Crónica de un adiós

735 11 0
                                    

El tiempo se dilata en el silencio. Nos miramos sin decir nada, el momento se alarga hasta el infinito. Llevas la despedida prendida en los labios. Puedo sentirla. Puedo verla. Puedo oírla antes de que sea dicha. En tu boca se truncan los "te quiero" en "adiós" en un segundo. Me encojo de hombros, te estrecho la mano, finjo indiferencia. Digo adiós.

-Es lo mejor- miento.

-Hace tiempo que las cosas no funcionaban- desmiento.

Y de pronto hemos acabado. Roto. Partido. Solo yo oigo mi corazón hacerse añicos. No me molesto en recoger los pedazos, tal vez alguien lo hará por mí. Una fútil esperanza.

Un beso al aire. Ya ni siquiera besas mi mejilla, no tenemos ninguna relación. Es un humilde consuelo. Al menos no has forzado tu egoísmo en falsas promesas de amistad. No podemos ser amigos. Me dueles demasiado. No buscas consuelo para tu culpa.

Te das la vuelta y te marchas, te alejas de mí. Ya no eres parte de mi vida, tan solo un recuerdo.

Cuentos para adultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora