Castigo.

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Antes que nada, perdón por no actualizar. Juro a partir de ahora actualizar mas seguido. Lo que pasa es que tuve varias semanas a puras pruebas y no he tenido tiempo para nada. Ni siquiera para leer las historias que había dejado colgadas aqui en Watt, ni para poder seguir con las otras que estoy escribiendo(Night club, un fanfiction de Tom Hiddleston, por si quieren saber; y Un peligro tentador, una novela independiente, por asi llamarla). Pido perdón y agradezco a todas aquellas que me leen y que esperaron la continuación con ansias!

Castigo.

A la mañana siguiente, alrededor de todo el día había Draco tratado de ubicar a Hermione: en clase de herbologia, en encantamientos, en historia de la magia. En fin, en muchas asignaturas en las cuales lo único que se llevó fue un gran disgusto.

Luego de darse por vencido, se dirigió con los pies pesados a la clase de pociones que tenía con Snape, rezando para que no diera nada difícil de hacer y conseguir. Aunque claro, con Snape aquello era imposible.

Una vez dentro de la inmunda sala donde se impartían las clases, Draco divisó la enmarañada cabeza de Potter y la pobre melena zanahoria de Weasley, y por primera vez en cuatro años se alegró de verlos: si ellos estaban, significaba que Hermione andaba cerca.

Comenzó a inspeccionar cada rincón del lugar pero no la encontró por ningún lado. Aquello estaba mal, muy mal. Granger nunca se perdía ninguna clase. ¿Tanto la había herido para que se saltease una clase?

Draco negó con la cabeza, sintiéndose un poco miserable, y se dirigió al único asiento libre que estaba delante de todo, cuyo otro chico que estaba sentado era Crabbe. Lo saludó secamente y tiró los libros sonoramente en el pupitre, llamando la atención de toda la clase, la cual todavía estaba sin su profesor.

-¿Qué tanto miran? Sigan en sus asuntos. - comentó en voz alta molesto, aunque sin saber el porqué.

Pasados cinco minutos, Snape apareció y rápidamente comenzó a dictar la clase. Draco frunció las cejas y miró por encima de su hombro unas cuantas veces; y luego dirigió la mirada a Potter y Weasley, que estaban conversando en voz baja.

En su interior se formó el deseo de preguntarles si tenían noción de lo que le había podido pasar a Hermione para que se ausentara en la clase, pero aquello no se pudo ver hecho ya que Snape interrumpió sus pensamientos: - ¿Ha extraviado algo, señor Malfoy?

-¿Disculpe? - preguntó él, volviendo a tierra.

-¿A que se debe las miradas furtivas hacia la puerta? ¿Le parece raro que todavía su... novia no haya llegado?

Sí antes en la clase había un silencio casi absoluto, ahora se podía escuchar el sonido de las palpitaciones del corazón de Draco. ¿Qué era lo que acababa de decir Snape? ¿Acaso insinuaba que Hermione era su novia? Bueno, sí toda la situación se estaba tornando fea, ahora eso acababa de empeorarlo todo.

-¿Cómo dice? - repitió, agarrando con más fuerza la pluma y sintiendo como su sangre se amontonaba en las mejillas.

Pudo apreciar como los labios de Snape hacían una pequeña curvatura hacia arriba.

-Es ilógico y ridículo el que ahora trate de negar algo que todos hemos apreciado en el baile, ¿no piensa así, señor Malfoy?

-No tengo porqué darle explicaciones. - murmuró por lo bajo Draco. - Pero solo puedo decirle una cosa: Granger no es, ni de cerca, mi novia. 

-Desde luego que no. - Respondió Snape, manteniendo la mirada fija en su alumno preferido - Pero es gracioso el hecho de que trate de negarlo, dado que ayer hacían una cautivadora pareja. Era una simple objeción. - agregó, con su voz lenta y profunda característica de siempre.

El León y la Serpiente. [Draco/Hermione. Dramione. Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora