi haciendo que me apegue tanto a ti como al niño para después quitármelo todo en un instante.

—¿Estás "apegado" a mi? —te sonrojaste sorprendiendo a Illumi, haciendo que el también se sonroje y vuelva a coser la herida. Continuaste con tranquilidad. —No era mi intención. De hecho, se podría decir que yo también me he encariñado con el niño... y con su padre.

—No me dejes. —susurró Illumi siendo apenas audible.

—¿Perdón? —intentaste entenderlo. Illumi te miró, ahora con una mirada ceñida.

—Te amo, por favor, no me dejes.

—Ok—fue todo lo que pudiste responder, atónita ante su confesión.