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Abrió los labios en cuanto un alfa se hincó frente él, extendiéndole un enorme arreglo floral que lucía costoso y eso, lo sorprendió por completo. Conocía aquel alfa, era parte del grupo de la preparatoria que siempre lo molestaba por su cuerpo tan poco agraciado cuando fingía ser uno de ellos, muchas veces mencionó que nunca conseguiría pareja y que se diera por vencido en el equipo de basquetbol.

Quería comprender lo que estaba tratando de hacer, ya que todos los que pasaban por el lugar se quedaban mirando la escena por unos segundos mientras continuaban su camino, ¿acaso así eran los alfas? ¿ignoran por completo que la persona que les gusta ya tenga una pareja? ¿Piensan que los omega son fáciles de atraer?

Levantó el rostro, fijando su vista hacia la entrada, dándose cuenta de que Naruto observaba la escena en completo silencio, dejándole todo el trabajo a él y eso le agradaba en cierto punto. No necesitaba que su alfa caminara hacia él, lo que menos deseaba era que un escándalo se armase en su preparatoria por causa de un alfa que ignora por completo las normas de un omega marcado.

Uno de los principales miedos de Sasuke siempre fue que se armara una pelea por su culpa, como si fuese incapaz de defenderse y lo consideraran alguien débil e incapaz de decidir. Muchos omegas amarían que su alfa se peleara contra otro para demostrar que él era su dueño, pero siempre fue diferente a los demás omegas y por ello prefería ser alguien completamente independiente.

—Esas flores son muy hermosas tengo que admitirlo pero, si te quitas de mi camino lo agradecería —habló pausadamente, señalando con el índice en dirección a la salida—. Mi alfa está esperándome y no creo que le agrade esta escena —sentenció.

El joven alfa miró en la dirección por la que el omega señalaba, encontrándose con el nuevo dueño del legado Namikaze esperándolo con la espalda apoyada sobre la puerta de su automóvil, mirando a ambos fijamente como si examinara la situación con sutileza y eso, lo hizo ponerse nervioso, ¿cómo podría enfrentarse a alguien con tal poder?

Conocía a Namikaze Naruto, ayudaban a que sus Boutiques fuesen conocidas por el mundo gracias a su Marketing y confianza, muchas veces su padre quiso que su hermana mayor contrajera matrimonio con el único heredero de la familia pero este nunca aceptó, ni siquiera se dio la educación de conocerla y se negó a una cita o eso era lo que él pensaba, ya que su hermana mayor mantuvo una amistad cercana con aquel rubio y lo sabía porque muchas veces pasadas las horas de dormir la veía subirse al mismo auto en el que este estaba esperando.

Se lo ocultó a su padre, porque su carácter era difícil y si se enteraba que su hijo se vio con aquel sujeto a escondidas le hubiese dado un paro e incluso armado un escandalo olvidándose por completo que necesitaban de la ayuda de aquella familia.

—Lo conozco, mi padre quería que él y mi hermana contrajeran matrimonio —admitió, sorprendiendo a Sasuke por unos segundos—. Hubieran sido una pareja asombrosa, mi hermana es hermosa y una modelo reconocida. No te comparas con ella —criticó.

—Aún así te atreves a intentar conquistarme, te éstas contradiciendo demasiado —se cruzó de brazos y suspiró—, ¿tu hermana es omega o beta?

—Beta, pero su belleza es asombrosa, por eso es una de las modelos más reconocidas en el mundo y me sorprende que nunca los descubrieran —declaró con una sonrisa de victoria.

Levantó la mirada, encontrándose con los intensos ojos azules de su alfa y apretó los puños con fuerza recordando que él siempre se acostó con betas, así que decidió ignorar por completo al sujeto que lo estaba molestando y caminó en dirección a Naruto, pasando de largo a todos los que intentaban hablarle.

Sentimientos recónditos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora