Será cosa del destino. | Rubius y tú |

Capítulo 70. Lo superaremos, juntos. [Segunda parte]

-¿Qué ocurre? - Preguntó preocupado.

-Me han engañado, todos.

-¿Qué?

-Sí.

-Vamos arriba. - Propuso Rubén.

Me pareció buena idea subir arriba, una vecina salió al balcón, y otra, que volvió de la compra, arrastraba el carrito sin dejar de mirarnos, dejó de hacerlo cuando la fulminé con la mirada.

Subí a mi piso abrazada a Rubén. Se le vio preocupado al verme de esa manera, y yo ni siquiera le di una explicación de por qué estaba así. Estaba cabreada, furiosa, decepcionada. Sí, tal vez pensaron que era lo mejor para mi, pero era mayor de edad, ya era hora de tomar mis propias decisiones. 

Subimos por la escaleras, para dejarle el ascensor a la vecina que iba cargada con la compra, la cual seguía mirándonos. No tardamos en llegar delante de mi piso, lo abrí y ambos entramos dentro. Nos sentamos en el sofá. Yo seguía abrazándolo, aferrándome a sus brazos, pensando que así lo olvidaría todo.

-¿Qué ocurre _____? - Volvió a preguntar, levantando mi cabeza, obligándome a mirarle.

-Que para todos soy una estúpida niña, que no sabe tomar decisiones.

-Sigo sin entenderte...

-Mi madre trató de contactar conmigo...

Él se quedó mirándome fijamente, sin duda estaba sorprendido, y es que ese tema empezaba a molestarle.

-¿Cuándo?

-Poco después de que yo cumpla mis dieciocho. 

-¿Y por qué no me lo contaste entonces?

-Porque no lo sabía. No me lo contaron. Tomaron ellos la decisión por mi.

Volví a abrazarle, tratando de no llorar.

-Tal vez pensaron que era lo mejor para ti. Quien sabe, tal vez yo habría hecho lo mismo. - Añadió.

-Lo sé, sé que pensáis que es lo mejor para mi. Pero, es mi decisión. No sabéis lo que es. ¿Y si fueses tú? ¿y si estuvieras en mi lugar? ¿opinarías lo mismo?

-No lo sé.

-Exacto. No sabes lo que es. Es duro.

-Eso lo sé. Te he visto cargar con ello, y sé que es duro. Por eso tratamos de hacer lo que es mejor para ti, para que no lo pases tan mal.

-Joder, quiero acabar con todo de una vez. Mil veces he pensado en dejarlo de lado, pero... estos últimos días me han hecho pensar en muchas cosas.

-______, tardó dieciocho años en buscarte. ¿Por qué no fue antes?

-No... no lo sé. Tal vez por miedo.

-Eso no es una escusa. Es por cobardía, porque le daba vergüenza.

-Tal vez...

Me quedé un rato más abrazada a él. Nadie decía nada. Nora no estaba en casa, y lo cierto es que no tenía ni idea de donde estaba.

Rubén P.O.V.

Verla así dolía, dolía mucho. ¿Qué se supone que debía decirle? La verdad es que llevaba un par de días comportándome como un idiota. Tal vez debí darle más importancia al tema. La verdad es que no la apoyé mucho, me marché de su casa, le hablé de mala manera, y fue ella la que volvió a pedirme perdón.